Es un joven emprendedor que desea aportar su granito de arena por los más vulnerables en Honduras.
Por Milagros Sánchez Pinell
Daniel Vijil es un fiel creyente de que el primer compromiso del ser humano es dejar la comunidad mejor de lo que la encontró. Palabras que tomaron acción durante la pandemia del COVID-19 al promover la iniciativa Operación Frijol en su país natal, Honduras.
Una iniciativa que empezó con un zoom entre ocho amigos, todos motivados por el sentimiento de querer hacer algo por la sociedad durante la etapa más crítica de la pandemia.
La campaña, que fue 100% digital, consistió en la recaudación de fondos para costear canastas básicas para familias, cuyos ingresos se vieron afectados por el COVID-19.
“En un mes logramos recaudar casi US$65.000 y regalar más o menos 7.000 canastas básicas. Las canastas las logramos repartir por medio de sacerdotes de la iglesia católica, quienes eran de las pocas personas que podían circular en ese entonces. Nuestra operación era de las pocas que funcionaban en esos días en Honduras. Logramos la atención de miles de hondureños y muchos medios nacionales”, dijo.
Sobre el nombre de la campaña, Operación Frijol, nuestro roaring 20 comentó que se originó tras una lluvia de ideas entre el grupo de amigos altruistas.
“Cuando estábamos pensando en el nombre de la iniciativa todos proponían ideas muy aburridas o ‘mainstream’, usando las palabras unidos, juntos, Honduras o contra el COVID. Les dije que pensáramos fuera de la caja, que dijéramos Honduras sin decir Honduras, y que aludiera a una iniciativa para regalar comida sin decirlo. Entonces mencioné algo así como operación frijoles. A todo el mundo le gustó y la idea se afinó a Operación Frijol”, recordó.
Daniel es un joven audaz, dinámico, incansable y empático. Asegura que está dispuesto a dar todo por una causa en la que cree y en la que tiene el corazón puesto. Operación Frijol es tan solo una muestra de lo que dice y hace.
Estudió Economía, Finanzas y Administración de Empresas en el Programa de Honores de la Universidad de Loyola, en Nueva Orleans. Su compromiso por su país fue una de las mayores motivaciones para regresar a Honduras, aun contando con un abanico de oportunidades para radicar en los Estados Unidos durante un tiempo.
Su cualidad de líder lo llevó a destacarse como vicepresidente de la Asociación de Estudiantes Internacionales de la Universidad de Loyola que tiene como objetivo que los estudiantes mantengan su identidad.
De Operación Frijol a Operación Eta
Por otro lado, el éxito de Operación Frijol sirvió de inspiración para que Daniel se sumara a Operación Eta, una segunda iniciativa humanitaria producto del paso de los huracanes Eta e Iota por Honduras en noviembre del 2021. Ambos fenómenos naturales dejaron resultados catastróficos que todavía se sienten en el país.
“Similarmente a la primera campaña, un grupo de jóvenes, esta vez muchos más, nos reunimos en la víspera del primer huracán y decidimos que era nuestro deber tomar acción. Veinticuatro organizaciones juveniles, entre ellas Operación Frijol, nos unimos para conformar esta coalición llamada Operación Eta”, explicó.
En menos de 48 horas, más de 180 voluntarios en todo el país dieron un paso al frente para realizar todo tipo de apoyo a las personas más vulnerables.
“Apoyamos en la distribución de insumos, rescate de personas y abastecimiento de comida y medicinas. Durante al menos un mes estuvimos realizando estas actividades a lo largo y ancho de Honduras y paralelamente recaudando fondos en GoFundMe para canalizar las donaciones”, dijo.
Daniel indicó que lograron recaudar la increíble e histórica cifra de US$450.000, gracias a más de 5.000 donantes individuales que creyeron en el trabajo que estaban documentando en las redes sociales.
“Con este dinero, en vez de gastarlo en apoyo inmediato, decidimos desarrollar un proyecto de alto impacto y a largo plazo. Fue entonces que luego de varias investigaciones y discusiones decidimos por un proyecto habitacional para familias que habían perdido todo a causa de los huracanes”, dijo.
Hoy en día, en el municipio de El Progreso, en el departamento de Yoro, Honduras, hay 82 casas donde habitan familias hondureñas que son el producto del esfuerzo de muchos donantes y jóvenes.
En ambas iniciativas, Daniel reconoce que el mayor reto que tuvo que afrontar fue jamás perder el enfoque. “Entender que es imposible solucionar todos los problemas del mundo, pero se trata de hacer nuestra parte y nuestra contribución al gran esfuerzo de todos”.
Es por ello, que está claro que ayudar a los demás son oportunidades que deben aprovecharse con la inmediatez requerida porque jamás se sabe si en el futuro esa persona estará ahí solicitando apoyo.
Además, comprendió mejor que nunca que la única forma de lograr grandes cosas es a través del trabajo en equipo y mucha organización, “porque las grandes cosas se logran en unidad con otros”.
En el 2021 y gracias a su labor altruista, Daniel fue reconocido por Óptica Popular en Honduras como Héroes 5 Estrellas. “Es un honor servir de ejemplo a otras personas, ya que dar el ejemplo es la forma más sencilla de cambiar el mundo. Además, me siento agradecido por dicho reconocimiento”.
Propietario de una pizzería
En cuanto a su faceta empresarial, Daniel, junto a un grupo de amigos de la infancia decidió emprender. Sin saber nada de pizza, más que consumirla, los jóvenes decidieron montar una pizzería bajo el nombre de Trío en la ciudad de Tegucigalpa, donde actualmente reside.
“Decidimos pizza porque pensamos que era más fácil de lo que es. Lo importante es que nunca nos rendimos porque esta idea nació durante la pandemia, aunque logramos abrir hasta junio del 2022. Aprendimos a hacer todo en YouTube, fuimos perfeccionando las recetas porque son recetas nuestras, lo que es la masa, la salsa y el aceite de ajo. La verdad es que aprendimos de todo viendo videos hasta de cómo encender un horno de leña”, relató.
Daniel, además de ser uno de los propietarios, es gerente general de la pizzería. “Cuando uno emprende hace de todo y aprende de todo por necesidad. Es un proceso muy bonito. Como administrador de empresas puedo decir que es otro mundo completamente diferente el tener su propio negocio”, añadió.
Actualmente, este joven emprendedor también forma parte de los Global Shapers, Hub de Tegucigalpa, Honduras, una rama local de la Comunidad Global Shapers, iniciativa del Foro Económico Mundial con el fin de involucrar y desarrollar a jóvenes de todo el mundo que creen ser fundamentales para la construcción de soluciones, formulación de políticas y cambio duradero.
“Acabamos de comenzar, pero tenemos mucho entusiasmo de hacer proyectos de impacto para nuestra ciudad”, reconoció Daniel, cuyo plan futuro es “cambiar el mundo”.
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