Es abogado desde el año 1985 y ha ejercido su profesión con un alto sentido de justicia y calidad humana.
Por Milagros Sánchez Pinell.
Después de más de tres décadas de experiencia, Luis Miguel Martín Rubio, socio de la firma internacional Ontier, es considerado como uno de los mejores abogados de España en Derecho Corporativo, Mercantil, Fusiones y Adquisiciones.
Realizó sus estudios de Derecho en la Universidad de Sevilla (US). Es máster en Alta Dirección de Empresas en el Instituto Internacional San Telmo, donde también se formó en Alta Dirección de Instituciones Sociales.
Antes de formar parte de la firma Ontier, fundó el despacho A & C Abogados, junto a otros dos socios. Fue director de área en Hacienda Municipal en Sevilla, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla y presidente ejecutivo de la Sociedad Estatal de Gestión de Activos (AGESA).
También fue vicepresidente de la entidad financiera Cajasur, director general de la fundación de la empresa andaluza Sánchez Ramade y director de negocios en la firma Ernst & Young (EY).
Además, el señor Martín Rubio ha trabajado en la docencia como profesor de Derecho Procesal en la Facultad de Derecho de La Universidad de Sevilla (US) y profesor del Máster de Finanzas y Banca de la Universidad Pablo de Olavide (UPO).
Actualmente preside la Asociación de Directivos de Andalucía, donde participan alrededor de medio millar de directivos de empresas de los más diversos sectores y es miembro del ilustre Colegio de Abogados de Sevilla.
“Luis Miguel goza de una gran reputación y respeto como persona y abogado. Es, quizás, uno de los abogados más prominentes de España y de Europa. Es un honor que sea el personaje de la semana de Vida y Éxito”, expresó Roberto Argüello, chairman de la revista, quién también lo define como ser extraordinario y el amigo perfecto.
El señor Martín Rubio desde hace más de treinta años está felizmente casado con Mercedes Moron Laguillo. “Cada día quiero más a mi mujer que me ha dado la oportunidad de tener tres maravillosos hijos :Mercedes, Ángela y Luis. Sin Mercedes tendría poco sentido mi existir y estoy encantado de pasear con ella por la vida”.
¿Quién es para usted Luis Miguel Martín Rubio?
Un profesional del sector de la abogacía que nació en Sevilla en 1962 y que ocupa el quinto puesto de una familia de diez hermanos. De padre comerciante y madre neoyorkina, lo que marcaría mi forma de ser, por un lado, cosmopolita y ciudadano del mundo y por otro lado, al criarme en un ambiente familiar tan numeroso, me llevó a tener dotes de “supervivencia”. Desde muy joven compaginé mis estudios con el trabajo y con 13 años colaboraba en el negocio familiar y en otras actividades laborales para ayudar a sufragar mis estudios.
¿Cómo llega a decir “voy a estudiar la carrera de derecho”?
Como mi padre estudió Derecho me familiaricé con sus libros y era una materia que me gustaba. Me parecía una función social muy interesante poder ayudar a personas y empresas en sus problemas cotidianos, pues el Derecho forma parte de la vida del ser humano. El Derecho es básico para regular la vida del hombre en sociedad.
¿Podría resumir la trayectoria profesional que más influyó en usted hasta llegar a ser socio de ONTIER Sevilla?
Creo que mi paso por la gestión de lo público me marcó y fue una etapa apasionante en mi carrera profesional porque tus decisiones influyen en la vida de muchas personas. A modo de ejemplo, fui teniente alcalde del Municipio de Sevilla y mis decisiones afectaban a cerca de un millón de personas. Ello te obliga a ser muy responsable y procurar buscar siempre el interés común, lo cual es difícil cuando en una decisión puede haber intereses contrapuestos. Reconozco que es la etapa profesional que más me marcó y de la que me siento más orgulloso y satisfecho, si las decisiones adoptadas influyeron para mejorar la vida de los ciudadanos.
¿Qué lo motivó a ser uno de los socios del Bufete Ontier Sevilla?
Me siento muy agradecido de que la firma internacional de abogados Ontier se fijara en mí y contara conmigo para sus proyectos de crecimiento y desarrollo. Lo que más me atrajo es el perfil y la calidad humana de los socios y profesionales, y por otro lado, su visión internacional. Cada mañana tengo el privilegio de abrir una ventana al mundo, sin límites de fronteras. Se trata de un trabajo apasionante que me ha llevado a desarrollar un trabajo en todos los países donde Ontier opera y fundamentalmente en el continente americano. Mi primer contacto con mis compañeros fue en noviembre de 2014 en la convención internacional de la firma en Lima, Perú. Allí me enamoré de la firma y de los países americanos, donde tenemos una intensa actividad.
Usted es reconocido como uno de los mejores abogados de España en su especialidad. ¿Cuáles considera que han sido las claves de su éxito?
Formación, formación y formación, un continuo aprendizaje. Estar al día de todo lo nuevo permanentemente, lo cual es difícil en un mundo en constante cambio y en donde la información fluye por todos los rincones. En Ontier tenemos una máxima que es que somos “un despacho global con alma local”. Ello te lleva a otras de las claves del éxito, nunca dejar de ser tremendamente humano.
¿Qué es lo más gratificante y retador de su trabajo dentro del bufete?
Lo más importante es cuidar del mejor activo de la firma que son tus propios compañeros. Saber de sus inquietudes, sus problemas o alegrías personales. También es fundamental cuidar el talento y evitar cualquier deserción en el equipo. En esta tarea un directivo debe poner todo el empeño.
Muchas veces se habla de los límites que uno establece como profesional, es decir, decidir a quién se elige como cliente. ¿Cuáles son sus límites?
Los límites de la moral, la honestidad y muy importante, el sentido común.
¿Cuál considera que ha sido su aporte a la firma?
Sin ser pedante, ni pecar de falsa humildad, debo decir que la firma me lo ha dado todo. Nadie es imprescindible y el éxito es una cadena llena de eslabones de esfuerzos personales dentro del equipo.
¿Qué significa para usted profesionalmente ser socio de Ontier Sevilla?
Un trabajo que llena todas mis ambiciones personales y vitales.
Podría contarme un poco de su faceta como profesor universitario de la carrera de Derecho…
Lo resumo en un pensamiento del fundador de una de las escuelas donde inicié mis estudios, San José de Calasanz que decía: “aquellos que enseñan a muchos el camino de la justicia, brillarán como estrellas en eternos firmamentos”.
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