La obra narra el origen de uno de los líderes más influyentes de la era moderna.
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William Henry Gates III (Seattle, 1955) popularmente conocido como Bill Gates, el empresario, informático y filántropo estadounidense, tampoco predijo los males que podrían causar las empresas de redes sociales como Facebook y Twitter.
Han pasado cosas increíbles en las últimas décadas, en términos de intercambio de información por internet, en su opinión, pero, en “cuanto llegaron las empresas de redes sociales como Facebook y Twitter, empezaron a aparecer cosas malas que está sin predecir”, dijo en una reciente entrevista con The New York Times.
También, afirmó que las cripto monedas carecen de utilidad, “aunque hay gente, con elevado nivel intelectual, que se ha engañado así misma con eso”.
En la cumbre de sus 70 años, que cumplirá en octubre, Gates también tiene dudas sobre las implementaciones de la Inteligencia Artificial (AI), pese a que Microsoft, la empresa que fundó, ha invertido millones de dólares en el sector. Considera que el problema que se plantea ahora es que la utilicen las malas personas.
A Gates le sorprende también que el centro californiano de innovación tecnológica, Silicon Valley, donde se congregan las empresas tecnológicas más grandes del mundo, que siempre consideró como de centroizquierda, sea ahora más de centroderecha.
Padre de 3 hijos, el reconocido e innovador y empresario es un experto en tecnología y un líder mundial en el sector y el reconocido filántropo que fundó la poderosa Microsoft en 1975, junto con Paul Allen, su fallecido amigo de infancia.
En la actualidad Gates es “el copresidente de la Fundación Bill & Melinda Gates, donde lleva más de veinte años trabajando para resolver problemas globales de salud y desarrollo como la prevención de pandemias, la erradicación de enfermedades y los retos en materia de agua, saneamiento e higiene”, según la Casa del libro de Colombia.
Igualmente, es conocida la historia del multimillonario que también trabaja en cambio climático, “un problema terrible que merece prioridad”, en su opinión y, sobre la salud mundial y la educación, entre muchas otras cosas.
Sus éxitos empresariales son reconocidos globalmente: es la historia del estudiante de veinte años que abandonó sus estudios en la Universidad de Harvard para fundar una compañía de software, que se convirtió después en un gigante tecnológico que le cambió la vida del mundo hace 50 años. Gates también es famoso por haber encabezado el ranking de los hombres más ricos del mundo durante muchos años por su fortuna estimada entre 108.000 y 136.000 millones de dólares.
La película ‘Conspiración en la red’ de 2001, dirigida por el inglés Peter Howitt, con guion de Howard Franklin, buscó empañar la imagen del reconocido empresario. La película, sepultada por la crítica como un completo fracaso, trataba del director ejecutivo de una empresa tecnológica que asesinaba personas para dominar el mundo.
“Desde el garaje de su casa, Milo Hoffman (interpretado por el actor Ryan Phillippe), un joven genio programador, desarrolla la tecnología que ambicionan las mayores empresas del mundo: un revolucionario software que permite el enlace de todas las formas de comunicación digital” dice sinopsis de la película, una visión aterradora de lo que podría ocurrir con el futuro de la informática bajo el monopolio de una sola empresa. Para algunos, la controvertida producción sigue siendo una película de cultos pero, para la gran mayoría de la crítica, es mala.
Las Memorias
Lo que pocos saben es que Gates lanzó a principios de este mes el primero de los tres libros previstos sobre sus memorias bajo el nombre de ‘Código Fuente: Mis comienzos’ (Source Code: My beginnings, en inglés), que estuvo en preparación durante unos 10 años, que es ya un best seller en EE. UU. Se trata de la historia de los comienzos de uno de los líderes empresariales y filántropos más transformadores e influyentes del mundo moderno.
“Está lejos de ser un libro sobre la época dorada de Microsoft, o sobre la creación de la Fundación Gates ni tampoco sobre el futuro de la tecnología. Es la historia humana, personal, de cómo Bill Gates se convirtió en quien es hoy, de su infancia y de sus tempranos intereses”, afirman sus editores.
Dicen que el libro es, también, la historia de su abuela, una mujer de principios; la de sus ambiciosos padres; la de sus primeras amistades verdaderas y la de la muerte repentina de su mejor amigo. También, la de sus problemas para integrarse y la de su descubrimiento de la programación y los ordenadores en los albores de una nueva era.
Gates afirma que si hubiera nacido en esta época, tal vez lo habrían catalogado como autista y en una entrevista con The Times reveló que incluso, en sus primeros años escolares, algunos pensaban que podía ser retrasado.
‘Código Fuente’ cuenta, además, cómo, siendo un adolescente, Gates emprendió su camino “con escapadas a medianoche a un centro de informática cercano”,proyecto que luego prosiguió en su habitación universitaria, desde donde puso en marcha la revolucionaria empresa tecnológica que cambiaría el mundo, Gates creó el sistema operativo Windows y popularizó el uso computador personal, entre otras cosas.
Es la primera vez que el magnate cuenta su historia personal y sus editores afirman que en ‘Código Fuente’ hay “sabiduría, calidez y momentos reveladores”, al igual que el relato de una vida fascinante.
The Wall Street Journal publicó un extenso extracto del libro en el que Gates reflexiona sobre cómo se obsesionaba con determinados proyectos, sin reconocer las señales sociales, “podía ser grosero e inapropiado, sin darme cuenta”, afirmó.
El libro sorprende por lo que Gates evita decir. “Cubre solo su infancia y juventud hasta 1980, cuando Microsoft aún estaba lejos de dominar la computación personal. La decisión de Gates de centrarse en sus primeros años, dejando de lado su papel en la era digital y sus controversias personales, marca el tono de un relato más personal que confesional”, afirma el portal Infobae.
Bill Gates, también ha reconocido que divorciarse de Melinda Gates, tras 27 años de matrimonio, fue “el error que más lamento”.
Fuente: Portafolio
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