Las personas que nos rodean influyen directamente en nuestro comportamiento y opiniones.
En algún momento se ha preguntado ¿qué tanta influencia tienen sobre usted las personas con las que convive a diario? Quizá ahora piense en cómo ha adoptado modismos de quienes lo rodean, por ejemplo, lo más común es incluir en su vocabulario palabras distintivas que escucha seguido, también ciertos intereses como el deporte, lectura o series de televisión, hasta llegar a pensar como ellos lo hacen. Ante esta influencia, los expertos en psicología invitan a analizar qué tan positiva es la actitud de quienes nos rodean, informa Prensa Libre.
“Los grupos de referencia suelen ser varias personas, aunque también puede ser solo una. Estas influyen significativamente en nuestro comportamiento y su actitud se usa como base para la comparación o referencia de nuestras respuestas afectivas, cognitivas y conductuales. Estas personas pueden ser cercanas, como los amigos, padres de familia y compañeros de trabajo o también son personalidades lejanas como actores, deportistas y celebridades”, explica Elizabeth Ortiz, psicóloga clínica.
La experta afirma que las personas con las que estamos expuestos habitualmente forman nuestra personalidad. Ricardo Llamas Martínez, en el libro Elígete a ti mismo y haz que funcione dice que “las personas con las que pasamos más tiempo determinan las conversaciones que atraen nuestra atención”. Además, con el tiempo empezamos a “comer lo que comen, a hablar como hablan, leer lo que leen, pensar lo que piensan, ver lo que ven, tratar a la gente del mismo modo, incluso a vestir igual que ellos”. Pero todo esto ocurre sin hacerlo intencional, no nos damos cuenta hasta que alguien más nos lo dice.
Ahora piense en quienes son su grupo de referencia, ¿con quienes pasa más tiempo? ¿de quienes se deja influenciar? Ortiz indica que debido a que estas personas influyen significativamente en nuestro comportamiento y aportan intereses, normas y valores lo ideal es que sepamos escogerlas y no solo nos influyan por nuestra proximidad. “La mayoría de los padres de familia les dicen a sus hijos cuando van al colegio que sepan escoger a sus amistades, porque si son estudiantes aplicados, es muy probable que su hijo también adopte esta actitud; pero si se relacionan más con estudiantes que no entregan tareas y tienen otros intereses, es muy probable que su hijo también sea así”.
Esto pasa también en los adultos, si nos reunimos con personas que tienen una actitud positiva, es muy probable que nosotros también veamos la positividad en cada experiencia que tengamos.
Por ello, la psicóloga recomienda elegir al propio grupo de referencia tomando en cuenta cuáles son las actitudes que más nos conviene tener cerca.
Qué tipos de personas tener cerca
De acuerdo con Johana Contreras, coach de vida, las cinco personas más cercanas, con las que más tiempo pasamos, son las que definen nuestra forma de ser. Esto, explica la profesional, es también porque el ser humano aprende por modelo. Es decir, nos preparamos viendo cómo hacen las cosas los demás. Así que las actitudes de quienes nos rodean también nos influyen.
Las expertas recomiendan algunos tipos de personas que deberíamos de tener cerca para mejorar nuestro bienestar emocional y se incremente nuestro crecimiento personal.
Personas positivas. Constantemente ven el lado bueno de las cosas, pero sin exagerar. Tratan de ser objetivas. Ayudan a asumir riesgos y conseguir resultados favorables de los proyectos que se proponen. Además, motivan a quienes están a su alrededor a que crean en sus habilidades y vean oportunidades de crecimiento en cualquier entorno, siempre tomando en cuenta su bienestar y el de los demás.
Personas abiertas. Aquellos que no están encasillados en algún tema o ideología, sino que están libres de prejuicios y dispuestos a escuchar otro tipo de pensamiento, criterios y opiniones, aunque no los compartan. Son personas que empatizan con los demás y les preocupa qué piensen acerca de ellos.
Al estar rodeado de este tipo de personas es probable que practique más la empatía, escucha, comprensión y aleje las críticas hacia los demás porque está dispuesto a aprender de ellos y conocer su visión del mundo. El conjunto de esto le dará equilibrio emocional.
Personas motivadas. Suelen ser personas comprometidas con los proyectos que inician (y por lo regular terminan). Constantemente se proponen objetivos y están entusiasmadas con ellos, por lo que motivan a los demás a involucrarse o a iniciar los propios. Son entusiastas. Tienen la creencia de que los errores son aprendizajes, por lo que no se paralizan por el miedo.
Personas apasionadas. Tienen la característica de saber escuchar con atención a las personas de su alrededor y de lo que ocurre en su entorno. Suelen apoyar a los demás en sus sueños y motivarlos a que los cumplan, así como fortalecer su confianza.
Disfrutan de cada momento y tratan de invertir la mayoría de su tiempo solo en lo que realmente les apasiona, por lo que constantemente están analizando su vida para saber si están haciendo lo que les gusta. Acostumbran a practicar un pasatiempo y dedicar tiempo a sus seres queridos. Son agradecidas.
Personas agradecidas. Estar con personas agradecidas incrementa el bienestar emocional, porque en vez de fijarse en lo que le falta hace un inventario de todo lo que tiene y lo positivo que genera en su vida. Ven oportunidades en cada cosa que se les presenta y no les temen a los errores.
Además, se alegran por los logros de los demás y suelen ser el paño de lágrimas de varios cuando les suceden cosas malas, ya que muestran un interés genuino por los temas de sus amistades.
Tipos de personas que se deben evitar
Así como hay personas que nos aportan energías positivas a nuestra vida, hay quienes nos la roban y hacen que nos enfoquemos solo en lo que nos falta y nos quejemos constantemente. A estas hay que evitarlas para tener bienestar emocional.
Quienes tratan de llamar la atención todo el tiempo. “A quienes hay que evitar es a aquellos que les gusta ser el centro de atención porque suelen ser egoístas y buscan su placer a costa de hacer sentir mal o menospreciar a los demás. Ante estas personas lo mejor es no seguirles la corriente y mantener la calma cuando se converse con ellas. Quienes llaman la atención también son manipuladoras”, dice Contreras.
Personas manipuladoras. Aquellos que tratan de imponer su opinión y controlar los pensamientos de las personas cercanas no suelen respetar la diversidad de opiniones, por lo que tratan de influir -la mayoría de las veces- con comentarios negativos. Para identificarlas, solo debe notar en quién centran la atención en las conversaciones constantes, si es en ellos, en lo que piensan y no respetan la palabra de los demás, entonces es muy probable que sean personas manipuladoras.
Quienes tratan de cambiar la forma de ser de los demás. Hay personas que nos conocieron en otras etapas de la vida y ahora creen que seguimos en ella. Por ejemplo, quienes creen que seguimos siendo adolescentes cuando ya somos adultos con diferentes pensamientos. Suelen dar su opinión de nuestro actuar y comparar lo que hacíamos antes, incluso, consideran que en la etapa anterior que nos conocieron éramos mejores.
A veces estas personas son difíciles de evitar ya que la mayoría son familiares, pero lo aconsejable es aprender a manejar las opiniones de los demás por medio de la autoestima y autoconfianza.
Personas que roban la ilusión. Es importante que evite a aquellos que minimizan sus sueños y cuestionan sus metas, quienes opinan con el fin de disminuir la confianza y expectativas. Cuando se les comparte una ilusión, en vez de alegrarse o apoyar critican o cuentan experiencias que no aportan nada a la situación, sino que centran la atención en ellos.
Quien siempre lleva la contraria. Quizá en algún momento se ha topado con personas que con sus comentarios busca humillarlo y menospreciarlo, debido a que tiene varias diferencias con usted o porque simplemente quiere la atención solo para él. Entonces, lo que pretenden es conseguir su propio placer a costa de cuestionar o destruir las ilusiones u opiniones de los demás. También se caracterizan por hablar de los demás a sus espaldas y expandir comentarios negativos.
Fuente: Prensa Libre
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