Desde el 2010, la marina trabaja para consolidarse como ese espacio en el que los turistas puedan atracar sus botes y además encontrar amenidades de primer mundo.
Cuando se inauguró la primera etapa de Marina Pez Vela, ubicada en la costa del Pacífico de Costa Rica, el trabajo de la organización se enfocó en consolidarse como la opción por excelencia para aquellos turistas que visitaran Costa Rica de forma marítima.
Es así como a lo largo de los últimos años, la marina de Quepos se convirtió en el punto de encuentro para los visitantes que desean recibir una atención capacitada y personalizada, y que también buscan disfrutar de amenidades de primer mundo.
Quienes visitan sus instalaciones pueden encontrar casi 200 atracaderos, 10 condominios, ocho restaurantes, parqueo bajo techo, tiendas y un centro médico, además de un astillero con un servicio de clase mundial. Con ello, el turista se garantiza que podrá satisfacer todas sus necesidades y requerimientos en un solo lugar.
“Nuestro servicio al cliente está enfocado en la atención profesional y de calidad a los visitantes, y en el que dejemos constancia que estamos capacitados para hacer de su estadía una experiencia realmente única e inolvidable. Eso siempre los impulsará a volver”, explicó Jeff Duchesneau, gerente de Marina Pez Vela.
Fórmula ganadora
La clave del éxito de Marina Pez Vela se basa en el trabajo de un personal altamente calificado, la promoción de la innovación constante en actividades relacionadas con la cultura marítima y siempre estar a la vanguardia en el avance de la industria.
Precisamente, los logros alcanzados por la organización este 2021 estuvieron enfocados en trabajar en conjunto con la comunidad de Quepos por la reactivación económica de la zona. Además, promover el voluntariado entre sus colaboradores como sentido de pertenencia y desarrollar una cultura de responsabilidad social ante el entorno.
Partiendo de estos principios es que Marina Pez Vela se trazó como objetivos organizacionales servir al cantón, a sus colaboradores, a las marcas que la han respaldado y al turista que cree fielmente en las comodidades del lugar.
UNA LEY QUE APUESTA AL DESARROLLO
Uno de los logros alcanzados este año, y que contribuirá al desarrollo del sector fue la firma de la “Ley de Impulso a las Marinas Turísticas y el Desarrollo Costero” (Ley número 9977), y con la que Costa Rica se vuelve altamente competitiva en una realidad post pandemia.
Con una propuesta innovadora, esta legislación moderniza las condiciones en que operan las marinas y amplía los alcances de la Ley de Concesión y Operación de Marinas y Atracaderos Turísticos, fortaleciendo así a Costa Rica como un destino internacional ideal de turismo náutico.
Actualmente, Costa Rica permite el ingreso de turistas vía marítima en yates y veleros por las marinas Bahía Golfito, Los Sueños, Pez Vela, Banana Bay y Papagayo. En conjunto suman 800 puestos de atraque y atienden decenas de embarcaciones nacionales y extranjeras por mes, la mayoría de bandera extranjera de los EE.UU. (Pre pandemia 550 por mes; 350 de bandera extranjera).
Estas marinas han llegado a emplear de manera directa a 2.500 personas y generan un importante número de empleos indirectos asociados a servicios de las embarcaciones y comercio turístico.
Reconocimiento que premia el esfuerzo
Por segundo año consecutivo, la Cámara Costarricense-Norteamericana de Comercio (Amcham) otorgó una mención honorífica en la categoría de Contribución y Alianzas para Combatir el COVID-19 a Marina Pez Vela. El premio les fue otorgado por las soluciones creativas y estar a la vanguardia en las distintas iniciativas relacionadas con la atención de la pandemia.
El reconocimiento fue por el proyecto ¡MPV Presente!, con el que la organización demostró que consideran que la clave para superar la crisis generada por la pandemia es la solidaridad, el apoyo y el trabajo por los mismos objetivos. De allí que se crean iniciativas que apoyan a sus colaboradores y a la comunidad, y también a las autoridades del país. Con esta campaña, Marina Pez Vela generó nuevas formas de aprovechar sus recursos para transformarlos en oportunidades de constituir un pilar más, sobre el cual soportar la dura carga que conllevan los esfuerzos de control de la crisis sanitaria en Costa Rica.
“Esto significó que pudimos estar presente con voluntariado para la campaña de vacunación, además facilitamos el uso de las instalaciones y del mobiliario para ello. También decidimos donar la alimentación del personal de salud que participó en las jornadas y establecimos un centro de llamadas para la coordinación de citas para las vacunas y seguimiento de las órdenes sanitarias”, concluye Duchesneau.
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