Conseguir un balance entre protección, economía de combustible y desempeño es una de las principales preocupaciones de los conductores para mantener su vehículo en buenas condiciones y lograr un ahorro a su bolsillo. Existen varios factores a tener en cuenta, sin embargo, el seleccionar un aceite adecuado para el motor es una de las formas más sencillas y efectivas de conseguir esto.
El lubricante es una mezcla de aceite base más aditivos que mejoran sus cualidades, este es esencial para el funcionamiento y rendimiento del vehículo e incluso permite alargar la vida del motor. Además es un producto que tiene muchos otros beneficios como facilitar el arranque, lubricar y evitar desgastes, reducir la fricción metal con metal, mantener limpias las paredes del motor, y mayor potencia, entre otros; pero ¿qué sucede cuando no se le da importancia al aceite que utilizamos en nuestro vehículo?
Existen muchas razones de peso para cuidarnos del aceite que utilicemos; sin embargo, lo primero que debemos conocer es cuál es la recomendación del fabricante, las especificaciones técnicas y analizar bien si solicita estándares de calidad, así podemos darnos a la tarea de buscar entre las marcas que cumplan con esos cuidados. Debemos tener claro que por más bueno que sea el aceite si no es el que recomienda el fabricante no sirve de mucho, explicó Federico Rodríguez, técnico de la Escuela de capacitación Automotriz ECAC.
Rodríguez también indicó que a pesar de que existen en el mercado gran variedad de aceites, con diferentes características y precios para el gusto de los conductores, hay que razonar los siguientes aspectos de los aceites de bajo costo y mala calidad, que se traducen en un “ahorro” engañoso y daños a corto, mediano y largo plazo para el auto:
1. No contribuyen con el ahorro de combustible y la eficiencia del vehículo: La tecnología de los lubricantes de calidad ha demostrado que son capaces de ahorrar combustible. Un aceite con bajas cualidades provoca un mayor desgaste por las partículas de contaminación que produce el motor bajando su eficiencia.
2. Menor limpieza interna del motor, favorece la formación de costras internas: Entre las propiedades del aceite se destaca la detergencia, la cual permite eliminar residuos. Los aceites básicos es muy probable que no contengan este aditivo, lo que significa que ofrecerá menor limpieza interna del motor, y se forman residuos de mayor tamaño obstruyendo las vías por donde debe pasar el mismo aceite y generando problemas mayores.
3. Menos retención de sus propiedades a lo largo del periodo de cambio: Los aceites de menor calidad tienen propiedades menos estables durante el tiempo de uso, por lo que se debe realizar su cambio en periodos más cortos, lo que significa mayor inversión de dinero. A mediano plazo esto se convierte en un equivocado “ahorro” ya que es más costoso hacer cambios constantes por usar lubricantes baratos que cambios de calidad a precio justo.
4. Falta de aprobaciones de los fabricantes de vehículos: Las marcas reconocidas cumplen con estándares de calidad y constantes pruebas de rendimiento en conjunto con los fabricantes de motor y/o vehículo, asegurando la tecnología de vanguardia. Por su parte, las marcas de bajo costo no cuentan con este aval que brinda seguridad y mejores resultados.
5. Generalmente se combina el uso de aceites baratos con filtros baratos: Un filtro barato o de mala calidad, no va a cumplir su función de separar las impurezas que recoge el aceite, haciendo menos efectivo su cambio. Sería extraño que alguien que use un aceite barato se preocupe por un filtro de calidad, peor aún, no lo reemplazan.
6. No permiten aprovechar la tecnología del motor: Al tomar una rápida decisión sobre el lubricante, se dejan de lado aspectos fundamentales de por qué elegir un aceite de mayor rendimiento producido especialmente para la tecnología del motor de su vehículo. No todos los aceites son fabricados de la misma manera ni para los requerimientos de todos los motores. Un buen aceite permite un mayor y mejor funcionamiento de su vehículo.
Al existir una relación directa entre el desempeño y el rendimiento del vehículo con el lubricante que se esté usando, también se debe considerar las condiciones de operación del vehículo, por ejemplo la edad, estado, uso que le dé al auto y el tipo de motor.
Además, hay que tener en cuenta el intervalo de tiempo conveniente para realizar de cambio de aceite, sea por lo establecido según las características del lubricante, las especificaciones del motor o en función de parámetros como el kilometraje y tiempo de uso.
“Lo mejor es llevar un control muy exacto de cada cambio de aceite y preferiblemente usar la misma marca, si se cambia se debe mantener al menos la misma viscosidad y analizar bien si los aditivos extras son recomendados por el fabricante” finalizó el experto.
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