Como piloto de avión, el costarricense Diego Cartín disfruta la sensación de libertad y las vistas espectaculares desde la cabina.
Por Milagros Sánchez Pinell
Desde que tiene memoria a Diego Cartín le gustan los aviones. Un placer que convirtió en una profesión en su etapa de adulto y que lo ha llevado a vivir su sueño de niño.
A sus 29 años, este joven nacido en Heredia, Costa Rica, es piloto de avión de la aerolínea Cathay Pacific, la más grande de Hong Kong y una de las principales en el mundo.
“Tal vez tenía cinco o seis años cuando me di cuenta de que quería ser piloto y esa decisión se mantuvo hasta que salí del colegio”, enfatizó.
Su contacto con el mundo de la aviación se inició gracias a su abuelo Edgar Quirós, quien fue controlador de tránsito aéreo en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, en San José de Costa Rica. Eso despertó en Diego un gusto por viajar y aprender cosas nuevas.
Además de contar con licencias de piloto comercial e instructor de vuelo, Diego es ingeniero en computación, porque también gusta de la tecnología.
“He tenido la oportunidad de estudiar y participar en programas en conjunto con diferentes fuerzas aéreas del continente americano. Mi trabajo actual requiere de capacitaciones y evaluaciones periódicas, entonces hay un aprendizaje continuo. Incluso, como parte de la preparación en mi trabajo anterior, también tuve que formarme como agente de policía”, aclaró Diego.
Antes de trabajar en la aerolínea Cathay Pacific, trabajó como piloto en el Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica. “Allí realizaba diferentes vuelos humanitarios, ambulancia, policiales y traslado de funcionarios públicos. Estuve alrededor de seis años y en el 2019 me mudé a Hong Kong para este nuevo trabajo”, explica.
Antes de vivir en esta parte del mundo, estuvo unas semanas en Australia, donde se capacitó con cursos y pruebas muy intensas, para adaptarse a las reglas que aplican en Asia, adicionales a las que se tiene con la aviación mundial.
Su vida en Asia está a la par de su esposa, Priscilla Fernández, con quien se casó en diciembre del 2021. Ella está estudiando una especialidad en Oftalmología en Hong Kong.
A continuación, Diego nos cuenta sobre su quehacer como piloto de avión, una profesión que despierta mucha curiosidad y qué lo llevó a trabajar tan lejos de su patria, Costa Rica.
¿Qué le apasiona de ser piloto?
Los aviones me parecen máquinas asombrosas. Me gusta la ciencia y tecnología que hay detrás para que sean capaces de recorrer el planeta en cuestión de horas. La sensación de libertad y las vistas desde la cabina es de las cosas que más disfruto.
¿Por qué decidió trabajar en Hong Kong y no se quedó trabajando más cerca de su país?
Siempre me ha gustado viajar y explorar nuevos países. En este caso, la oportunidad de crecimiento profesional y de trabajar para una empresa tan grande, sumado a mi gusto por la cultura y gastronomía asiática hizo que tomara la decisión de mudarme a Hong Kong.
¿Cuál es la diferencia más predominante de trabajar en un país asiático y uno latinoamericano?
Hong Kong se caracteriza por ser una ciudad multicultural y con residentes de todos los rincones del planeta. Una de las mayores diferencias y creo que más que una diferencia es una ventaja, es la interacción con colegas de diferentes continentes que trabajan junto a mí, lo cual significa una oportunidad extraordinaria para intercambiar opiniones y experiencias positivas con las demás personas.
¿Qué cualidades debe tener una persona para ser piloto?
Creo que un piloto debe sentir pasión por lo que hace pues es una carrera que requiere de mucho estudio y compromiso, y es un poco diferente a cualquier otra donde se trabaja en horario de oficina. Para llevar a cabo el trabajo con éxito se requieren algunas habilidades como: trabajo en equipo, toma de decisiones, comunicación y cumplimiento de procedimientos.
¿Qué es lo más retador de su trabajo?
Cada tres meses somos evaluados en simuladores y otro tipo de pruebas donde prácticamente los errores carecen de espacio. Se deben mantener los estándares de calidad y seguridad el 100% del tiempo. Como pilotos, nunca se debe bajar la guardia en ningún momento y se debe estar preparado para reaccionar en cuestión de segundos ante cualquier eventualidad que pueda ocurrir durante el vuelo.
Durante un vuelo normal ¿cuál es el momento más difícil para un piloto?
En un vuelo normal más que momentos difíciles, hay momentos que requieren niveles mayores de concentración o atención, por ejemplo el despegue o el aterrizaje. Sin embargo, durante todo el vuelo debe mantenerse un nivel de alerta activo para asegurarse que todo esté bien.
¿Cómo logra conciliar su vida familiar con la profesional cuando se la pasa viajando?
Creo que es indispensable una buena comunicación con la pareja y la familia cuando se trata de eso. Normalmente las personas entienden la naturaleza del trabajo y te apoyan.
¿Hay alguna anécdota que quiera compartir que le ha marcado positivamente en su carrera como piloto?
Tuve la suerte de servir a mi país durante varios años y fue gratificante poder ayudar por ejemplo trasladando pacientes críticos en vuelos ambulancia o llevando insumos a las comunidades durante desastres naturales. Actualmente he tenido la oportunidad de transportar vacunas y medicinas a muchos lugares y también es bonito sentir que sigo aportando desde mi trabajo.
¿Cuáles son sus planes a futuro?
Me gustaría continuar mi carrera en aviación durante más tiempo y seguir capacitándome en las áreas que sea posible.
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