5 febrero, 2016

Vence tus miedos para empezar a progresar

Por Marco Urbina

A veces nos sentimos blindados bajo una dura concha llamada personalidad que nos hace parecer valientes y osados, cuando en nuestro interior podemos estar forcejeando con miedos y estructuras mentales muy arraigadas que nos llevan a tomar decisiones desacertadas y negativas para el crecimiento de nuestras vidas.

Para empezar debes analizar eso que en tu interior te hace dudar, eso que relacionas con conceptos preestablecidos y eventualmente inadecuados. Debes asumir el propósito de ver aquello que te está entorpeciendo tu mejor juicio, el desempeño adecuado en tu gestión y que hace lenta tu toma de decisiones y puesta en práctica de acciones.

Todos tenemos argumentos de vida y posiciones que adoptamos hacia la vida, que nos llevan como el burrito, siempre por el camino conocido y mucho más transitado… aprendemos a hacer las cosas, a tomar las decisiones y a hacer acuerdos de tal forma que muchas veces ni siquiera consideramos nuevas opciones, precisamente porque nos sabemos los caminos de memoria, estamos en la llamada “zona de confort” y no nos atrevemos a salir de ella y corrernos riesgos que nos puedan llevar a la zona donde la magia sucede..

Existe una frase que se le ha atribuido a Albert Einstein: “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” y esta es precisamente una reflexión que debe guiarnos al “despertar”, a tomar una posición clara respecto de los desafíos que supone la vida diaria.

Piensa en lo que serías capaz de lograr si te liberaras de tus miedos, de esos fantasmas que te limitan y reducen, esos gigantes que has creado quizá inconscientemente. Hasta dónde hubieras sido capaz de llegar a estas alturas de tu vida si no tuvieras esas cadenas mentales.

Ahora si crees que no tienes esos miedos de los que hablo, ten la seguridad que la mayoría de cosas que has soñado, no las has realizado. Cuántos proyectos has dejado en el camino. Cuantas ideas murieron antes de salir a la luz porque pensaste que no eran posibles o temiste la reacción de los que te rodean o pensaste que no estaban a tu alcance. “El hombre es un gigante cuando sueña, casi siempre un enano cuando piensa y un insecto cuando actúa”.

Y no me refiero con esto al soñador sin fundamento. El sueño también tiene que tener sentido común, ser ambicioso, triunfador, pero sobretodo que te lleve a una vida plena de paz interior y de felicidad. Toma la decisión de superar tu miedo al fracaso, al que dirán, al riesgo, al éxito, a amar y ser herido, a perder lo que ya tienes, al desempleo, a ser emprendedor y otros muchos que te tienen anclado al muelle de tu vida. Acuéstate a soñar no a dormir, levántate a actuar, a moverte, a ser mejor y superior de lo que actualmente eres.

Sal de tu “zona de confort”, de tu rutina que te ahoga, del trabajo que odias, prepárate, estudia, lee, capacítate para que en un año seas una persona muy superior a la de hoy y así sucesivamente, verás que cada año es una nueva aventura, con sentido, con dirección y con logros que van haciendo de tu vida, tu mundo mejor.

No más miedo.
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