Su fundador, José Antonio de Cote, se convierte en el nuevo accionista del grupo de “Impact Farming”
IQBiotech, start-up fundada en Miami, Estados Unidos, por el sevillano José Antonio de Cote con actividad en sectores como los fertilizantes, los servicios veterinarios y las plantas ornamentales, ha sido adquirida e integrada en Shared-X, una empresa fundada en 2015 en el corazón de Silicon Valley que opera bajo el modelo de “Impact Farming”.
Shared-X busca optimizar la brecha productiva entre los pequeños agricultores del mundo y las grandes empresas agrícolas. José Antonio de Cote, cuya start-up superó en 2019, el millón de dólares de facturación, se convertirá con esta operación en uno de los accionistas de peso del grupo Shared-X, que en 2020, a pesar de los contratiempos generados por la pandemia, espera generar ingresos cerca a los US$25 millones, sirviendo como una plataforma que facilita el acceso de los pequeños agricultores de los países en desarrollo al conocimiento, la tecnología, las finanzas y a los grandes mercados internacionales. Shared-X es propietaria de más de 1.000 hectáreas en fincas situadas en diversos países y mantiene operaciones en Perú, Colombia, República Dominicana y Zambia. Está especializada en cultivos orgánicos (cacao, café, plátanos, piña, aguacate, mango, jengibre, cúrcuma, camote, bambú, etc.) e igualmente está especializada en la integración vertical desde sus propias fincas hasta la comercialización de su propio portafolio a través de sus marcas Ashi en Perú y One Village Coffee en Estados Unidos.
El rápido crecimiento de la empresa en sus casi 6 años de vida se debe en buena parte “a nuestra cultura de innovación permanente. Somos una empresa profundamente innovadora y trasladamos a las fincas de cultivo y a los mercados toda una serie de soluciones nuevas para los problemas tradicionales de la agricultura. En ese sentido, somos una mezcla de think tank, incubadora y aceleradora de empresas”, afirma José Antonio de Cote. Las avanzadas técnicas de cultivo han permitido disparar la productividad de todas las fincas y cultivos de Shared-X consiguiendo continuidad de exportaciones de cultivos de especialidades y fruta tropical de valor añadido al mercado europeo, asiático y estadounidense.
Uno de los más importantes aportes de IQ Biotech a la empresa americana es su posición de liderazgo en los bioestimulantes naturales (fertilizantes y nutrientes orgánicos), con los que ha conseguido que los rendimientos por hectárea se incrementen, por ejemplo, un 24% en el caso de la soja en Bolivia y un 17% en la producción de pepinos persa orgánico en México. Antes de la integración, IQ Biotech ya tenía importantes validaciones de sus productos con grupos agroalimentarios de Iberoamérica y Estados Unidos, como Los Grobo (Grupo Agrofina), en Argentina, Driscolls en California y Costa Farms en Florida.
IQBiotech firmó a principios de mayo pasado un contrato de patente con la Universidad de Salamanca para el desarrollo de un nuevo biofungicida en Estados Unidos y de igual modo un proyecto de investigación con la Universidad de la Florida para controlar de manera biológica patógenos que afectan a cultivos de interés económico en el Estado como el aguacate, mango y fresa. Estas líneas de investigación y desarrollo en el área de bioinsumos ha sido premiada por el National Sciences Foundation de los Estados Unidos con un aporte económico de US$1,25 millones.
Los fundadores de Shared-X son John Denniston y Tony Salas, presidente y CEO, respectivamente. Su objetivo fundacional es generar retorno para los inversores y elevar el nivel de rentabilidad de los pequeños agricultores facilitándoles formación y recursos gracias al uso de nuevas tecnologías agrícolas, al cultivo de productos de alto valor añadido y al acceso a los mercados. En la actualidad Shared-X trabaja con 300 pequeños productores, 650 proveedores de productos basados en su transferencia de tecnología y más de 500 que han recibido capacitación externa.
Conocidos fondos tecnológicos, agrícolas y de impacto han invertido en Shared-X, atraídos por esta filosofía. Denniston ha sido banquero de inversión y socio senior de Kleiner Perkins, líder mundial del capital riesgo de Silicon Valley, donde participó, junto a Al Gore, en la creación del fondo verde para el desarrollo (Green Growth Fund) de US$1.000 millones para invertir en empresas sostenibles. El Dr. Tony Salas, es biólogo de formación y posee una maestría y un doctorado en ciencias agrícolas, ambos títulos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (NSCU) y un MBA conjunto de la Universidad de Wageningen – Países Bajos y la Escuela Krannet de la Universidad de Purdue en Gestión de Alimentos y Agronegocios. Tiene una larga experiencia en la creación y gestión de nuevas empresas, en fusiones y en adquisiciones en el sector agrario de más de 30 países, habiendo participado en más de 500 proyectos del sector. En 2019 ha sido especialmente activo en la defensa de la desregulación del cannabis para su uso médico y farmacéutico, un sector en el que Shared-X aspira a ser referencia mundial gracias al cultivo, fabricación y comercialización de productos derivados de cannabis en Perú y Colombia a través de la sociedad Cann Farm, liderada por Andrés Vázquez, su Presidente. Cann Farm es la primera compañía en Perú que obtiene dentro de sus 50 hectáreas de finca, a 2 horas de Lima, la certificación de un laboratorio autorizado como “pharma grade” para la producción de derivados de cannabis de uso medicinal.
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