La industria de licores dirigidos a las mujeres está en pleno auge. La oferta de bebidas con contenido alcohólico hace que esta industria sea cada día más dinámica a la hora de pensar en nuevas opciones para ellas.
Cerveza, vino, tequila, vodka, whisky, ron, bebidas alcohólicas saborizadas y novedosos y llamativos cocteles, entre otras, son parte de la amplia lista de bebidas disponible para los consumidores. Dentro de este grupo, las mujeres definen sus preferencias con estilo y gustos muy puntuales.
“Estudios en Estados Unidos y otros países desarrollados destacan que más del 60% de las compras de bebidas alcohólicas las hacen las mujeres, lo que denota una equiparación en el consumo entre hombres y mujeres. En algunos países se da un incremento entre las mujeres adultas que toman bebidas alcohólicas y muestra una preferencia por aquellas de menor grado alcohólico, como las categorías de vino y bebidas alcohólicas saborizadas”, afirma Gisela Sánchez, directora de Relaciones
Corporativas de Florida Ice and Farm Company (Fifco).
La experta de Fifco detalla que, con base en los datos que manejan en su portafolio de cerveza y bebidas alcohólicas saborizadas (BAS), esta última categoría es preferida en su mayoría por mujeres (52%), mientras que un 30% de este género prefiere las cervezas. De igual forma se registra que la mitad de las consumidoras alternan entre ambas bebidas.
“En nuestro portafolio de vinos y destilados, históricamente, ha habido entre las mujeres una preferencia por bebidas de menor grado alcohólico, como el vino, específicamente el blanco y el rosado, y bebidas alcohólicas saborizadas a base de vino como la sangría, la cual ha tenido un gran crecimiento en los últimos años”, añade Gisela Sánchez.
Mónica Solórzano Lobo, directora ejecutiva de Educalcohol Costa Rica, agrega que, de acuerdo con la Encuesta sobre patrones de consumo de bebidas alcohólicas en Costa Rica, realizada por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica, las mujeres consumen más vino y otras bebidas como los coolers (bebidas alcohólicas preparadas), mientras que los hombres prefieren la cerveza y los licores destilados. Las mujeres mayores de 24 años consumen más vino que los hombres y los hombres mayores de 54 años ingieren más licores destilados que las mujeres. Cuando hablamos de vino, el consumo de las mujeres es mayor en todos los grupos de edad, entre los 18 y 24 años cerca de un 35% prefiere el vino, el porcentaje se acerca al 70% en las mayores de 45 y ronda el 80% entre las mayores de 65. En el caso de otras bebidas, donde están los coolers, el consumo de las mujeres entre los 18 y
64 años oscila entre un 11% y un 15%; y el mayor pico de consumo se da entre los 18 y 24 años y el mínimo entre los 25 y 44 años. “La principal razón por la cual las mujeres prefieren este tipo de bebidas es el sabor”, dice.
Consumidoras sofisticadas
Para complacer los gustos de exigentes consumidoras, distribuidoras líderes de Centroamérica, como la costarricense Florida Ice and Farm Company, la nicaragüense Casa Pellas, la guatemalteca Distribuidora Marte o la panameña Felipe Motta, cuentan con amplios portafolios de bebidas que son estudiados y complementados con más detalle, las cuales toman como base los gustos de sus públicos.
Los inventarios incluyen bebidas nacionales e internacionales y una amplia gama de opciones en cuanto a tipo, países de origen y precio, que marcan la pauta de las tendencias.
A esto se suma la creciente y sofisticada oferta de bares y restaurantes que promueven catas y maridajes para que los amantes de la buena comida conozcan de forma práctica y atractiva cuáles bebidas combinan mejor con algunos platillos.
“La industria de los licores tiene bastante potencial para seguir desarrollándose. En Panamá está creciendo el tema de la coctelería y la mixología y eso ayuda a educar a los consumidores. Es un crecimiento de cultura lo que estamos experimentando. El consumidor panameño ya
no toma solo rones y cerveza. Hemos visto un crecimiento en el resto de las bebidas, como el whisky, el tequila y el vodka”, afirmó a Vida y Éxito hace unos meses Fernando Motta, gerente de la Unidad de Licores de Distribuidora Felipe Motta, considerada una de las más importantes de Panamá.
Entre estas nuevas dinámicas de socialización, productos como la sangría, el vino blanco y espumantes han crecido en preferencia entre las consumidoras.
Aunque a la fecha no existen estadísticas detalladas y actualizadas sobre el perfil etario de preferencias de consumo femenino para cada país de la región, los expertos consultados concuerdan en que estos nuevos modelos tienen mucho que ver con el estilo de vida y la situación socioeconómica de las consumidoras.
“No contamos con un estudio comparativo de consumo de alcohol en mujeres en la región centroamericana, sin embargo, de acuerdo con el Estudio de Patrones de Consumo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Panamá ocupa el primer lugar de incidencia anual de consumo en los países centroamericanos, seguido por Honduras, Nicaragua, Costa Rica y El
Salvador. Importante mencionar que 5 años antes, Costa Rica ocupaba el segundo lugar. Dichas modificaciones de consumo, de acuerdo con el estudio, se deben a la madurez emocional, aumento en las responsabilidades, disminución del presupuesto y vigencia de legislación de tránsito”, detalla Solórzano.
En cuanto al consumo per cápita, Panamá ronda los 9 litros de etanol puro por año, seguido por Nicaragua con 4,3, Costa Rica con 3,1, Honduras con 2,8 y El Salvador con 2,6. La experta de Educalcohol agrega: “En consumo de tragos por ocasión, Nicaragua lidera con 8,9 tragos por ocasión”.
En términos de ocasiones de consumo, las mujeres prefieren consumir cerveza para compartir con amigos en bares o restaurantes (on premise). También se observa preferencia para relajarse en casa. Las consumidoras de bebidas alcohólicas saborizadas (BAS) tienden a preferir esta bebida antes
que una cerveza, sobre todo cuando se trata de planes de socializar.
La mayor diferencia se observa por género, pues la cerveza muestra una mayor preferencia entre los hombres que las mujeres.
El 52% de las consumidoras de cerveza y BAS está en el rango de edad de 18 a 34 años. En el caso de
vinos y destilados sería entre los 25 a 40 años.
Las expertas consultadas enfatizan que sí hay diferencias entre las consumidoras de Centroamérica con las del resto de la región. Las mujeres de países desarrollados tienen un consumo muy equiparado al de los hombres. El perfil gustativo de las mujeres en países centroamericanos, específicamente en Costa Rica, empieza a equipararse, pero existe una diferencia significativa con otras regiones, debido a diferencias culturales
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