Vivir juntos: estrategias para gestionar los gastos al compartir hogar con amigos o pareja

Es importante tomar decisiones sobre los gastos compartidos y comunicarse para evitar malentendidos.

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Vivir con alguien más puede ser complicado y más si se trata de temas de dinero y cuentas. Sin embargo, también puede ser una opción más cómoda, sencilla, efectiva, económica y menos solitaria.

Cuando se comparte vivienda con otra persona, es fundamental determinar desde el principio cómo abordar los costos compartidos. Ya sea que se mude con su pareja, compañeros, amigos o familiares, es necesario dividir los gastos de manera equitativa.

Incluso, un estudio de la revista Money encontró que el 70 % de las parejas casadas discuten sobre el dinero por encima de otros temas. También, una investigación de la compañía de servicios financieros Ameriprise Financial determinó que los puntos de desacuerdo más comunes cuando se trata de plata son: compras importantes (34%), hábitos de gasto de la pareja (23 %) y decisiones de inversión importantes (14 %).

Por lo tanto, es necesario tomar decisiones para evitar problemas y malentendidos. Además, esto ayudará con la organización y a llevar las cuentas claras.

De acuerdo con el portal de la compañía de finanzas BudgetBakers, existen tres maneras de organizar los gastos:

1. Por igual: cuando las cuentas se dividen exactamente por la mitad.
2. Proporcional a lo que ganan: la persona que gana más aporta un porcentaje mayor y el otro individuo paga su parte en concordancia con sus ingresos.
3. Proporcional a lo que usan: se basa en pagar de acuerdo con lo que se usa, como el arriendo, gas, luz, agua y otros servicios compartidos.

Después de establecer cómo se dividirán los costos, se deben tomar otras determinaciones importantes. Dentro de estas se incluye decidir si van a abrir una cuenta en conjunto  y quién se va a encargar de manejar el dinero y hacer los respectivos pagos.

Estos son algunos de los gastos sobre los que tendrá que ponerse de acuerdo con su compañero o compañeros de vivienda:

•     Servicio de internet.
•     Servicio de telefonía.
•     Servicios de televisión por cable o plataformas de ‘streaming’.
•     Reparaciones y arreglos.
•     Remodelaciones.
•     Servicios de limpieza.
•     Arriendo.
•     Energía eléctrica.
•     Agua potable.
•     Gas.
•     Mercado.

Lo más importante durante este proceso es la comunicación. También, se recomienda anotar los acuerdos sobre los gastos del hogar y el método de pago escogido con el fin de evitar malentendidos y desacuerdos.

“Mudarse con alguien es un gran paso y requiere algunas conversaciones incómodas, pero críticas. Planificar con anticipación y comunicarse abiertamente puede ayudar a aliviar los posibles problemas que surgen al mezclar dinero y relaciones”, explica el sitio web del banco estadounidense ‘Chase Bank’.

Fuente: El Economista

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