24 abril, 2018

Inteligencia artificial a su servicio

Arturo Castro febrero 26, 2015

La computadora del Salón de la Liga de la Justicia o la que guiaba el rumbo del USS Enterprise de
Star Trek a través del espacio –que se activaban y ejecutaban órdenes con la voz–, saltaron de las
pantallas y dejaron de ser ficción. Los asistentes virtuales ahora salvan vidas.

“¡Alexa llama al 911, Alexa llama al 911!”. Eran los gritos de auxilio de una mujer, registrados en la llamada del servicio de emergencia. El asistente virtual de Amazon llamó a la policía del condado de Bernalillo, Nuevo México, quienes se trasladaron al hogar, salvaron su vida y la de su pequeña.

El mismo sistema será utilizado como “testigo” en el juicio del asesinato de Victor Collins, en Bentonville, Arkansas, pues, al parecer, Alexa registró órdenes de selección de música en el sitio del crimen, cuando el principal sospechoso alega haber estado dormido en el momento en que acabaron con la vida de la víctima.

“Los asistentes virtuales, programas especiales que varían según su funcionalidad, reciben las instrucciones del usuario y las ejecutan por ellos, desde agendar una reunión en el calendario, crear un recordatorio, hasta buscar recetas en Internet, conocer la duración desde mi punto actual al de destino (incluidos los embotellamientos), entre otros”, explica Fabián Vargas, gerente general de la firma de tecnología Zews.

Los asistentes virtuales nos acercan más al sueño humano de contar con androides que faciliten la vida diaria.

Estos “personajes” de realidad virtual tienen nombre. Una de las más conocidas es Cortana, la asistente digital de Microsoft, que se lanzó en el 2014 como una manera de ayudar a la gente con sus tareas diarias, desde recordarles comprar leche en la tienda hasta ayudarles a navegar en su regreso a casa. Ella aprende más sobre la gente con el tiempo, para ofrecerles recomendaciones personalizadas.

“Pero ella no solo es una serie de respuestas robóticas; fue diseñada para tener una personalidad real que sale a través de su voz, las cosas que dice e incluso su personaje animado, un círculo que cambia su forma”, explica Ineke Geesink, gerente regional de Windows, de la compañía Microsoft.

Tatiana Márquez, gerente de Comunicaciones para Centroamérica y el Caribe de Google, asegura que el asistente de esta firma (que no tiene nombre de pila) es el resultado de los avances por los que trabajan para que la tecnología haga más fácil la vida.

“A través del asistente, podemos interactuar con la tecnología de forma natural y sencilla. En otras palabras, Google Assistant junta la tecnología y la inteligencia artificial que hemos estado construyendo durante años para ayudar a que las actividades diarias sean más fáciles, haciendo que la máquina entienda su contexto, su situación y necesidades, ofreciendo una solución ideal en el momento que más lo requiere”, dice Márquez.

Al igual que estas compañías, Apple también tiene a su asistente Siri, que con el tiempo ha aprendido a conocer más a los usuarios, y responde con frases más simpáticas, y hasta puede cantar si se lo piden (aunque lo hace sin mucho ánimo). Además de tenerla en los teléfonos, tabletas y computadoras, también lo incorporó al Apple TV.

Desafíos futuros

Para Vargas, los requerimientos de los clientes son más exigentes, las solicitudes ingresan por más canales (redes sociales, apps o sitio web) y “debemos estar encima de ello, con un asistente virtual cuya única función sea integrar todas estas comunicaciones en un repositorio común para que el equipo pueda tenerlas siempre a la vista”.

Por otra parte, Microsoft anunció Cortana Skills Kit y Cortana Devices SDK, con el fin de que esta tecnología llegue a más dispositivos y a través de diversas plataformas como Windows, Android, iOS, Xbox y demás dispositivos en los que esté disponible Cortana.

Por ahora, estos asistentes nos ayudan a simplicar las tareas diarias, pero los hechos nos dan a entender que, en unos años, Alaxa, Cortana o Siri podrán ser más que voces. Es un primer paso para robots domésticos que conversen con nosotros.