Tener una startup es estar en constante cambio y adaptándonos a los tiempos que corren, para poder seguir siendo competitivos y conseguir los objetivos.
El mundo empresarial está experimentando una verdadera revolución con el surgimiento de las startups. Estas pequeñas empresas, basadas en la innovación y la tecnología, han transformado la manera en que se hacen negocios y han demostrado ser capaces de competir con grandes corporaciones. Sin embargo, crear una startup es una tarea complicada y es necesario contar con ciertas habilidades y estrategias para tener éxito, informa RRHHDigital.
Aquí le brindamos consejos útiles para crear y hacer crecer su propia startup.
1.Trámites iniciales
Crear una startup es mucho más que simplemente tener una idea. Desde el punto inicial, hasta que la empresa está ya establecida hay muchísimo camino y muchos trámites que llevar a cabo.
Dependiendo de dónde vayamos a establecer nuestra startup, habrán distintos trámites a llevar a cabo. Por ejemplo, los fundadores deberán darse de alta como autónomos para poder luego escriturar y crear la empresa como tal. Si estamos empezando, nos interesa saber cómo y cuánto cuesta hacerse autónomo por primera vez. Pueden existir descuentos y retenciones más bajas al principio que pueden ayudarnos a dar los primeros pasos.
Tenemos que también saber qué necesitamos para crear nuestra empresa. Es necesario un capital inicial, contactar con un notario y decidir el porcentaje que corresponde a cada socio ―en caso de que sea una sociedad, claro está.
Además, es posible que necesitemos una sede inicial, aunque sea un garage, pero un espacio donde trabajar y que será el primer domicilio de esta startup.
Crear nuestra startup con un plan, de forma legal y según las leyes correspondientes, es la mejor manera de evitar problemas futuros y poder crecer de forma orgánica.
2.Estructura de la empresa e idea de negocio
Siguiendo el hilo del punto anterior, queremos hacer énfasis en la importancia que una planificación y un estudio previo tienen en el posterior éxito de una startup. Podemos tener una idea y salir corriendo a crear y establecer la startup como tal, siempre y cuando, antes de ponerla en acción, nos sentemos analizar qué queremos alcanzar y cómo.
Tenemos que tener un plan de negocios y una idea de cómo se estructurará la empresa en base a la base de la que partimos, y los objetivos que tienen más prioridad.
Los objetivos son importantes ya que nos permiten tener metas y porque, sabiéndolos, podemos trazar el camino que llevaremos a cabo para alcanzarlos. La estrategia o el camino que recorreremos para alcanzar los objetivos son igual o más importante que el objetivo en sí.
Existen casos donde los resultados vienen solos, pero son muy pocos y excepcionales. Detrás de cada startup exitosa hay una hoja de ruta con estrategias, análisis, expectativas y recursos bien establecidos.
3.Equipo y comunicación
Tener claras y definidas las ideas y lo que queremos alcanzar es muy importante, como hemos visto en el punto anterior. Sin embargo, hay algo que es igual de importante y cuya elección puede influir mucho en la consecución de los objetivos y es elegir al equipo adecuado.
Debemos buscar personas con quienes compartamos una visión tanto del futuro de la empresa, como del éxito.
Debemos buscar gente cuyas capacidades se complementen con las nuestras y que, en conjunto, nos ayuden a llegar a donde queremos llegar. Pero, sobre todo, personas implicadas y que se entreguen y trabajen duro para llegar al tan deseado éxito.
Cómo nos comuniquemos con el equipo también es importante. Debemos tener una relación abierta, donde todas las partes sean escuchadas y tenidas en consideración, pero también dejar claro el rol de cada uno.
Darles a todos el espacio y la atención que se merecen y hacerles sentir que todo lo que hacen es importante. Debemos encontrar un equilibrio entre una relación cercana y amistosa y una laborable, que es lo que al fin y al cabo es. Una vez que consigamos eso, no habrá reto lo suficientemente difícil que este equipo no pueda llevar a cabo.
4.Digitalización y automatización
Lo que distingue a una startup de una empresa convencional es el uso y enfoque en la tecnología. Por tanto, si queremos crear una startup y, sobre todo, si queremos que prospere, necesitamos hacer uso de la tecnología disponible.
Afortunadamente, vivimos en una época donde el mercado de herramientas para la gestión de una empresa está en plena efervescencia. Podemos encontrar todo tipo de software que pueden ayudarnos en el día a día de nuestra empresa.
Existe un mundo de aplicaciones y herramientas que pueden facilitar y realizar de forma automática tareas diarias y repetitivas. Pueden suponer un gran ahorro tanto de tiempo, como de dinero por lo que es una oportunidad que no se puede dejar escapar.
5. Adaptabilidad y contactos
El mercado se mueve a un ritmo frenético. Podemos tener una idea innovadora y en poco menos de un año estar desactualizados o, peor, estancados. Tener una startup es estar en constante cambio y adaptándonos a los tiempos que corren, para poder seguir siendo competitivos y conseguir los objetivos.
Para adaptarnos y seguir escalando, podemos necesitar, por ejemplo, acudir a incubadoras o buscar colaboraciones y accionistas que estén dispuestos a invertir en nuestro proyecto.
También el acudir a ferias y congresos para hacer nuevos contactos, tanto en el rol de expositores como de visitantes, puede resultar muy fructífero para nuestra startup. Crear conexiones, sinergias y conocer nuevas personas puede enriquecer mucho nuestro proyecto y ayudarnos a crecer.
6. Resultados
Este punto, a diferencia de los demás, no aplica tanto a la hora de crear una startup, pero sí que es primordial para que nuestra empresa crezca y consiga el éxito que tanto esperamos.
Una vez puesta en marcha la maquinaría, es muy importante hacer un análisis de los resultados. Estos nos permitirán tener una perspectiva real de la situación en la que se encuentra nuestra startup.
A veces, es necesario parar un segundo para analizar y tomar perspectiva de la situación desde un punto de vista más general. Tomarnos un tiempo para analizar los resultados es vital para, también, individuar y corregir posibles o potenciales errores. En el día a día, al centrarnos en el trabajo, a menudo podemos olvidar o no ser conscientes de la situación y puede que, para cuando lo veamos, sea ya demasiado tarde para resolverlo.
Fuente: RRHHDigital
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