Origenes e influencias distintas pero comunes, trabajos artísticos, elaborados con gran delicadeza y técnica, con virtuosismo y buen gusto. Así es la propuesta que este año trae la joyería Luis Alberto Cano para continuar con su proyecto de descubrir y fomentar el talento creativo de orfebres en el país.
La iniciativa comenzó en 2015, con la idea de que, bajo la cúpula de una firma de tanto años como Luis Alberto Cano, se colabore e impulse el talento de diseñadoras locales.
Las costarricenses Sonia Esquivel e Iris Montealegre, y la mexicana residente en Costa Rica, Rubí Vásquez son las tres creadoras seleccionadas para esta nueva temporada. Ellas expondrán sus creaciones en el espacio de la joyería, en Multiplaza Escazú, a partir del 9 de febrero próximo.
El propósito de la joyería es mantener invitación a orfebres costarricenses o residentes en el país para que exhiban y comercialicen su obra aprovechando la tienda. “Pensamos ser una vitrina abierta al arte proveniente de manos expertas con conceptos muy creativos”, explicó María Eugenia Gutiérrez, propietaria.
Joyería de autor
Este término “Joyería de Autor” va de la mano con “artesanal”, “hecho a mano” y “exclusividad”, alejándose de las grandes producciones industriales y masivas que… podrán tener (incluso) buen diseño pero nunca serán Joyas de Autor, explicaron las tres talentosas diseñadoras.
La muestra de estas orfebres es el resultado de una evolución formal a través de los años. La propuesta en sus Joyas es flexibles, adaptable a nuestro tiempo, combinando materiales “preciosos” y otros “no tanto”, pero elaborado con estilo y exquisito buen gusto.
Las Joyas de Autor son realizadas artesanalmente por sus creadoras con el dominio de diferentes técnicas de joyería y orfebrería, haciéndolas únicas aunque se repitan en series limitadas. Es tener una exclusividad.
Paralelamente a la muestra de las joyas de estas autoras, se complementará con una exposición temporal, creada por la artista Sonia Esquivel, en homenaje a Frida Kahlo. Es una colección completa, única que ella realizó y expuso en el Centro Cultural Costarricense Mexicano en el 2012. Estará abierta a todo público en forma gratuita.
“Ese será nuestro rumbo en este 2016, y pensamos ir exponiendo paulatinamente sobre esta idea, explorando y descubriendo talento en Costa Rica, para que el público pueda descubrirlo y adquirir también sus piezas, que son lo que hemos dado en llamar “arte para vestir”, diseños que se disfrutan como parte de la persona misma”, indicó Gutiérrez.
La familia Cano tiene más de un siglo de confeccionar de joyas con diseño precolombino.
Iniciaron en Colombia como una forma de exaltar los valores de sus indígenas y con el propósito de dar a conocer la cultura precolombina en todo el mundo. En la actualidad, sus productos mantienen la misma técnica de sus ancestros, artesanos de Tumbago y siguen preservando la magia de las culturas de Mesoamérica, antes de la llegada de Cristóbal Colón.
La primera etapa de esta experiencia, a finales del año pasado, arrancó con la exhibición y venta de obras de las artistas costarricenses Carolina González, Ariana Castillo y Andrea Quesada, escogidas entre más de una veintena de candidatas. Sus piezas estuvieron en las vitrinas de la joyería Luis Alberto Cano, en Multiplaza Escazú, donde se comercializaron como parte de la estrategia de apoyo a diseñadores nacionales.
Las diseñadoras
Sonia Esquivel Chaverri: Desarrolló estudios avanzados de Arquitectura en la Universidad de Costa Rica, y Diseño de Interiores y del Espacio Interior en la Universidad Latina y la Universidad del Diseño, así como estudios de Decoración en la Escuela de Arte ESEMPI.
Su introducción al mundo la joyería fue en 2009, cuando se incorporó a Studio Metallo para estudiar orfebrería profesional y diseño de joyas, y ha cursado estudios en el Complejo Educativo de Joyería en Buenos Aires. Además de ello, fue Presidenta de la Asociación Costarricense de Esteticistas y miembro de la Asociación Costarricense de Paisajismo.
“Me he interesado sobremanera explorar lo femenino y elaborar una fusión de conceptos que una la obra de la mexicana Frida Kahlo con las influencias del Caribe costarricense, que estilísticamente me ha resultado muy satisfactoria”, comentó.
Rubí Vásquez Camarillo: Es mexicana pero reside en Costa Rica, y lleva seis años dedicada a la creación de orfebrería. Originaria de Monterrey, Nuevo León, estudió en la Universidad Autónoma de Nuevo León, donde se graduó como ingeniera industrial administradora.
Al llegar a Costa Rica no ejerció su carrera, y buscó alternativas que la llevaron a la orfebrería. “Siempre me he sentido atraída por la plata, que es mi metal favorito, por lo que me incorporé a una escuela de joyería, para trabajarla”, indicó. Desde 2010, bajo la guía de su tutor, David Duque, “descubrí que me apasiona transformar el metal en piezas únicas que espero que quien las use disfrute usarlas tanto como yo disfruté creándolas”.
Iris Montealegre Echandi: Es originaria de San José y estudió Enseñanza de Estudios Sociales e Historia en la Universidad de Costa Rica. Fue docente y Directora Académica del Colegio Saint Clare y Subdirectora del Colegio Panamericano.
En 2005 dejó el área educativa para dedicarse a una empresa familiar, pero al mismo tiempo comenzó a explorar la orfebrería, en el Studio Metallo y en el Complejo Educativo de Joyería de Buenos Aires, en Argentina. “Eso abrió una nueva faceta en mi vida, y desde entonces me apasiona el trabajo especialmente en plata, el cobre y la resina, usando técnicas que van desde la construcción al esmalte, el engaste y la cera perdida”.
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