El control aduanero virtual podría duplicar la eficiencia en el proceso de revisión sin que se deba contratar una persona más, afirma experto de LEAD University.
Incluir nuevas tecnologías en el control aduanero de las mercancías tendría un impacto importante que beneficiaría al comercio, debido a la disminución en los tiempos de revisión y de costos para los importadores.
Esos son algunos de los beneficios que tendría el llamado “aforo aduanero virtual” que ya se aplica en algunos países latinoamericanos, según explicó Juan Luis Zúñiga, director de la carrera de Bachillerato en Comercio Internacional de Lead University.
Para Zúñiga, el control virtual generaría una mejora en el clima de negocios y aumentaría también la confianza de los inversionistas, sobre todo de empresas de zonas francas que buscan opciones para reducir costos y maximizar beneficios.
Estas apreciaciones las brindó el especialista en su artículo “Aforo Aduanero Virtual: la tecnología al servicio del control aduanero y la facilitación del comercio”, publicado en la última edición de la revista Logos.
Control más eficiente
En el país existen 7 aduanas, las cuales se dividen en aéreas, marítimas y terrestres. El valor total de importaciones del país pasó de US$9.500 millones en 2009 a US$16.109 millones, para un crecimiento de 68%, según un informe de la Contraloría General de la República publicado en diciembre del 2020. Para el 2019, las importaciones totales en 2021 aumentaron a US$ 18.428 millones.
Para el caso del régimen de importación definitivo, el mismo órgano contralor identificó un aumento en los tiempos promedio para que la aduana procediera con la autorización de levante de las mercancías en el periodo entre 2017 y 2019. En el canal de aforo rojo y vinculado con la revisión física de las mercancías, el trámite de despacho se incrementó́ en promedio 5,54 horas por declaración aduanera.
“Las aduanas requieren control sobre las mercancías porque, entre otras cosas, tienen que cobrar impuestos, aplicar tratados comerciales y asegurarse que los productos cumplan regulaciones no arancelarias. En ciertos casos se deben practicar controles físicos de las mercancías, lo cual implica inspecciones para contrastar y confirmar que los datos de declaración de aduanas sean correctos. Este proceso se le conoce como aforo aduanero”, explicó Zúñiga.
El problema estriba en que para llevar a cabo ese control en el país, los inspectores aduaneros deben hacerlo de forma presencial, lo que implica costos de traslado, y un mayor tiempo para finalizar el despacho aduanero, lo que demora los procesos de desalmacenaje y la entrega de las mercancías.
En algunos casos, la revisión puede tomar horas o incluso días, dependiendo de la complejidad del embarque y de la distancia entre la aduana y la instalación donde se encuentran las mercancías. Estos costos adicionales son consecuencia de un mayor tiempo de almacenamiento, y se terminan sumando al precio que pagan los consumidores.
“Una revisión virtual de las mercancías sería un proceso más eficiente, a la luz de experiencias de países como Brasil y Perú, donde hubo resultados muy positivos, al punto que los tiempos de las inspecciones de mercancías se redujeron en alrededor del 50%, permitiendo inspeccionar una mayor cantidad de mercancías y declaraciones de aduanas a un menor costo. Si se implementa un proceso similar en Costa Rica se esperarían mejoras sustanciales en la utilización del recurso humano sin necesidad de contratar una persona más”, explicó el experto.
En Perú y Brasil, se adoptó el aforo virtual a sus procesos de revisión, impulsados principalmente, por las medidas de contención para evitar contagios debido a la pandemia por el Covid-19. Sin embargo, tras la reducción de las restricciones, la inspección remota continúa funcionando.
En China, por ejemplo, la introducción del sistema mejoró la eficiencia de la operación aduanera y redujo la movilización del personal, lo que alivió el problema de la falta de mano de obra durante la crisis sanitaria.
Cambio tecnológico
Para incorporar esta tecnología se requeriría una robusta conexión a Internet que permita la transmisión de información y datos en tiempo real, cámaras de alta resolución colocadas estratégicamente en los sitios donde se encuentran las mercancías, Además, en el lugar donde se encuentra el aforador (técnico que realiza la inspección) deben estar disponibles monitores y, es posible, que sea necesaria un protocolo de actuación y una aplicación informática para ejecutar la revisión virtual. Los costos de su implementación son menores en relación con los beneficios que traería aparejados, debido a la agilización del despacho aduanero.
De acuerdo con Zúñiga, no sería necesario un cambio en la ley, ya que el control aduanero se mantendrá, solo que se realizará en forma remota. Lo que si es necesario es voluntad política para realizar el cambio.
“Es una oportunidad para mejorar. La inspección virtual de mercancías es una tendencia global que ayudará a las autoridades aduaneras a realizar su trabajo de forma más sencilla, rápida, segura y a un menor costo. Es un cambio de paradigma que, sin duda, contribuirá a mejorar los estándares de facilitación del comercio y fortalecer los controles de aduanas”, puntualizó el especialista.
Una iniciativa de este tipo estaría acorde con lo que señala la Contraloría, sobre que una mayor facilitación de comercio no implica abrir las fronteras para el libre ingreso de mercancías sin ningún tipo de control. Por el contrario, se trata de modernizar las aduanas para que por medio del uso de tecnologías y de un eficiente diseño de análisis de riesgos, se logren establecer controles eficientes y eficaces que permitan procesos ágiles en la gestión aduanera.
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