La ‘huella de carbono’ de un correo electrónico es de unos 4 gramos de CO2, y estas emisiones pueden llegar a los 35 gramos de CO2, si dicho email incluye un archivo adjunto de gran tamaño.
Sabía que un correo electrónico genera en promedio la misma cantidad de emisiones de dióxido de carbono (CO2) que una bombilla de bajo consumo encendida durante 6 minutos?
La ‘huella de carbono’ (o cantidad de gases de efecto invernadero que se libera a la atmósfera a lo largo de un proceso determinado) de un correo electrónico es de unos 4 gramos de CO2, y estas emisiones pueden llegar a los 35 gramos de CO2, si dicho email incluye un archivo adjunto de gran tamaño, informa La Tribuna.
Son datos extraídos de una guía de buenas prácticas de SMAAART, firma especializada en reacondicionar teléfonos móviles, elaborada en base a informes de fuentes francesas como The Cyber World Clean Up Day, el INR (Institut du Numérique Responsable) y ADEME (Agencia francesa del Medio Ambiente y de la gestión de la Energía), según explican a EFE.
Los emails son solo una de las actividades y contenidos en línea que tienen una repercusión medible en el medio ambiente, en lo que se denomina ‘huella ambiental digital’ o HAD.
De hecho, todas aquellas actividades que efectuamos en Internet, desde la más insignificantes hasta la más compleja, que requieren el uso de dispositivos electrónicos, generan una HAD.
“La huella ambiental digital es el impacto numérico (expresable en números) que los activos digitales (cualquier recurso que existe de forma digitalizada) tienen sobre el medio ambiente”, explica a EFE Jacqueline Pistoulet, directora general (Country Manager) de SMAAART en España.
Señala que la habitualmente HAD se calcula en función del impacto en cuanto a emisiones de CO2 o equivalentes a CO2.
“El uso de los dispositivos electrónicos provoca la emisión de gases de efecto invernadero, lo que conlleva que el planeta se caliente más y más”, según la experta de esta firma (https://smaaart.es) con sede en Saint-Mathieu-de-Tréviers (Francia).
Uso responsable de la tecnología
El equipo de SMAAART ha elaborado una guía de buenas prácticas para promover el uso responsable de la tecnología, que propone una serie de sencillas acciones, con las que podemos reducir nuestra HAD.
“Las recomendaciones de esta guía suponen una reducción de nuestro consumo digital, lo que conlleva una reducción de nuestro impacto en cuanto a emisiones CO2”, explica Pistoulet.
Limpie su bandeja de entrada. Si almacenas mensajes no deseados (‘spam’ o correo basura) como boletines o promociones, multiplicarás su impacto ambiental. Es importante que ordene su bandeja de entrada y borre los elementos antiguos con frecuencia.
Reduzca el tamaño de los archivos. Un e-mail con documentos, imágenes o videos adjuntos puede equivaler a la emisión de 35 gramos de CO2. Es aconsejable reducir su tamaño con una herramienta de compresión o utilizar un servicio de transferencia de archivos como WeTransfer.
Limite el tiempo en las redes sociales. El uso de las redes sociales también puede ser perjudicial para el planeta, ya que todo lo que compartimos, desde una foto ‘selfie’, un GIF o un ‘like’ implica el consumo de energía, según SMAAART.
Elimine las publicaciones antiguas. Al limpiar sus datos en redes sociales, libera espacio de almacenamiento y, así reduces su HAD. Además de eliminar los archivos multimedia, puede salir de los grupos que no utilice, borrar las conversaciones del chat o suprimir el historial de búsqueda.
Sin reproducción automática de videos. TikTok y YouTube puede ser contaminantes, ya que para la transmisión de video implica el uso de combustibles fósiles como gas y carbón. Es recomendable desactivar la reproducción automática y consume solo el contenido audiovisual que le interese.
Libere espacio en su computadora. La fabricación de los equipos electrónicos representa el 78% de la huella de carbono. Es necesario cuidarlos para alargar su vida útil. Para mejorar su funcionamiento conviene ordenar, clasificar y eliminar los archivos antiguos, y vaciar la papelera de reciclaje.
Desinstale las ‘APPS’ que dejó de usar. Si tienes el teléfono móvil lleno de aplicaciones que no utiliza, el consumo de memoria y energía afectará su rendimiento. Elimine estas ‘apps’, desactive las notificaciones y manténga como mínimo 1 GB de espacio libre para que el sistema funcione sin problemas.
Organice las conversaciones de WhatsApp. Dado que los mensajes que se intercambian a través de WhatsApp ocupan espacio y pueden hacer que su ‘smartphone’ se ralentice, es aconsejable eliminar las conversaciones y los archivos de esos intercambios (fotos, videos y audios).
Borre los mensajes del buzón de voz. Los audios que se acumulan en el buzón se materializan en archivos digitales que ocupan espacio en los servidores. Puede borrarlos y liberar espacio, contactando con su operador telefónico o llamando al número habitual de tu buzón de voz.
Un teléfono móvil puede ser reacondicionado consiguiendo darle una segunda o tercera vida, ahorrando emisiones de CO2, la extracción de materias primas y el consumo de agua. Cuando vaya a cambiarlo, recuerde que tiene las opciones de donarlo, venderlo o depositarlo en un contenedor de reciclaje habilitado, si el dispositivo está inutilizable.
Fuente: La Tribuna
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