9 junio, 2016

El costo oculto de los desperdicios

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), más de 1.300 millones de toneladas de comida son desperdiciadas cada año en todo el mundo.

En Costa Rica, un 40% de los alimentos se desperdician o desechan incluso antes de ser consumidos y lo más lamentable es que el 60% de esos alimentos se pierden por descuido, al no utilizarlos a tiempo. En el país gran cantidad de este desperdicio se debe a una mala planificación, utilización y aprovechamiento de la materia prima e insumos.

Algunos estudios a nivel mundial arrojan datos como que el 27% de la pérdida de alimentos es por parte de los consumidores, un 28% se da durante el proceso de producción, un 20% por el mal manejo de los productos, 17% se desperdicia en los mercados y procesos de distribución, y finalmente, un 6% se presenta durante el procesamiento. La mayor parte del desperdicio es en centrales de abasto, supermercados, restaurantes y hoteles.

El proceso de elaboración de los alimentos tiene una huella de carbono muy alta, ya que se encuentran procesos de cultivo, transporte, procesamiento, empaque, venta y preparación de la comida, y en su mayoría tienen un gran impacto en el planeta.

“Para Unilever Foods Solutions es de gran importancia poner manos a la obra. Es por ello que busca alentar alianzas contra el desperdicio de alimentos en todo el mundo. Unilever se ha dado la tarea de capacitar mediante charlas y talleres a su público de interés (chefs, profesionales de la gastronomía, estudiantes de cocina, entre otros) con el fin de educar sobre el uso adecuado de los alimentos y así disminuir el desperdicio”, comentó Carlos Rodriguez, chef de Unilever Foods Solutions.

Al pensar en el desperdicio de los alimentos la mayoría de las personas se enfoca en la comida que no se aprovecha porque es tirada a la basura; sin embargo, existen costos que deben tenerse en cuenta al estimar los gastos generales de los desperdicios. Existen implicaciones económicas que pueden determinar el éxito o el fracaso de un negocio, por ejemplo: el costo de la mano de obra, energía desperdiciada en la entrega, conservación y preparación y otros riesgos.

¿Cómo frenar el desperdicio?

Comprar lo que realmente se necesita mediante la planificación de un consumo semanal.

Es importante entender que “fecha de caducidad” indica que ese alimento sólo puede consumirse con seguridad hasta la fecha señalada y “consumir preferentemente antes de:” indica que ese producto mantendrá la calidad esperada hasta la fecha señalada.

Almacenar los alimentos siguiendo las instrucciones del envase. Conocer si necesitan refrigeración, congelación o conservación en seco.

Rote los alimentos conforme los vaya adquiriendo, utilizando el sistema PEPS (primero entra primero sale).

Sirva porciones adecuadas e implemente vender en su negocio medias porciones como opción para personas que no deseen consumir cantidades abundantes.

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