24 abril, 2018

Mantenga una sonrisa sana

Karla Echavarría septiembre 2, 2014

Una boca saludable tiene entre 28 y 32 piezas permanentes. Lo ideal es cepillarlas tres veces al día
y visitar al dentista por lo menos una vez al año.

Cuando pensamos en una linda sonrisa, de inmediato recordamos la imagen de algún familiar, amigo o conocido, que además de sonreír con gracia, cada vez que lo hace muestra una hermosa dentadura.

La sonrisa se ha convertido en una de las tarjetas de presentación que tiene una persona, y resulta realmente efectiva cuando se compone de una dentadura blanca y brillante.

Es lo que muchos describen como sonrisa de mariposa, porque se dibuja en el rosto de quién la comparte un hermoso gesto como el de una bella mariposa cuando expande sus alas al viento.

Complicidad, alegría, picardía, ternura, amor sincero o seducción son algunos de los momentos cuando resulta especial ver una sonrisa natural y genuina.

Sonreír es una de las mejores terapias, y además, es uno de los más bellos gestos que podemos recibir cuando se trata de una sonrisa sincera.

Una buena técnica de cepillado es fundamental para cuidar la salud de los dientes.

Expertos en comunicación explican que es el mejor accesorio para lograr una buena imagen, de ahí que hoy en día celebridades, grandes personalidades y la mayoría de personas se preocupan por mantener una sonrisa sana.

Sin embargo, solo unos pocos logran llegar a la edad adulta con todas sus piezas naturales en perfecto estado.

“De los seis años en adelante comienzan a salir las piezas permanentes, y a los 25 años, contando cordales y todas las demás piezas, una boca totalmente sana tiene 32 dientes, pero, el promedio cuenta con 28 piezas, ya que a muchas personas hay que quitarles las cuatro cordales”, explica el odontólogo Jorge Méndez.

De acuerdo con el experto, gracias a que la odontología ha avanzado tanto, hoy en día muchas personas se cuidan más su dentadura y están más pendientes de los cuidados de su boca.

Además, los tratamientos son cada vez más efectivos y las opciones para curar una pieza dañada son modernas y muy estéticas.

Vida útil de las calzas

Se quiera o no, la mayoría de las personas llevan en su boca alguna restauración o procedimiento debido a alguna carie o daño en una o varias piezas. El problema, según los expertos, es que muchos creen que dichas reparaciones son eternas y no acuden a valorar su estado y funcionalidad.

Actualmente, existen las resinas o calzas blancas que son muy buenas y se pueden usar de manera más estética; además, incluyen una tecnología avanzada muy efectiva. De igual manera para procedimientos más extensos, se siguen usando las famosas calzas de metal o amalgamas.

Yendry González Morera, cirujana dentista aclara: “La duración de las restauraciones depende de muchos factores como la colocación, la manipulación o la filtración de saliva, las cuales afectan la duración de ellas en boca. Una restauración con amalgama (calza de metal) podía permanecer en boca hasta por 10 años a diferencia de una resina que lo más recomendable es cambiarla cada cinco años, pero todas las restauraciones tienen que revisarse cada año para verificar que estén ajustadas y sin problemas”.

Importancia del buen cepillado

“Lo ideal es una buena técnica de cepillado, más para quienes tienen dientes naturales. Lo primero que debemos usar es el hilo dental (para prevenir caries y problemas de encías), luego cepillo suave (ni medio, ni duro) y de último el enjuague bucal. Se recomienda cepillarse tres veces al día, y una de las más importantes es antes de acostarse y como mínimo debe durar cinco minutos en el proceso del lavado”, aclara Méndez.

Uno de los principales errores es no tener una adecuada higiene bucal, principalmente, las personas con alguna condición especial, por ejemplo, pacientes diabéticos, que no utilizan hilo dental, o utilizar cepillos con cerdas duras pueden causar daño en el esmalte del diente o lastimar las encías.

“También el consumo de alimentos muy azucarados o con poco calcio, fósforo y flúor. Pero lo más importante es mantener las consultas con el especialista al menos una vez al año”, recomienda la doctora González.

Las personas con prótesis deben usar jabón antibacterial, además lo ideal es dormir sin prótesis para que el tejido descanse. En este caso los odontólogos recomiendan dejarla sumergida en agua con tres gotas de cloro para que no se deshidrate ni se quiebre.