5 mayo, 2025

Innovadores sistemas de financiación

A la alta gerencia y administración financiera de las compañías corresponde estructurar una conveniente mezcla de capital y deuda.

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Por Juan José Micheo Fuentes, consultor empresarial y MBA Incae

Cómo es sabido las compañías utilizan fuentes tradicionales de crédito y diferentes tipos de créditos con garantías hipotecarias, fiduciarias y/o prendarias, las que apoyan al capital de trabajo, y las operaciones de comercio exterior.

En otros países con ambientes financieros más sofisticados se han desarrollado interesantes figuras que apoyan el crecimiento de los negocios. Una de esas fuentes no tradicionales de fondos lo constituye el leasing y el factoring o descuento de ventas al crédito. Dichos servicios son proporcionados por empresas especializadas que adquieren los activos o cuentas por cobrar por encargo de los clientes. Son instrumentos financieros muy utilizados para adquirir maquinaria, equipos, vehículos, sistemas de informática, inmuebles y otros bienes. Este servicio también es aprovechando por Pymes y personas individuales en plazos que oscilan entre dos a cinco años.

Hay otras fuentes menos conocidas en el medio que también se utilizan para agenciarse de fondos, como son las operaciones bursátiles. Aquí las empresas pueden colocar títulos-valores a corto y mediano plazo (pagarés, bonos y otros valores) y vender acciones para capitalizarse. En la región los mercados de capitales y acciones son incipientes, en buena medida debido a que las empresas se resisten a abrir sus estructuras patrimoniales. Esta situación se ha revertido con el paso del tiempo por la presión que ejercen los mercados internacionales de alta competencia donde sólo se puede competir si se cuenta con acceso a capital de largo plazo.

Existen otras fuentes modernas de financiación como son los fondos de inversión y capital de riesgo, que son sociedades que adquieren participaciones accionarias minoritarias y ofrecen apoyo gerencial a las compañías. Las sociedades inversionistas asumen mayores riesgos de los que normalmente están dispuestos a correr las entidades bancarias a cambio de obtener una ganancia o plusvalía al momento de la salida cuando la sociedad de inversiones vende su participación. En Centroamérica, existen ya algunas de estas sociedades especializadas, entre las cuales cabe mencionar a Mesoamerica Fund, Intel Capital y Lafise Investment Management.

A la alta gerencia y administración financiera de las compañías corresponde estructurar una conveniente mezcla de capital y deuda, que debe analizarse cada cierto tiempo para ver si cumple con las características de obtener el menor costo posible. Por ejemplo, si cuenta con proveedores de fondos con capacidad de conceder recursos en momentos difíciles, confiabilidad y prestigio de la entidad bancaria con la que se trabaja, prestación de servicios en forma eficiente y oportuna para sus clientes y proveedores y el análisis cuidadoso de costo-beneficio de cada proyecto de expansión o diversificación basado en una estructura óptima de deuda-capital del negocio.

Para que estas opciones se cristalicen queda en las esferas de los países emitir el andamiaje legal para darles certeza jurídica a los actores, a fin de que estas operaciones de financiamiento se vuelvan una realidad que coadyuvará a generar más bienes y servicios, empleo, mejores prestaciones laborales y exportaciones a otros países.

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