5 abril, 2017

Ambiente de trabajo colaborativo: Clave para la transformación digital

La transformación digital de las empresas implica cambios importantes en la cultura organizacional, entre los que destaca contar con un ambiente colaborativo, donde se brinde soporte a los objetivos del negocio

La cultura organizacional es un término que comúnmente se refiere a cómo una organización está estructurada, cómo opera y cómo enfrenta sus retos. Para los departamentos de TI esto define casi en su totalidad la manera de funcionar, situándolos al servicio de la organización, pero con poca relevancia al momento de tomar decisiones de negocios.

La Transformación Digital amenaza con derribar todos estos esquemas y el departamento de TI, y la organización entera, necesitan funcionar de una manera acorde a los nuevos paradigmas. Después de una Transformación Digital en una empresa o en una de sus unidades de negocios, el clima organizacional de dicha unidad tendrá mucho que ver con los resultados que se obtengan, más allá de los beneficios automatizados.

Las jerarquías intra-organizacionales, basadas en el esquema ordenar-vigilar, suelen ajustarse muy mal a los esquema digitalizados. Lo ideal es lograr un ambiente de personas felices, habilitadas para realizar el trabajo y para ayudar a otros a realizar el suyo. Se trata de que los empleados sean autónomos y tengan propósitos de trabajo claros. Al final se basa en que los empleados estén felices en sus trabajos, se sientan productivos y comprendan que la nueva forma de realizar los procesos –a la manera digital—no sólo les ahorra trabajo y aumenta su efectividad, sino que también los habilita para encarar nuevos retos, obtener mejores ingresos y hasta crecer dentro del organigrama de responsabilidades.

Adiós al convencional departamento de bomberos, perdón de TI

Los departamentos de TI son uno de los mejores lugares para medir el cambio cultural gracias a la digitalización. Estos departamentos son quizás los que sufren la mayor transformación, pasando de simples “apagafuegos” que tenían que correr de un lado a otro resolviendo problemas y “apagando incendios” y convirtiéndose en un centro de innovación tecnológica.

El “nuevo” departamento de TI deberá, además de vigilar el funcionamiento de la estructura, ser capaz de proponer ideas que afecten profundamente el negocio. Para eso debe ocurrir un proceso que tiene al menos tres partes fundamentales: inversión en tecnología de primera –propia o rentada como servicio–, reingeniería de las labores de los empleados y cambio de actitud en los recursos humanos. Cualquier transformación digital que no impulse en el departamento de TI estas tres acciones –incluso si deciden tercerizar sus funciones de TI—estará bajo la amenaza de no ser sostenible en el tiempo, de no poder innovar en la misma proporción que lo necesite el negocio.

Resumiendo, un departamento de TI moderno, trabajando en colaboración con las unidades de negocios –y no sólo resolviendo problemas– es clave para la transformación digital de las empresas. Si cree que es momento de llevar a su equipo a otro nivel contáctenos y le asesoraremos sobre las mejores opciones para hacer crecer su negocio y construir su camino hacia la transformación digital.

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