Siendo cada vez menores los índices de personas con 15 años o menos, y un aumento acelerado de la población de adultos mayores, lo que nos lleva a pensar: ¿Están nuestros países preparados para un aumento demográfico de la población adulta mayor y la disminución de una población económicamente activa? ¿Cómo nos prepararemos ante estos desafíos?
Envejecimiento Acelerado
Para 2025, se espera que los países de la región se aproximen a etapas más avanzadas del proceso de envejecimiento, a medida que la mortalidad y fecundidad continúen descendiendo.
De esta manera, Costa Rica será el país en la región Centroamericana y del Caribe, con la etapa más avanzada de envejecimiento (106.5 personas mayores por cada cien menores de 15 años), con una de las tasas de fecundidad más bajas (1.7 hijos por mujer).
Envejecimiento Moderado-Avanzado
Cuatro países (Panamá, Nicaragua, República Dominicana y El Salvador), presentan tasas de fecundidad entre 1.8 y 2.0 hijos por mujer.
Estos países presentarán para el 2025, un índice de envejecimiento que oscilará entre 45.5 y 78.4 personas mayores por cada cien menores de 15 años, ubicándose en una fase moderadamente avanzada del envejecimiento.
Envejecimiento Moderado
Otros países como: Guatemala y Honduras, se ubican en una fase de envejecimiento moderado, en la que persisten niveles por sobre el nivel de reemplazo de la fecundidad (más de 2.1 hijos por mujer).
Además, poseen un índice de envejecimiento inferior a 41 personas mayores por cada cien menores de 15 años.
Crecimiento en las Tasas de Envejecimiento Acelerado
Para el 2050, países con tasas de envejecimiento acelerado como Costa Rica, seguirán avanzando en este proceso, con tasas de fecundidad de 1.6 hijos por mujer y entre 157 a 206 personas mayores por cada cien menores de 15 años.
Países que ahora están en fases moderado-avanzado, pasarían a un envejecimiento avanzado (Nicaragua, República Dominicana, El Salvador y Panamá), pasando a tasas de fecundidad que oscilarán entre 1.7 y 1.9 hijos por mujer e índices de envejecimiento entre 115 a 145 personas mayores por cada cien menores de 15 años.
Finalmente, Honduras y Guatemala (que actualmente presentan una etapa moderada), pasarán a una avanzada- moderada en el envejecimiento. Disminuyendo su fecundidad en 1.8 hijos para Honduras, con 80-93 personas mayores por cada cien de 15 años; Y para Guatemala, una tasa de 1.9 hijos por mujer, con un envejecimiento menor a las 70 personas por cada cien de 15 años.
Tal y como hemos observado, las estimaciones y proyecciones en el número de personas adultas mayores continuará incrementándose en la subregión de Centroamérica y el Caribe. A pesar de que las tasas de crecimiento no son iguales entre los países del estudio, es una tendencia en común que continuarán en aumento las tasas de envejecimiento acelerado.
¿Cuáles acciones plantear?
Países que poseen un envejecimiento avanzado como Costa Rica, y uno moderado-avanzado como Panamá, Nicaragua, República Dominicana y El Salvador, deben de adaptarse rápidamente a cambios en la estructura demográfica por edades de sus poblaciones.
Por otra parte, el grupo de países que presenta un envejecimiento moderado como Guatemala y Honduras, deben crear condiciones para enfrentar el rápido envejecimiento que presentarán estas poblaciones.
Acciones Multidisciplinarias: implementar planes para un envejecimiento digno en la región.
Es necesario que la región implemente planes de acción rápida, dentro de sus políticas públicas, que impliquen visiones a largo plazo para crear bases y construir un envejecimiento digno, no solo en materia de salud y atención hospitalario, sino en planteamientos multidisciplinarios de empleo, derechos humanos, educación de respeto desde generaciones jóvenes, recreación, sostén económico y bienestar.
Asimetría Centroamericana en Envejecimiento:
La transición demográfica y el proceso de envejecimiento en la región se han caracterizado por la rapidez con que han ocurrido los cambios demográficos, situación que no ha ocurrido en otras regiones del mundo, por ejemplo Europa.
En este contexto, hay que tener en cuenta la falta de tiempo que aquello implica para realizar los ajustes socioeconómicos e institucionales coherentes con el escenario demográfico emergente. Esta asimetría se manifiesta al comparar el rápido proceso de transformación demográfica y el más lento y volátil desarrollo económico y social.
La región Centroamericana y del Caribe, se enfrenta a procesos de envejecimiento acelerado con tasas que han ido en aumento desde 1950, y proyecciones alarmantes para el 2050. Datos alarmantes porque las tasas de personas menores de 15 años han disminuido, lo que implica que la PEA (Población Económicamente Activa), sea cada vez menor, y no exista esa base económica en la fuerza laboral de la sociedad.
Para llegar a un futuro con un envejecimiento digno, construyendo las bases desde ahora, es necesario un verdadero cambio cultural, que comienza en la educación de las generaciones más jóvenes y que, basado en un enfoque de derechos, conduzca a respetar, proteger y garantizar esos derechos a personas adultas mayores, libres de discriminación.
Para esto, es necesario pronunciarse vehemente en contra de considerar la vejez como una enfermedad, porque promueve la discriminación y perpetua estereotipos relacionados con el envejecimiento. Además, lugares como la Unión Europea, Canadá, y Taiwán han realizado acciones que promueven la “economía plateada” (actividades económicas de personas mayores de 60 años), migración de población joven adulta que logre servir como base económica social, e inversión en espacios públicos y promoción de la salud física en adultos mayores, respectivamente.
Fuente: Dinero.com.sv
