El turista de hoy tiene expectativas del viaje y exigirá seguridad, ante todo.
Por Moira Pino Estenssoro, especialista en Comunicación Corporativa y Relaciones Públicas Consultora en comunicaciones para PayPal América Latina
La industria del turismo se encuentra en momento crítico y muy complejo, luego de haber atravesado la peor de las crisis imaginable. La pandemia del Covid-19 no le ha tenido clemencia. Según el informe reciente del Foro Económico Mundial, Informe del panorama de la competitividad de los viajes y el turismo de América Latina y el Caribe, se prevé que la industria sufra una pérdida de US$110.200 millones debido a la crisis, lo que se suma a una caída esperada de más del 30% en el PIB de viajes y turismo en comparación con 2019.
A medida que se va conteniendo lo peor del brote, los países de la región buscan desesperadamente una estrategia para reactivar sus golpeadas economías. Los viajes y el turismo pueden representar una gran oportunidad lucrativa para lograr esta reactivación. Sin embargo, la única manera de lograr una salida a flote es reinventarse, y entender que los viajeros no son los mismos de antes. El turista de hoy tiene expectativas del viaje y exigirá seguridad, ante todo.
En este contexto, el mercado latinoamericano enfrenta un gran reto. Las empresas latinoamericanas dedicadas al turismo deben estar preparadas para ajustarse a las estrictas necesidades del viajero y expandir su oferta.
Apuesta por los viajeros de la generación millennial
La gente joven, especialmente los millenials, están siempre al frente del cambio y la innovación, y la industria turística no es una excepción. Por otro lado, esta generación tiene menos miedo al virus y serán los que primero quieran viajar. El turismo deberá tomar muy en cuenta a esta nueva audiencia, entendiendo que son un recurso esencial para reactivarse. Los jóvenes consideran los viajes como una parte esencial de su vida, y esto tiene efectos muy importantes en los lugares que visitan. La industria turística en cada país deberá considerar el impacto social que implica tener turistas jóvenes.
Turismo local
La incertidumbre sobre cómo evolucionará la situación de la pandemia en los próximos meses probablemente provocará una apuesta por el turismo local. Las prioridades ya no se centrarán exclusivamente en el destino, sino también en la compañía con la que se disfrutará de ese retiro, algo que ha cobrado gran importancia después del confinamiento. En este sentido, y según muchos estudios recientes, el turista latinoamericano elegirá destinos domésticos, sobre todo como medida preventiva. A su vez, el incentivo más grande será apoyar a la rehabilitación de la economía de su país y de los negocios amigos.
Sin multitudes
Debido a la pandemia estamos frente a nuevos formatos de turismo que permitan experiencias diferentes. Las mismas estarán enfocadas en como disfrutar más de la naturaleza y la cultura local. El viajero post Covid evitará lugares con grandes cantidades de gente, hacer filas para visitar museos, entrara restaurantes llenos, y apostará por lugares más pequeños, por ejemplo, pueblitos más campestres, parques nacionales y lugares donde se pueda estar al aire libre, asegurándose de cumplir con las medidas de distanciamiento social necesarias para conseguir una evolución natural después del confinamiento.
Compras móviles
Uno de los cambios más significativos que se han generado en los últimos meses es la forma de compra. Con la pandemia, el uso de los pagos digitales y la penetración de los teléfonos inteligentes han tenido un crecimiento impresionante. De hecho, del total de personas que accederá internet en el 2021, el 23,1% lo hará a través de su teléfono móvil, un aumento notable versus el 8,7% del 2016, de acuerdo con un estudio elaborado por Cisco. Este cambio en el comportamiento del consumidor debe ser una de las bases de los nuevos modelos de negocio de la industria turística. Invertir en tecnología ayuda a mejorar la competitividad. Tener la opción de emisión de billetes y pago sin contacto en aeropuertos, autobuses, trenes, tickets a museos, parques, tours, etc no solo ahorra tiempo, sino también permite que los pasajeros disminuyan el riesgo de contagio.
Debo finalizar diciendo que cuando hayamos superado la crisis de COVID, el mundo entero habrá tenido la oportunidad de reinventarse y mejorar. Los países que aprovechen esa oportunidad no solo brindarán experiencias positivas a los visitantes, sino que habrán evolucionado como negocios. Es por esta razón que las agencias y operadores turísticos, así como hoteles de todos los niveles y, por supuesto, aerolíneas, deben adaptarse a las nuevas tendencias. Brindar a los turistas una experiencia fácil y segura será clave para sobrevivir la pandemia. La industria deberá prepararse ofrecer ante todo calidad, experiencias y la tecnología necesaria para hacer la transición definitiva al turismo digital.
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