15 abril, 2022

El asma severa afecta al 3,7% de la población de asmáticos

Susana Ruiz septiembre 2, 2014

Tener un diagnóstico correcto y seguir los tratamientos ayudará a mantenerla controlada la enfermedad.

El asma es una enfermedad que afecta a más de 339 millones de personas en el mundo y puede presentarse en cualquier etapa de la vida, debido a factores como predisposición genética, irritantes químicos, contaminación atmosférica y exposición ambiental a sustancias y partículas inhaladas que pueden provocar reacciones alérgicas o irritar las vías respiratorias.

Esta enfermedad mal tratada se puede convertir en un asma severa y sin un debido tratamiento puede reducir la función pulmonar a un 60% y en casos graves provocar la muerte.

“Para hablar de un asma severa se debe establecer un diagnóstico real, ya que hoy en día un 30% de los pacientes son diagnosticados erróneamente por condición no asmática. Entonces se debe establecer el patrón característico de síntomas, tos, disnea, es decir, la falta de aire, y sibilancias, el famoso pitillo. Todo esto unido o asociado a un flujo respiratorio variable y demostrable por una función pulmonar realizada por un profesional, ahí demostramos el diagnóstico real”, comenta la Dra. Natalia García de República Dominicana.

Una vez que el médico tiene el diagnóstico real va poder controlar el asma, en caso contrario, se verá un paciente que acude frecuentemente a urgencias para recibir tratamiento e incluso podría ingresar a intensivos, pasando de tener un asma de difícil, a un asma grave y finalmente, a un asma severa.

Factores desencadenantes

Con un diagnóstico certero, el médico evaluará los factores que hacen que el asma severa se presente en el paciente.

“Uno de ellos es el ambiente laboral, si se expones a gases tóxicos, un ambiente contaminado hasta con el polvo casero, si está trabajando en un ambiente que no es higiénico, tendrá un desencadenante de agudización”, explica la galena.

“Si en su ambiente domiciliario tiene gatos, perros, polvo casero o simplemente moho en las paredes, pueden desencadenar un mal control del asma”, agrega.

Un mal control del asma puede llegar a ser grave.

Esta es una enfermedad que puede afectar a las personas a cualquier edad.

“El niños de 4 años tiene más tendencia de padecer de asma porque en esa edad está generando una inmunidad celular, defensas contra el ambiente, pero puede desaparecer cuando entra a la pubertad porque ya tiene su inmunidad, se fortalece, pero le puede volver en cualquier etapa de la vida por un virus, una bacteria”, explica la doctora.

Una vida normal

El asma severa representa el 3,7% (equivalente a 12.543.000 personas) de la población de asmáticos, convirtiéndose en un desafío médico y una carga sanitaria importante a nivel mundial. Se estima que, por cada mil egresos hospitalarios por asma, 1,8% fallece, según Global Initiative for Asthma.

El asma severa se puede controlar con medicación y tratando e identificando los factores que puedan detonar la enfermedad, como la mala técnica inhalatoria o abuso de la misma, exposición frecuente a desencadenantes y descuido o falta de disciplina en el control médico. Se estima que el 45% de los pacientes asmáticos fallecidos no solicitaron asistencia médica en su última crisis por lo que es relevante que reconozcan los signos de advertencia.

“Lo principal es tener el diagnóstico correcto. Segundo, la educación, como paciente debe adherirse al tratamiento aplicado por el médico de cabecera, debe preguntar el uso correcto de su dispositivo. Eso es vital”, afirma la Dra. García.

El paciente también debe documentar al médico si tiene alguna condición especial o los síntomas agregados y el ambiente que lo rodea para tener un buen control del asma.