Sofía busca innovar en el mundo de la moda dándole un giro al uso de la lencería para la mujer moderna.
Por Ximena Stadthagen
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La moda es un mundo fascinante y dinámico que está en constante evolución. Los diseñadores, como verdaderos artistas de la industria, siempre se mantienen en el horizonte de la creatividad, explorando nuevas fronteras y sorprendiendo con innovaciones exóticas.
Sofia Gorleri, una emprendedora y diseñadora de su propia línea de lencería, Black Veins, nos cuenta su trayectoria a través de la indumentaria argentina. Sofía se formó en la Universidad de Palermo, donde se graduó como diseñadora de Indumentaria. A lo largo de su carrera, se adentra en la industria de la moda, capacitándose a través de su experiencia en distintas empresas de diseño y moda. Posteriormente, junto a una amiga que luego se convirtió en su socia, emprendió un nuevo camino. En 2018, nace Black Veins, un emprendimiento de moda con una propuesta de lencería y ropa de noche para la mujer actual.
Como expresa la prestigiosa revista de moda, W Magazine, “El enfoque de la moda en el cuerpo está en constante evolución, y la ropa interior como ropa exterior es simplemente su última manifestación”. Este es el ambiente que se vive en la industria de la moda, donde las piezas de lencería pasan a primer plano. Sofía avanza con los tiempos y abarca esta nueva y atrevida trend. La Revista Vida y Éxito entrevista a esta exitosa emprendedora para ponernos
al corriente de lo último en el mundo de la moda.
Queremos saber quién es Sofía. ¿Cómo se definiría? Si tuviera que describirse en tres palabras, ¿cuál elegiría?
Si tuviera que definirme en tres palabras, serían: observadora, reservada y obstinada. ¿En qué me destaco? En este emprendimiento en particular creo que mi fuerte es la imaginación, que me permite soñar y diseñar mis bodies. Y siento que voy por buen camino cuando mi tallerista me dice que le encanta trabajar conmigo porque hago cosas distintas, nuevas y siempre estoy buscando donde poder innovar.
¿Qué la hace destacar?
Me considero una persona curiosa, me gusta incursionar en nuevas experiencias. Disfruto de la naturaleza, la aventura y sentir la adrenalina. Reconozco que soy un poco impulsiva y hasta obstinada en cuanto a que a veces, si tengo que resolver algo, actúo y, ante la duda, sigo adelante. Creo que la vida es impredecible, nunca sabemos qué puede pasar, y por eso quiero disfrutarla al máximo. Además, tengo la suerte de trabajar en algo que me apasiona.
¿Cuáles son sus hobbies?
Amo la vida al aire libre y los deportes. Una de mis pasiones es salir a correr. Es mi cable a tierra, mi manera de descargar y conectar nuevamente con lo importante.
¿Cómo terminó en la industria de la moda?
Desde chica supe que era una persona más «manual», me gusta trabajar con las manos. Me gustaba dibujar, pintar, hacer manualidades con mostacillas y peinar a mis hermanas. Todo lo que tuviera que ver con la utilización de las manos como herramienta me atraía. Fue así que, cuando terminé la secundaria, hice uno de esos cursos de orientación vocacional que te ayudan a descubrir tus fortalezas. Como resultado, me recomendaron estudiar algo artístico: arquitectura, diseño de interiores, indumentaria… Sin dudas, ahí supe que el diseño de indumentaria era lo mío. En ese momento, mi padre tenía dudas acerca de esta carrera. Hoy en día, tanto él como yo estamos felices con mi decisión y estoy muy agradecida de contar con el apoyo incondicional de mi familia.
Una vez graduada de la Universidad de Palermo, comencé a trabajar en comercios de indumentaria donde, además de desempeñarse como diseñadora, también aprendí sobre distribución, venta y administración. Estas lecciones las aplico en mi emprendimiento actual.
En 2018, renuncié a mi trabajo como diseñadora de indumentaria decidida a emprender. De pronto, sentí una gran inspiración y una intuición que me hizo pensar: «Tengo que dedicarme a los bodies, quiero hacer bodies de todos los tamaños, modelos y colores». Este rubro siempre me atrajo e interesó, quizás porque desconocía de qué se trataba. Así fue como me inicié en el mundo de la lencería y los bodies. Realicé muchos cursos hasta lograr dominar la compleja moldería de mis prendas.
¿Cuál ha sido el desafío más difícil al que se ha enfrentado como emprendedora?
En cuanto a desafíos, uno de los mayores que encontré en este proyecto fue cuando mi socia decidió apartarse para recorrer nuevos caminos y yo me quedé en la disyuntiva de si seguir con el emprendimiento o cambiar, aunque siempre relacionado con la moda. Creo que muy en el fondo sabía la respuesta: que estaba destinada a seguir con Black Veins. Me encanta crear estas piezas de lencería, y eso me ayudó a decidir seguir adelante. Otro desafío en este trabajo es el manejo de los tiempos de los equipos de trabajo en el día a día. En esta profesión se requiere el trabajo de diferentes equipos, y puede ocurrir que el corte o el taller se retrasen, complicando los plazos de entrega. Justamente el otro día me crucé con una frase de Inés Berton, fundadora de Tealosophy, un emprendimiento de tés orgánicos, que me parece genial y muy cierta: «Es vital tener el coraje de emprender sabiendo que te vas a caer mil veces. Si me caigo siete, me levanto ocho».
En términos de visión a largo plazo, ¿cómo se imaginas a Black Veins en un período de 5 a 10 años?
Mi objetivo a largo plazo es poder expandir mi pequeña empresa y llevar mis productos a otros países. Creo que es un producto original e innovador que gusta mucho a las mujeres.
¿Quién es su ícono de moda favorito o de mayor influencia?
Más que ícono, diría que fueron muchas las influencias que he recibido desde que comencé a estudiar. Hay una película, Burlesque, donde las bailarinas usan esa lencería erótica y se ven tan poderosas. Yo quiero que las mujeres que usan Black Veins sientan eso, que se vean femeninas, hermosas y poderosas. También me gusta mucho como Dita Von Teese, una modelo, actriz y vedette estadounidense, trabaja los encajes. Sus piezas son exquisitas y poseen un glamour increíble.
¿Cuál es su mayor fuente de inspiración en su carrera como emprendedora?
Una mujer que admiro mucho es Cynthia Kern, fundadora de Kosiuko, una reconocida línea de moda argentina conocida por sus diseños vanguardistas. Comenzó fabricando indumentaria y vendiendo junto a su marido y socio en ferias, hasta abrir su primer negocio. Actualmente tienen líneas de indumentaria, de decoración y hotelería. Es una gran emprendedora, me encanta todo lo que hace.
¿Qué aspecto ha disfrutado más de tener su propia línea de moda?
Sin duda, el aspecto que más disfruto de tener mi propia línea es ver que mis diseños son aceptados y usados, que las mujeres se sientan bellas y poderosas con las prendas que yo misma creo. Por otro lado, algo que también valoro mucho es poder manejar mis tiempos y organizar mi agenda.
Si pudiera retroceder en el tiempo y darle un consejo a su yo de hace 10 años, ¿Qué le diría a Sofía?
Si pudiera darle un consejo hoy a la Sofi de hace 10 años, le diría que confíe más en ella y que tenga valentía para pedir ayuda. Reconozco que al principio me costó mucho pedir ayuda a terceros. Y algo en lo que tengo que trabajar un poco más es poder delegar, algo que me cuesta mucho.
¿Qué es la moda de la lencería? ¿De dónde surge esta nueva tendencia?
Para ser honesta, en la facultad no vi nada relacionado con la lencería. Me atrajo este camino hacia lo desconocido. Me gustó la idea de crear una nueva visión en cuanto a la lencería, utilizando prendas más allá de la intimidad y como parte del atuendo diario. Combinarla con prendas cotidianas como jeans, camisas, shorts. Reversionar la forma de vestir y lucir prendas con sensualidad y elegancia.
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