Cristina Sosa, la CEO de “RAW Residency”, vive momentos de mucha plenitud en su vida.
Por Milagros Sánchez
Su personalidad y nivel de profesionalismo se imponen. Independientemente que esté haciendo en su vida, Cristina Sosa siempre da el cien por ciento de su talento al punto que por donde pasa deja huellas.
Conversar con ella es descubrir lo fascinante que ha sido su trayectoria desde niña, cuando descubrió en el baile un talento innato. A partir de entonces viene creciendo espiritualmente y profesionalmente, conociendo muchísimas personas interesantes, recorriendo mundo y aprendiendo cosas nuevas .
Es poseedora de una vibrante personalidad, con facilidad de palabra y buen trato con la gente. Actualmente está enfocada en su comunidad “RAW Residency”, la cual promueve con mucho entusiasmo porque es la suma de todas las experiencias acumuladas durante más de diez años de una vida que más que larga, ha sido intensa.
“Ella nació con el don de liderazgo y la virtud, capacidad y disposición de hacer el bien”, expresó muy orgullosa su madre, Inés Portilla.
Vida y Éxito ha seguido de cerca el desarrollo y los logros profesionales de Cristina, quien con su personalidad arrolladora crea productos y servicios únicos de gran valor para la sociedad.
Gimnasio para la mente y alma
¿Qué es “RAW Residency”?, su CEO explica que es una comunidad de personas con ideas afines que pretende ser el puente de crecimiento, movimiento y conexión para sus integrantes, con la finalidad de que aquellos que la forman sean más auténticos, felices y responsables de sus actos. Es decir que “somos como un gimnasio para la mente y el alma”.
Desde esta plataforma, concepto creado por Cristina, organiza charlas, talleres, club de libros y sesiones de yoga con personalidades como Jason Silva, orador, filósofo y presentador de televisión; la astróloga Mía Astral; Mariana Atencio, conferencista motivacional y periodista, y Andrea Minsky, también periodista y presentadora de televisión, entre muchos más.
Sin embargo, con la llegada de la pandemia y los cambios que los seres humanos experimentaron de forma abrupta, tuvo que reinventarse para ofrecer alternativas a los miembros de su comunidad. Fue así que de ofrecer diez actividades presenciales al mes, tuvieron que aumentar el número de encuentros, vía zoom, con la particularidad de que el tema del coronavirus estaría fuera de agenda, pese a que el mundo estaba hablando únicamente de eso.
“Nos dijimos, esto es un espacio para hablar de todo, menos de COVID-19, si se mencionaba algo era solamente compartir el sentimiento que estábamos pasando y nos centramos en el crecimiento, movimiento y conexión”, dijo Sosa.
Además amplió su oferta con “RAW Latino” que es a su vez, parte de “RAW Residency” con la particularidad que el idioma que usan sus miembros es el español, pero su naturaleza es la misma.
Reconoce que cambiar la dinámica original fue, en un inicio, un tanto complejo porque la energía que se transmite de forma presencial es insustituible, algo que era imposible de hacer dado el confinamiento. Pero a pesar de ello, han logrado resolver las limitaciones y continúan con el mismo entusiasmo.
Entre los planes en agenda, se encuentra un evento presencial en Miami que se estará dando a conocer muy pronto.
Bailarina profesional
Cristina, es una empresaria “internacional”, nació en Venezuela, emigró a Miami a los once años, residió en Nueva York y actualmente en Tulum, México.
Goza de amistades en todos los continentes y casualmente esas amistades son las que le han ayudado a innovar y entender las diferentes culturas.
“Para ser honesta me identifico mucho con la cultura internacional porque crecí en Miami pero mis amigas son dominicanas, españolas, colombianas, de muchas partes. Pero además tengo familia en Puerto Rico, República Dominicana y España”, expresó.
Recordó que durante su etapa escolar en el prestigioso colegio de Miami Gulliver Prep, descubrió su pasión por el baile habiendo formado parte del grupo de danza de su escuela, donde saboreó el gusto por los escenarios y los aplausos.
Pero, es en Nueva York que decide ser bailarina profesional, integrándose a “Rhapsody The Company” de la coreógrafa Rhapsody James, quien ha trabajado con grandes celebridades como Beyoncé, Madonna, Ariana Grande y JLo, solo por mencionar algunos nombres.
Su enorme talento de bailarina la llevó a participar en giras con artistas internacionales, también estuvo en videos musicales con Ricky Martin, Pitbull, Don Omar, Daddy Yanky, Chino y Nacho y Pee Wee entre muchos más.
El baile le ayudó a ser creativa, innovar, aprender disciplina y ver cómo se triunfa en una industria muy competitiva. Sin embargo, ella sabía en su interior que su destino era ser empresaria y con eso en mente regresó a Miami.
Debido a su amplio repertorio de amistades, su capacidad de liderazgo y su don de gente, se convirtió en la encargada de membresía de “Soho House”, un club de membresía a nivel mundial donde gente joven y creativa se juntan.
Esta experiencia le sirvió para crear su firma consultora “yNESS Connect” que estaba enfocada en construir comunidades y seleccionar clubes y experiencias de membresías. Entre sus clientes figuran Adidas, Casa Tua, Hotel South Beach y Spotify.
De la mano con las causas sociales
Cristina, también se ha dado tiempo para las causas sociales, creó una organización llamada “Peace for a Nation” donde realizaban actividades como recolectar basura en las islitas de Miami Beach, hacer conciencia de lo que pasa en Venezuela y otros países en conflicto.
Su madre Inés asegura que quienes conocen a Cristina “saben que su corazón es de oro y su compromiso con hacer el bien lo tiene siempre presente”.
También dentro de “RAW Residency» realizaron aportes económicos y visitas a “Lotus Houses” en Miami, un refugio para mujeres y niños donde reciben terapias que les devuelven la esperanza y los motivos para un cambio radical en sus vidas. El centro además brinda capacitación, asistencia laboral, consejería y tutoría a los niños.
“Lotus House me enseñó a dar y recibir amor, algo que es gratis. Las personas nos creamos los problemas mentalmente y olvidamos que tenemos lo que necesitamos, además que nos esforzamos por cosas materiales cuando en la sencillez puede estar la felicidad. Que rico es ir con ellos y darles amor, bailar con los niños es maravilloso, por eso es importante gozar la vida”, expresa.
Sobre sus relaciones familiares, Cristina aprovecha la ocasión para hacerle un merecido homenaje a su madre, quien ha sido clave en su vida. “Ella me enseñó mis primeros pasos de baile y siempre me ha motivado a buscar lo que me haga feliz en la vida”.
Recuerda con enorme cariño a su abuela materna Ana Torres Portilla, a quien le llamaba cariñosamente “abuela mami”. También tiene palabras especiales para su primo Armando Pérez, “quien me ha inspirado y apoyado muchísimo porque a pesar de las dificultades, Armando es pura luz”.
Hoy en día, mientras disfruta caminar por la playa y las cosas sencillas, sintiéndose más feliz, trata de llevar su vida bajo cinco acuerdos de Talo Miguez: perdonar es perdonarse, lo que resiste persiste, dar es darse, juzgar es juzgarse y amar es amarse.
“Mi legado es trabajar en mí misma para que mi presencia libere a otros. Un consejo para todos, hagan lo que les haga feliz”, concluyó.
Plan de membresía
- RAW Residency (Latino): US$33,99 al mes. Ofrece más de cuatro actividades al mes de forma virtual.
- RAW Residency (Global): US$80,99 al mes. Ofrece más de 20 actividades al mes de forma virtual.
- RAW Residency Premium: US$129,99 al mes. Ofrece más de 20 actividades al mes de forma virtual.
Para más información visite la página web: rawresidency.com y su cuenta de Instagram: @rawresidency
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