Hoy es el Día Internacional de los Tumores Cerebrales, el cual busca que las personas conozcan acerca de este tipo de cáncer llamado glioblastoma, presten atención a las señales y en caso de sospechas, visiten al médico de inmediato para ser tratadas adecuadamente y darles calidad de vida, en el lapso de tiempo que tengan.
¿Qué es el glioblastoma?
El glioblastoma (GB) es el tumor cerebral primario más común, agresivo y letal del grupo de tumores del Sistema Nervioso Central (SNC). Si bien la mayoría de los pacientes no supera el año de vida después de ser diagnosticados con esta enfermedad, el pronóstico de supervivencia dependerá del tamaño del tumor, su ubicación y de su tratamiento oportuno, con el fin de ofrecerle mejor calidad de vida a la persona.
Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, el SNC está compuesto por dos tipos principales de células: las gliales y las neuronas o células nerviosas. Los tumores cerebrales malignos primarios pueden derivarse de cualquiera de estos tipos de células y se desarrollan en diferentes áreas del cerebro o la médula espinal. Por su parte, los tumores cerebrales malignos secundarios son metástasis de cánceres originados en otras partes del organismo.
El glioblastoma es un tipo de glioma (cáncer cerebral primario) de alto grado, que surge en las células gliales y se puede localizar en los lóbulos frontal, temporal, parietal u occipital de la corteza cerebral. Puede desarrollarse de forma repentina (90% de los casos) o a partir de un tumor cerebral menos avanzado (10% de los casos) y es el más frecuente de los gliomas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el GB suele ser un tumor grado IV; es decir altamente maligno, invasivo y de rápido crecimiento. Afecta el pensamiento, las emociones y el habla.
Estadísticas internacionales y nacionales
De acuerdo con el Registro Central de Tumores Cerebrales de Estados Unidos (CBTRUS, por sus siglas en inglés), los glioblastomas comprenden aproximadamente tres cuartas partes de todos los gliomas.
Según datos de la OMS, aproximadamente 164 casos de tumores cerebrales y de sistema nervioso malignos se detectarán en el año 2015, a nivel global. Asimismo, se estima que más de 203.000 personas fallecerán este año, por causa de este tipo de padecimientos.
En Costa Rica, se diagnosticarán alrededor de 162 personas con tumores cerebrales y de sistema nervioso malignos en el 2015 y morirán unas 115 en promedio, de acuerdo con la OMS.
Principales factores de riesgo
En general, se desconocen las causas que provocan el desarrollo de un glioblastoma; sin embargo, existen ciertos factores que pueden incrementar el riesgo de padecer este agresivo tipo de cáncer cerebral:
Edad: puede ocurrir en cualquier momento de la vida –inclusive en niños-, pero el riesgo se incrementa con los años. El GB tiende a suceder entre los 45 y 70 años, según la Asociación Americana de Cirujanos Neurólogos (AANS, por sus siglas en inglés).
Género: afecta principalmente a los hombres.
Etnia: personas hispanas, asiáticas y caucásicas.
Síndromes hereditarios: familias en las cuales se presentan síndromes como el de Li-Fraumeni, que es producido por cambios en el gen TP53 (ayuda a controlar el crecimiento y la división de células) o el de Turcot. También personas que padezcan de neurofibromatosis, entre otros.
Exposición a radiaciones: trabajar o haber trabajado en la industria nuclear, así como haber recibido previamente radioterapia en la cabeza para tratar alguna otra enfermedad.
Padecer de un tumor cerebral, que se encuentra en una etapa menos avanzada.
Trabajar o haber laborado en la industria del petróleo o caucho sintético.
Señales de advertencia
Los síntomas de este tipo de cáncer varían de acuerdo con su tamaño y ubicación; sin embargo, entre los más comunes destacan:
Aumento de la presión intracraneal.
Visión doble o borrosa.
Cambios en la concentración, pérdida de la capacidad de hablar o de pensar claramente.
Cambios en el comportamiento, estado de ánimo y en la personalidad.
Pérdida de la memoria.
Debilidad en una parte del cuerpo, problemas de equilibrio o parálisis.
Pérdida de apetito.
¿Cómo se diagnostica el glioblastoma?
Historia clínica y examen neurológico: cuando la persona muestra señales de un posible GB, el médico prepara una historia clínica completa del paciente y además, evalúa los reflejos, la visión, los movimientos de los ojos y boca, el habla, la coordinación, entre otros. Si los resultados son anormales, el paciente requerirá otros estudios y la recomendación de un especialista en el área: un neurólogo o neurocirujano.
Resonancia magnética: se considera la mejor manera para detectar tumores cerebrales y de sistema nervioso, tal es el caso del glioblastoma.
Tomografía computarizada: se utiliza cuando la resonancia magnética no es una opción o para obtener un mejor detalle de los huesos del cráneo cercanos al cáncer.
Encefalograma: registra la actividad eléctrica del cerebro.
Biopsia del tejido del tumor: para determinar el tipo de cáncer, de cuáles células proviene, si el tumor se deriva o no de alguna mutación genética (que pueda orientar con el tratamiento) y conocer el grado en el que se encuentra.
Tratamientos
Este tipo de cáncer presenta desafíos únicos para su tratamiento debido a factores como: su ubicación en el cerebro, resistencia a la terapia tradicional, la migración de células anormales a tejidos cerebrales cercanos y la capacidad limitada de las células cerebrales para repararse por sí mismas, entre otros.
Sin embargo, existen terapias para aliviar los efectos de la masa tumoral en el cerebro, darle calidad de vida al paciente y ayudar a prolongar, hasta donde sea posible, su supervivencia.
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