Todo sobre la mesada

Redaccion septiembre 2, 2014

Por Sofía Macías, Consultora Financiera del Programa Consumo Inteligente de MasterCard.

Cuando hablamos sobre educación financiera, algunas de las primeras dudas que surgen es si los padres deben dar dinero a sus hijos cuando lo necesiten, o si es mejor un monto fijo. Surge la duda de cómo educar a esos futuros trabajadores. La mesada ¿es un instrumento que tiene un efecto positivo en el aprendizaje financiero de la niña y del niño? ¿Cuál es el monto ideal? Sofía Macías, Consultora Financiera del Programa Consumo Inteligente de MasterCard, nos explica que sería muy fácil si existiese una receta definitiva para estas cuestiones. La respuesta es “depende”. La mesada puede ser un instrumento valioso, sí, pero lo que realmente hará la diferencia es el ejemplo que le demos a nuestros hijos. Un buen ejemplo, vale más que una importante cantidad de dinero.

Cuando pensamos en la educación de los niños, independientemente si se trata o no de dinero, el gran diferencial está en el ejemplo que podamos darles como adultos; es decir, la posibilidad de enseñarles más con acciones que con palabras. Padres endeudados, difícilmente criarán hijos financieramente independientes. Poner límites, un regalo para toda la vida Desde muy temprano, los niños deberían aprender a lidiar con los límites.

Queda en nosotros, los padres, la responsabilidad de mostrarles que todo precisa ser conquistado a través del esfuerzo y la superación en las distintas etapas de la vida. Decir “no” hoy, puede transformar a ese niño en un adulto preparado para lidiar con la frustración y criar a alguien que algún día entenderá que no siempre se puede tener todo lo que desea en ese momento. La mesada, acompañada de un buen ejemplo debe incluir un plan para el futuro, donde un valor será ahorrado para garantizar la realización de un objetivo en el tiempo, no ahora. Esas serán las primeras lecciones sobre la necesidad de invertir y guardar dinero.

Recomendaciones para implementar la mesada

En el blog Dinheirama (en portugués), la psicopedagoga Berndette Vilhena, brinda algunos consejos improtantes:

Establecer un día fijo para dar la mesada. Así el niño o la niña desarrollará una postura de espera y cultivará la paciencia. Comenzará también a dar los primeros pasos en relación a la planificación financiera.

El destino de la mesada. Es importante orientar al niño o a la niña sobre el uso que le dará a su mesada, por ejemplo, estableciendo prioridades de consumo o estimulando el ahorro para realizar compras mayores. Nada demasiado riguroso para no convertir este momento en algo aburrido o castrador. Es bueno que el niño o niña guarde una parte de lo que recibe, pues eso contribuye a la formación del hábito del ahorro y pensar en el futuro. El resto, debe ser utilizado como desee; a fin de cuentas, es muy bueno poder completar un álbum de figuritas o comprar aquél esmalte del que todos hablan.

Donación. Con el pasar del tiempo y con la madurez del niño o la niña es interesante separar una cantidad destinada a la donación para entidades filantrópicas o para alguien que lo necesite. Estimular la solidaridad es algo que no puede ser dejado de lado. Más que dar dinero, es importante tener paciencia para acompañar a los niños durante el desafío de lidiar con el dinero y el consumo.

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