• 6 septiembre, 2023

Es urgente: Elimine la multitarea

Es urgente: Elimine la multitarea

A nivel de productividad personal o laboral siempre se nos hizo creer que las personas más eficientes y exitosas eran aquellas capaces de realizar varias tareas al mismo tiempo o simultáneamente. Sin embargo, la neurociencia y las evidencias científicas demuestran lo contrario.

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Por Alexander Aguilar Soto, Director de Humano Inteligencia Empresarial S.A.

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Con relación a la multitarea o “multitask” se nos ha hecho creer que las personas que son capaces de hacer más actividades o tareas a la vez son las más eficientes, efectivas, productivas e inteligentes.

Es decir, que ciertamente la multitarea se ha establecido como nuestro modo de vida: atiendo una reunión mientras reviso el correo electrónico y aprovecho también para corregir el documento que debo entregar pronto. Y si estoy en teletrabajo, al mismo tiempo, pongo a lavar la ropa, me pongo a cocinar o a limpiar.

Sin embargo, la neurociencia y el entendimiento de cómo funciona el cerebro humano dan luces certeras de lo perjudicial y altamente negativo que resulta la multitarea para nuestras funciones ejecutivas y emocionales, en muchas de sus dimensiones.

Resulta bastante común encontrar artículos relacionados con que las mujeres tienen más capacidad de ejercer la multitarea con relación al hombre. Lo cierto del caso es que la multitarea no es conveniente ni para unas ni para otros, aunque muchas veces lo creamos porque alguien, alguna vez, nos lo hizo pensar así.

Alexander Aguilar Soto, Director de Humano Inteligencia Empresarial S.A.

Matt Haig, autor y periodista inglés, publicó en el año 2019 un libro llamado “Apuntes sobre un planeta estresado”, donde enfrenta y cuestiona, con argumentos sólidos, aquello de que la multitarea es positiva para el quehacer humano, sin importar el área donde se esté realizando.

Haig llama a “no intentar practicar la multitarea”, ya que tenemos unos teléfonos que pueden hacer de todo, desde leer mapas hasta afinar nuestra guitarra, y resulta tentador imaginar que podemos hacer todas esas cosas y todas a la vez. “Por ejemplo, ya sólo mientras escribía este punto he tenido que abstenerme conscientemente de mirar los correos electrónicos, mirar los mensajes de texto, mirar las redes sociales. Me ha costado”, escribe el autor.

En el mismo libro menciona que según el neurocientífico Daniel Levitin, lo cierto es que no estamos hechos para la clase de multitarea a la que nos alienta la era digital, aunque pensemos que estamos haciendo un montón de cosas, lo “irónico es que la multitarea nos hace menos eficaces, y es algo que se puede demostrar”, escribe en The Organized Mind: Thinking Straight in the Age of Information Overload.

La multitarea, sigue su explicación, genera un ciclo de adicción a la dopamina, recompensando al cerebro por perder el centro de atención. También puede aumentar el estrés y reducir el cociente intelectual. “En lugar de cosechar las grandes recompensas que nacen de un esfuerzo sostenido, centrado, cosechamos recompensas hueras (vano, insustancial), que nacen de finalizar un millar de pequeñas tareas edulcoradas”, concluye Levitin.

Efectos negativos comprobados

Por una línea crítica similar, con relación a los efectos de la multitarea, se enfoca la psiquiatra española, Marian Rojas Estapé, en su libro “Cómo hacer que te pasen cosas buenas”.

Apunta que crecer entre tecnología no nos hace más inteligentes. “Es cierto que ha facilitado un sinfín de actividades, pero sobre todo hemos desarrollado una característica en la mente con gran habilidad: la multitarea”.

Rojas Estapé puntualiza en su libro que la neurociencia lo denomina “alternancia continuada de la atención”. Esto significa que el cerebro dedica unos minutos o segundos a realizar una tarea, luego a otra y después a otra. Para el cerebro es imposible efectuar dos acciones al mismo tiempo si involucran la misma área cerebral. Si nos encontramos escuchando la letra de una canción en inglés a la vez que leemos un libro, no realizamos ninguna de las dos tareas al cien por cien. Se produce una alternancia en el foco de atención debido a que tocan la misma zona cerebral.

“La realidad es que, cuando realizamos la función multitarea, el cerebro es capaz de captar de forma superficial mucha información pero no es capaz de retenerla”, menciona.

En este libro la autora hace mención a Clifford Nass, sociólogo de Stanford, quien fue uno de los pioneros en estudiar la relación entre el déficit de atención y la multitarea. “A pesar de lo que se pueda pensar, las personas que hacen varias cosas a la vez —hablar por teléfono, contestar el correo…— son menos eficientes. Es cierto que son capaces de cambiar de foco de atención más ágilmente, pero los estudios afirman que conlleva un bloqueo de la memoria de trabajo. Si esto se generaliza, acabaremos viviendo en una sociedad superficialmente informada y carente de formación”.

Igualmente hace referencia de que los investigadores de la Universidad de Saarland (Alemania) B. Eppinger, J. Kray, B. Mock y A. Mecklinger han publicado interesantes estudios sobre el tema. “Cuando la mente alterna varias tareas, los circuitos cerebrales realizan una pausa entre una y otra, consumiendo más tiempo y generando menos eficacia en el procesamiento de las tareas. Estamos hablando de una reducción de hasta un cincuenta por ciento”.

Marian Rojas Estapé va más allá y resalta que el siglo XXI es el siglo de la hiperestimulación; “gracias —o pese— a las «nuevas» tecnologías, el cerebro se ve expuesto y obligado a procesar cantidades ingentes de datos que llegan a nuestros sentidos, fundamentalmente la vista, que irrumpen en oleadas o de forma simultánea.

Esta hiperestimulación tiene graves consecuencias; los niños y jóvenes, acostumbrados a este bombardeo, precisan estímulos cada vez más fuertes e intensos para motivarse. Esto merma su curiosidad, asombro y ganas de querer aprender algo que vaya más allá del mundo digital. Se encuentran desmotivados y su creatividad e imaginación completamente anuladas. A veces, desde la infancia, se les acostumbra a un ritmo de vida y a una intensidad que dificulta la serenidad y el disfrute del silencio. Se puede afirmar que los hijos saltan constantemente de un estímulo a otro.

Rojas recuerda que el éxito en la vida lo logran las personas que son capaces de concentrarse y enfocarse en lo que realmente desean, siendo capaces de perseverar en el propósito. La atención del cerebro se desarrolla en la corteza prefrontal. Esta zona se encarga de la voluntad, el autocontrol y la planificación de una tarea. Hay que desarrollar esta zona del cerebro en los niños desde pequeños. Es una de las más importantes de la mente.

El cerebro de los jóvenes, continúa la autora, necesita aprender a focalizar su atención, a desarrollar de manera sana la zona frontal del cerebro, responsable de la voluntad y del autocontrol. Una exposición excesiva a la pantalla inhibe el correcto funcionamiento con un claro déficit en la atención y en la concentración. Hoy existe una gran corriente sobre la importancia de la meditación, en particular, el mindfulness —atención plena—. “Enseñamos a los jóvenes a no concentrarse y de adultos luchamos por recuperar la capacidad de autocontrol de nuestra mente y atención. Realmente hay algo que no estamos haciendo bien”.

El libro en mención, “Cómo hacer que te pasen cosas buenas”, señala también que la hiperconectividad se encuentra íntimamente relacionada con la hiperactividad. El famoso TDAH —trastorno por déficit de atención e hiperactividad— guarda un estrecho vínculo con ello. Los jóvenes diagnosticados de TDAH poseen grandes dificultades en la concentración y atención y baja tolerancia ante la frustración. El uso prolongado de las tecnologías produce alternativas gratificantes, fáciles y atractivas, pero dificulta el ser capaces de prestar atención a estímulos no digitales.

Pasos para eliminar la multitarea

1.Concéntrese en una sola actividad o tarea a la vez. Dedique el tiempo necesario y sin interrupciones hasta finalizarla o avanzarla al máximo.

2. Resístase al impulso de su cerebro de brincar a una actividad que no sea en la que usted se encuentra en ese momento.

3. Si su impulso le lleva a distraerse de lo que estaba haciendo retome el control de esa tarea o actividad, y esta vez trate de no distraerse.

4. Repetir el paso 1, 2 y 3 cuántas veces sea necesario.

 

NOTA: Los tres pasos iniciales le llevará tiempo dominarlos porque tienen que ver con el “músculo” del autocontrol y la voluntad y éste tarda unas cuantas semanas en ponerse fuerte y robusto.

Etiquetas: hiperestimulación / multitarea / multitask / neurociencia

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