Su mal uso aumenta la cantidad de microrganismos resistentes a los medicamentos
Los antibióticos son medicamentos importantes. Sería difícil exagerar el beneficio que la penicilina y otros antibióticos han desempeñado en el tratamiento de infecciones bacterianas, la prevención de la propagación de enfermedades y la minimización de complicaciones graves de las enfermedades.
No obstante, algunos medicamentos que solían ser tratamientos estándar para las infecciones bacterianas ahora son menos efectivos o directamente no funcionan. Cuando un antibiótico ya no tiene efecto en determinada cepa de bacterias, se dice que esas bacterias son resistentes a los antibióticos. La resistencia a los antibióticos es uno de los principales problemas de salud en el mundo, comentan en Mayo Clinic.
El uso excesivo y mal uso de los antibióticos son factores fundamentales que contribuyen a la resistencia a los antibióticos. El público general, los médicos y los hospitales tienen una función que realizar para garantizar que los medicamentos se usen de manera adecuada y minimizar la resistencia a los antibióticos.
¿Qué causa resistencia a los antibióticos?
Una bacteria es resistente a un medicamento cuando ha mutado de manera tal que queda protegida contra el efecto del medicamento o lo neutraliza.
Cualquier bacteria que sobreviva a un tratamiento con antibióticos puede luego multiplicarse y transmitir sus propiedades de resistencia. Además, algunas bacterias pueden transmitir sus propiedades de resistencia al medicamento a otras bacterias, como si compartieran las respuestas de un examen para ayudarse a sobrevivir.
Es normal y de esperar que las bacterias adquieran resistencia a un medicamento. No obstante, la manera en que se utilizan los medicamentos afecta la rapidez y el grado en que se produce la resistencia al medicamento.
Uso excesivo de antibióticos
El uso excesivo de antibióticos (especialmente, tomar antibióticos aunque no sean el tratamiento adecuado) promueve la resistencia a los antibióticos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, entre el 33% y el 50 % de la administración de antibióticos a los seres humanos es innecesaria o inadecuada.
Los antibióticos tratan las infecciones bacterianas, no las infecciones virales. Por ejemplo, un antibiótico es el tratamiento adecuado para la amigdalitis estreptocócica, causada por la bacteria Streptococcus pyogenes; pero no es el tratamiento correcto para la mayor parte de los dolores de garganta, que son consecuencia de un virus.
Si toma un antibiótico cuando en realidad tienes una infección viral, el antibiótico atacará las bacterias presentes en su cuerpo, ya sea las bacterias beneficiosas o las que no están causando la enfermedad. Este tratamiento mal dirigido puede promover propiedades resistentes a los antibióticos en las bacterias inofensivas, las cuales a su vez pueden compartirlas con otras bacterias, o crear la oportunidad para que las bacterias potencialmente nocivas reemplacen a las inofensivas.
Tomar antibióticos de forma responsable
Es tentador dejar de tomar el antibiótico en cuanto se siente bien, pero es necesario que complete el tratamiento para eliminar a las bacterias que produjeron la enfermedad. Si no toma los antibióticos según la prescripción, tal vez luego tengas que reanudar el tratamiento y eso puede promover que las propiedades de resistencia a los antibióticos se extiendan entre las bacterias nocivas.
Consecuencias de la resistencia a los antibióticos
Durante muchos años, la introducción de nuevos antibióticos superaba el desarrollo de la resistencia a los antibióticos; pero en los últimos años, la velocidad de la resistencia a los medicamentos ha contribuido a una cantidad cada vez mayor de problemas médicos.
Anualmente, en Estados Unidos ocurren alrededor de 2 millones de infecciones por bacterias resistentes a los antibióticos, lo cual lleva a 23.000 muertes.
Otras consecuencias de las infecciones por resistencia a los medicamentos son: enfermedades más graves, recuperación más larga, hospitalizaciones más frecuentes o más largas, mayor cantidad de consultas médicas y tratamientos más caros.
Consejos para reducir la resistencia a los antibióticos
1. No presione al médico para que le recete antibióticos. Pídele que le aconseje cómo tratar los síntomas.
2. Practique buenos hábitos de higiene para evitar las infecciones bacterianas que necesitan tratamiento con antibióticos.
3. Asegúrase de recibir y que sus hijos reciban las vacunas recomendadas. Algunas vacunas recomendadas protegen contra las infecciones bacterianas, como la difteria y la tosferina (coqueluche).
4. Reduzca su riesgo de contraer una infección bacteriana por intoxicación alimentaria. No beba leche cruda, lávase las manos y cocine los alimentos hasta que lleguen a la temperatura interna correcta.
5. Adminístrase los antibióticos solamente según se los recetó el médico. Toma la dosis diaria correspondiente y complete todo el tratamiento.
6. Nunca tome el antibiótico que le haya sobrado de una enfermedad para otra posterior, porque puede no ser el antibiótico correcto y tampoco recibirás el tratamiento completo.
7. Nunca tome los antibióticos recetados para otra persona.
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