25 enero, 2024

3 prácticas eficaces para recuperar la motivación

Redaccion septiembre 2, 2014

Cuando nos falta motivación interior es hora de practicar los consejos de este experto de Harvard.

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La motivación personal es un motor necesario para avanzar en la vida. Según expertos de Naciones Unidas, impulsada por la curiosidad, «nos estimula a aprender y mejorar, y a establecer y cumplir objetivos«.

La motivación tiene mucho que ver con la felicidad, de ahí que sea un tema de estudio clave en la psicología humana.

Existen muchas teorías: los tres factores de McClelland, la Pirámide de Maslow, la teoría del factor dual de Herzberg. Una de las clasificaciones de motivación más común es la motivación intrínseca – la que proviene de usted mismo- y la extrínseca -la que nace de estímulos externos-.

Hace unos días, el profesor de la Escuela de Negocios de Harvard Arthur Brooks hablaba de ello en su columna en The Atlantic, invitándonos a trabajar en la primera, la única que verdaderamente depende de nosotros.

El grado de motivación de cada individuo está lejos de ser directamente proporcional al valor de aquello que lo provoca, la importancia que le da la persona que lo recibe la que determina la fuerza o el nivel de motivación.

De hecho, las personas con inteligencia emocional suelen tener mayor motivación intrínseca, tienden a ser más creativas, obtienen mayor satisfacción y rinden más a lo largo del tiempo.

En este sentido Brooks propone: «La clave es construir nuevos hábitos de pensamiento«. Según el experto puedes hacer esto:

Detecte lo que le desmotiva en el día a día. ¿Cómo? Preste atención a sus sentimientos. «Cuando observa sus emociones como si pertenecieran a otra persona, le da mejores consejos», explica el experto. Por ejemplo, puede escribir un diario donde refleje los momentos en que se siente más desmotivado o deprimido, especificando el momento del día o la tarea que lo provocan. «Luego, consideré cómo puede hacer pequeños cambios en su rutina que mejoren su estado de ánimo».
Reduzca su desmotivación reduciendo sus expectativas. «Pregúntese con calma si le está pidiendo al mundo algo que le es imposible dar -explica Brooks-. Si es así, puede que esté buscando su felicidad en el lugar equivocado«. Si toda nuestra motivación viene del exterior estamos destinados a fracasar. A veces, reducir nuestras expectativas sobre el mundo nos permite centrarnos más en nuestro interior y trabajar en objetivos más gratificantes como seres humanos. «Trabajé creativamente sin buscar fama, dinero o placer. De lo contrario, terminarás en una cinta de correr hedónica«, dice Arthur Brooks.
Practique esas actividades que sí le motivan. «Una investigación publicada el año pasado en el Journal of Personality and Social Psychology mostró que participar activamente en una actividad agradable mejora el estado de ánimo más que evitar hacer nada, suprimir el mal humor o imaginar buenos momentos». Leer, caminar por la naturaleza… Sólo usted sabe lo que le motiva. Evite que la apatía le impida disfrutar de esos momentos. Hacerlo beneficiará a su motivación general.

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