He aquí por qué debe mapear sus ciclos de energía y planificar su horario en consecuencia.
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Descubra cómo puede optimizar su horario de trabajo de acuerdo con sus niveles naturales de energía.
Mantenga un diario de energía
A lo largo de la jornada laboral promedio, experimentamos picos de energía y valles de ritmos ultradianos, que se ejecutan en ciclos de 90 a 120 minutos. Si alguna vez ha comenzado una tarea sintiéndose motivado y lleno de energía, pero una hora más tarde se encuentra desplazándose por Twitter y alcanzando el M&Ms, entonces entiende los ritmos ultradianos.
Los altibajos de energía son normales. Simplemente no podemos mantener el máximo enfoque durante todo el día. Dicho esto, podemos aprovechar el poder de nuestros ciclos de energía mediante la comprensión de nuestros ritmos individuales. Un diario de energía es un gran lugar para comenzar.
La autora Yulia Yaganova recomienda un experimento de tres semanas en el que califica su energía, concentración y motivación al final de cada hora usando una escala de uno a 10. Lo he hecho yo mismo, y puedo dar fe: se sorprenderá ver lo rápido que surgen ciertos patrones. Después de solo una semana de escribir un diario, me di cuenta de que mis altos niveles de energía, o «prime times», ocurrían justo después de mi sesión matutina de gimnasio, antes del almuerzo y más tarde en el día, alrededor de las 4-5 p.m.
Este ejercicio de diario también es una oportunidad para notar qué tareas lo energizan y cuáles se sienten tediosas y agotadoras. Para este último, puede considerar si se puede automatizar algún paso para conservar su poder cerebral. Para lo primero, sigue leyendo.
Combina alta energía con las «cosas grandes»
Escribiendo para Harvard Business Review, el profesor Christopher M. Barnes explica que los gerentes que desean maximizar el rendimiento de los empleados deben considerar los ritmos circadianos al establecer tareas, plazos y expectativas. Los empleados también deben ser conscientes de sus propios ritmos al planificar sus días.
Barnes escribe: «Las tareas más importantes deben llevarse a cabo cuando las personas están en o cerca de sus picos de alerta (dentro de una hora más o menos del mediodía y las 6 p.m.). Las tareas menos importantes deben programarse para los momentos en que el estado de alerta es menor (muy temprano en la mañana, alrededor de las 3 p.m. y tarde en la noche).
Por supuesto, no todos los ritmos son iguales. La flexibilidad es la clave a la hora de planificar horarios o crear plazos de acuerdo con los niveles de energía.
Considere si necesita un turno
No se puede negar: es más probable que ocurran ciertas actividades si las planificamos más temprano en el día. Haga ejercicio: incluso si no es una persona madrugadora, tiene más posibilidades de ir al gimnasio si planea ir a primera hora.
Aunque nuestros niveles de energía ocurren naturalmente, no son estáticos. Para lograr sus objetivos diarios, es posible que deba cambiar su reloj natural. Solo asegúrese de hacer los cambios gradualmente.
Como Kimberly Fenn, una neurocientífica cognitiva que estudia el sueño y el aprendizaje en la Universidad Estatal de Michigan, explicó al New York Times, despertarse más temprano no es solo cambiar la hora de acostarse, sino que está cambiando todo el ritmo circadiano.
El cortisol, la hormona que nos despierta, inunda nuestro sistema por la mañana. «Pero si de repente cambia su despertador de 8 a.m. a 6 a.m., sus niveles de cortisol no serán lo suficientemente altos cuando suene y puede luchar más de lo habitual para levantarse de la cama».
Maximice sus posibilidades de éxito
Ha creado su diario de energía, identificado sus horas de máxima audiencia y planificado qué tareas y actividades completar en qué momentos.
¿Y ahora qué?
Maximice sus posibilidades de éxito. Para hacerlo, prepárese con anticipación automatizando tantos pasos como sea posible.
Lo más probable es que pueda ahorrar tiempo y asegurarse de cumplir con el cronograma utilizando herramientas automatizadas, y muchas de ellas no requieren codificación y son gratuitas. Todo lo que necesita hacer es colocarlos en su lugar, y ellos se encargan del trabajo pesado.
Por ejemplo, use una aplicación de calendario para sacar tiempo para tus cosas grandes. Si está tratando de comenzar un nuevo hábito, por ejemplo, hacer páginas matutinas, ordene su espacio de trabajo al final de cada día y automatice las tareas que generalmente se tragan sus horas de la mañana, como enviar su boletín informativo, asegurarse de que las facturas se paguen a tiempo o verificar nuevos suscriptores. (Mi nuevo libro contiene un índice de herramientas automatizadas para todo eso y más).
Al final, se trata de prepararse para el éxito para aprovechar sus biorritmos y maximizar su energía creativa. A medida que avanzamos en la vida, desarrollamos hábitos que van en contra de nuestros ciclos innatos. Pero nunca es demasiado tarde para revertir esos hábitos. Tome un consejo de los niños y escuche los ritmos naturales de su cuerpo.
Fuente: Entrepreneur
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