El gran embajador chileno

Myriam B. Moneo septiembre 2, 2014

Tanto o más que sus bellezas naturales, Chile puede presumir de la riqueza de sus viñedos y de su gastronomía. Este país se jacta de las siguientes cifras: cada día seis millones de personas en todo el mundo consumen salmón chileno y casi 17 millones toman una copa de vino producido en sus viñas. Una de cada dos uvas de mesa proceden de Chile.

Muchos de los mejores vinos del país se producen en los alrededores de la capital. En vivo, se puede disfrutar tanto del encanto de una bodega con solera como descubrir los más modernos procesos productivos. La vendimia se lleva a cabo entre marzo y abril.

Es conocida la gran variedad de valles vitivinícolas en Chile, y lo más maravilloso es que desde el mismo Santiago es posible hacer una escapada para conocer alguna de las más de 50 viñas cercanas a la capital.

A la zona central del país, en la cuenca del río Maipo, al sureste de Santiago, es adonde llegaron las primeras parras de Europa. En la actualidad, muchos de los mejores tintos se producen en estas tierras.

Cousiño Macul

Una de las viñas chilenas más tradicionales, fundada en 1856, es Cousiño Macul, gran exportadora de vinos y una maravillosa opción para el turismo enológico. Se destaca por su centenario edificio, con una bodega edificada en 1870 por arquitectos franceses. Se construyó con ladrillos y piedras calizas pegadas con cal y canto, una mezcla de arena y clara de huevo. En el sótano, a siete metros de profundidad, con murallas dobles por donde circula una flujo de aire para crear un sistema de ventilación pasiva, la temperatura es de 14 grados, con una humedad del 75% para la maduración del vino en barricas. Su belleza deslumbra a la luz de las velas, siguiendo la tradición de su fundador, Matías Cousiño. Hoy esta viña continúa en manos de la sexta generación de la familia.

Su denominación procede del apellido familiar y del nombre del área donde se desarrolló el primer predio, dentro del Valle del Maipo, Macul (que significa “mano derecha”), palabra del quechua.

La elegancia, riqueza frutal y acidez balanceada de los vinos blancos de Cousiño Macul se complementa con la frutosidad varietal, cuerpo, complejidad, color profundo y excelente acidez de sus tintos. Se producen con uvas de los predios ubicados en el Valle del Maipo, Macul, al este de Santiago, y el terreno al sureste del valle, cerca de la ciudad de Buin.

Sus vinos se elaboran con Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Cabernet Franc, Petit Verdot, Chardonnay, Sauvignon Gris, Sauvignon Blanc y Riesling.

Casas del Bosque

En el Valle de Casablanca, a 70 kilómetros de Santiago, y a 30 kilómetros del puerto de Valparaíso, se encuentra la viña Casas del Bosque. Fue fundada en 1993 como una viña boutique familiar –de la mano de Juan Cúneo Solari, descendiente de inmigrantes italianos– dedicada a producir vinos de calidad. Cuenta con 232 hectáreas de las cepas blancas Chardonnay, Riesling y Sauvignon Blanc y en tintos, Syrah y Pinot Noir. Mientras, el Carménère y el Cabernet Sauvignon provienen del Valle de Rapel y los tintos de alta gama del Valle del Maipo. Cerca del 80% de la producción se exporta.

Rodeada de bosques de antiguos pinos y olivos, su nombre se originó por las casas de adobe abandonadas que había en la zona. La belleza y paz que transfiere este hermoso enclave rodeado de viñedos es ideal para visitarlo y conocer los secretos de la elaboración del vino y su bodega, su sala de guarda de barricas y degustar exquisitos platos regados con sus excelentes productos bajo El Espino, el árbol más emblemático de la viña.

Casas del Bosque también cuenta con el Restaurante Tanino, cuya carta es una creación del chef Álvaro Larraguibel y Grant Phelps, enólogo jefe.