La reconocida firma farmacéutica ha cobrado aun más importancia tras el lanzamiento de su vacuna contra el COVID-19. Sin embargo, tiene más de setenta años en la región, con un constante crecimiento en operaciones.
En 1950, Pfizer inició sus operaciones en Costa Rica. Gracias a la evolución de la región, a la existencia de compañías con una línea de negocios similares y a la diversidad de talento humano, la región de Centroamérica y el Caribe se ha ido consolidando como un referente estratégico para la operación global, logrando atraer a nuestros países algunos centros de servicios especializados, para apoyar la operación de la compañía.
A esto sumamos que el mercado está en continuo crecimiento debido a la mejora en las condiciones de salud de la población.
Para analizar el impacto de esta multinacional de la salud en la región, entrevistamos a Bradley Silcox, gerente general de Pfizer Centroamérica y el Caribe.
Desde noviembre del 2018, se desempeña como gerente general de Pfizer para Centroamérica y el Caribe. Tiene más de veinte años de experiencia en la industria farmacéutica y he ocupado diversos cargos en áreas como operaciones comerciales, finanzas, IT, manufactura y productos de consumo en mercados de Estados Unidos, Europa y Asia.
Antes ser gerente general de Pfizer CAC, desempeñó otras posiciones como gerente general del clúster de Pfizer Biopharma en Vietnam y Pakistán, y fue director regional de finanzas de Mercados Emergentes de Asia.
¿Qué representa América Central y el Caribe para Pfizer?
Nuestro propósito como empresa es llevar innovaciones que cambian la vida de los pacientes. Eso implica aportar nuestra experiencia, conocimiento, recursos y novedosas terapias para beneficiar a los pacientes, pero también, requiere un trabajo colaborativo con los sistemas de salud de diversos mercados.
La región Centroamérica y el Caribe (CAC) nos brinda muchísimas oportunidades para el desarrollo y cumplimiento de nuestro propósito. Nos permite maximizar nuestro compromiso de abordar aquellas áreas terapéuticas donde creemos que podemos generar un impacto más significativo. Además, nos brinda la posibilidad de trabajar en conjunto con gobiernos y profesionales de la salud en planes que contribuyan a la educación médica continua, así como a fortalecer los sistemas de salud, para fomentar una atención más integral de la población.
Otro de los beneficios de la región es su talento humano. Por ejemplo, desde Costa Rica, operan 11 hubs que brindan soporte a toda la operación de la empresa a nivel americano y global.
Gracias a esa diversidad de talento y a la experiencia multifuncional, hemos logrado implementar con éxito la nueva visión de la empresa en la región. Activamos el poder de nuestra gente para ofrecer resultados de alto impacto y valor para los pacientes, aliados estratégicos y a las unidades de negocio de Pfizer, en aras de contribuir con la calidad de vida de los pacientes y de la sostenibilidad de los sistemas de salud.
¿Qué tipo de operaciones tiene Pfizer en nuestra región?
En 1950, la empresa inició sus operaciones en Costa Rica. Gracias a la evolución de la región, a la existencia de compañías con una línea de negocios similares a la nuestra y a la diversidad de talento humano, Centroamérica y el Caribe (CAC) se ha ido consolidando como un referente estratégico para la operación global, logrando atraer a nuestra región centros de servicios especializados, para apoyar la operación de la compañía.
En Costa Rica y Panamá, contamos con un equipo de expertos en brindar soporte en suplido y suministro, el cual se distribuye entre diferentes hubs o centros de servicios especializados que tiene la empresa en ambos países, para encargarse de temas afines al aseguramiento de la cadena de suministro, gestión de inventario y de cambios de proyectos, coordinación de versiones locales, entre otros, para Centroamérica y Caribe, Estados Unidos, Canadá, Colombia, la región Andina, Argentina y Brasil.
Asimismo, desde dicha operación se da soporte estratégico de valor agregado transaccional y operativo, para el intercambio de productos (Incercompany Operations o IO) entre Pfizer y las compañías de suministro, plantas u otras operaciones en América.
También, se vela por aspectos relacionados con el apropiado sistema de calidad de los productos y servicios logísticos (entrada, almacenamiento y salida de los productos para los países de CAC), para garantizar el cumplimiento de las normativas de Pfizer y de las autoridades regulatorias. Se lleva a cabo la gestión de la demanda y del proceso de reacondicionamiento (envasado secundario), asegurando el suministro de todos los productos vendidos en el mercado local, apoyando las estrategias comerciales locales y las necesidades de los pacientes. En Pfizer, desarrollamos e implementamos las soluciones requeridas en consonancia con las funciones de la cadena de suministro global, de una manera rentable y en pleno cumplimiento de las regulaciones locales.
Adicionalmente, en Panamá destaca el centro regional de atención al cliente encargado de dar seguimiento a los envíos de la vacuna contra COVID-19 de Pfizer-BioNTech en Latinoamérica.
Es importante mencionar que, en los últimos siete años, Pfizer CAC experimentó un reconocido crecimiento, permitiéndole consolidarse en la región y posicionarse a lo interno como una operación estratégica, de gran valor por su especialización de talento y que vela tanto por la equidad como por la diversidad.
Por ello y adicional al equipo comercial y distribución, desde Costa Rica también operan 11 hubs, que brindan soporte a toda la operación de Pfizer en la región y a nivel global, en temas financieros (contabilidad corporativa, cuentas por pagar y cuentas por cobrar), de gestión de riesgo y cumplimiento, de transformación y gerencia de proyectos, así como en el cumplimiento de normativas anticorrupción. Asimismo, en el país se ubica el hub de servicios de farmacovigilancia para el continente americano, que a su vez brinda soporte especial en determinados proyectos a Europa.
Este año, Pfizer decidió ampliar uno de sus hubs para dar soporte a las operaciones de la compañía, en los diversos países de América. Se incorporaron nuevas áreas de atención relacionadas con Tecnologías Digitales y de la Información, Planificación de la Cadena de Suministro y Recursos Humanos.
¿Qué significa la innovación para Pfizer?
La innovación es parte esencial de nuestro ADN en Pfizer. Nos permite investigar y desarrollar constantemente novedosas opciones terapéuticas, así como iniciativas tecnológicas y de acceso en salud, en búsqueda de cambiar la vida de los pacientes en la región y el mundo.
Si bien actualmente innovamos, trabajamos y colaboramos con otros actores del sector e industria para hacerle frente a la pandemia por COVID-19, nuestro equipo continúa aplicando sus conocimientos en la creación de importantes innovaciones para otras áreas terapéuticas, como nuestra plataforma de medicina de precisión, la cual nos da la oportunidad de desarrollar nuevas terapias que se adapten a las necesidades de determinados pacientes con los medicamentos correctos. Aprovechamos la experiencia en oncología para ampliar los beneficios de la medicina personalizada hacia otras áreas terapéuticas como inflamación e inmunología y enfermedades raras.
Otro importante proyecto de innovación es la terapia génica. Más del 80% de las enfermedades raras son de origen génico. Por ello, nuestro compromiso es ir más allá de ayudar a las personas a controlar sus enfermedades; nuestro objetivo es permitirles prosperar en todas las etapas de la vida y apuntar a encontrar la cura de muchas de estas enfermedades.
En Pfizer, cada año invertimos alrededor de un 15% de nuestros ingresos en la investigación y el desarrollo de nuevas moléculas, así como en terapias para atender necesidades médicas insatisfechas. Asimismo, en los últimos años, ampliamos nuestros esfuerzos para escuchar a los pacientes y líderes de opinión, permitiéndonos mejorar la forma en la que diseñamos y elaboramos nuestros programas, así como ensayos clínicos. Todo esto apunta al gran compromiso que tenemos con nuestros pacientes.
Nuestro proceso de innovación se basa en el conocimiento que genera valor. Es decir, no solo implica traer nuevas terapias, sino también, novedades que apoyen a los especialistas en su práctica médica, a los pacientes en la atención de sus enfermedades y a los sistemas de salud de los países a ser más sostenibles.
Por ejemplo, cuando el COVID-19 amenazó con interrumpir nuestros estudios clínicos de potenciales nuevos medicamentos, respondimos orientados hacia la innovación mediante el uso de herramientas digitales para adaptarnos rápido a la nueva realidad, sin dejar de lado nuestro compromiso con los pacientes. Gracias a ello, habilitamos las investigaciones clínicas de forma digital, a manera de permitir el acceso de todos los participantes e incrementar la diversidad e inclusión con una población representativa.
Adicionalmente, implementamos la iniciativa “Acompañamiento digital con Pfizer” (Pfizer Digital Companion), que implica desarrollar diversas plataformas virtuales para empoderar e involucrar tanto a médicos como pacientes. A nivel de Centroamérica y Caribe, lanzamos al mercado aplicaciones como LivingWith, creada para ayudar a los pacientes con cáncer a llevar un control integral de su enfermedad y permitirles tener su propia red de apoyo; está disponible en Costa Rica y República Dominicana.
En esa misma línea, destaca HemMobile CAC, una app dirigida a personas con hemofilia en Guatemala, que les permite registrar los sangrados por ubicación corporal, monitorear el suministro de factores de coagulación VIII o IX y registrar las infusiones rápido y fácilmente, entre otros.
También, trabajamos en colaboración con actores claves del sector salud CAC para fomentar un entorno de creación de nuevas ideas, tal es el caso del recién lanzamiento de una plataforma digital para salud mental (www.depresionyvida.com) en Costa Rica, así como de la implementación de Programas de Asequibilidad (PAP) y Programas de Acceso Temprano (EAP) que, tanto a nivel del mercado privado (PAP) como del público (EAP), facilitan la adopción temprana de la innovación de una manera sostenible e integral, en beneficio de los pacientes y la salud pública.
Asimismo, desde el 2015, Pfizer CAC cuenta con una plataforma que facilita la educación virtual continua de los equipos de tomadores de decisión de las instituciones públicas y privadas. Además, con un programa de soporte a pacientes, que ofrece iniciativas de atención personalizada, de acuerdo con las necesidades de cada uno.
Nuestra industria avanza rápidamente todos los días y a medida que eso pasa, la innovación en Pfizer sigue su curso constante. Si bien, la pandemia por COVID-19 nos permitió ver lo capaces que somos para crear tratamientos en tiempo récord y trabajar en conjunto con otros actores del sector, desde ya también estamos enfocados en el desarrollo de 25 nuevas terapias para ponerlas a disposición de los pacientes de CAC y del mundo en el 2025, en beneficio de enfermedades oncológicas, inflamatorias e inmunológicas y de enfermedades raras, entre otras áreas terapéuticas.
¿En nuestra región se distribuyen todos los productos de Pfizer?, ¿cuál es el producto más vendido en América Central?
Costa Rica es la sede del Centro Corporativo de Pfizer para Centroamérica y Caribe; es decir, desde acá se atiende toda la operación comercial de la empresa para 33 países de la región CAC. Específicamente, mediante nuestros diversos medicamentos, vacunas e iniciativas de tecnología digital, atendemos las necesidades médicas de la región en las áreas de oncología (tal es el caso de cáncer de mama metastásico y cáncer de pulmón), enfermedades raras (por ejemplo, hemofilia), inflamación e inmunología (artritis reumatoide), hospitales (anti infecciosos), medicina interna (salud cardiovascular y salud mental) y vacunas (neumococo y más recientemente, prevención del COVID-19 a través de la vacuna de Pfizer-BioNTech), entre otras.
Sin embargo, en Pfizer no solo llevamos medicamentos, vacunas o tecnología digital innovadora a los pacientes, sino también, bajo nuestro compromiso de crear valor y contribuir con la sostenibilidad de los sistemas de salud, desarrollamos propuestas de acceso que generen un impacto positivo para las instituciones públicas sanitarias, los gobiernos y la población de los diversos países.
Para este año, nuestra meta es impactar a 1,3 millones de pacientes en Centroamérica y el Caribe.
¿Cómo hará Pfizer para lograr que la gente los identifique más allá de la vacuna contra el COVID-19?
Con base en nuestro propósito de llevar innovaciones que cambian la vida de los pacientes y frente a un panorama de salud tan complejo, seguiremos activando el poder de nuestros principales recursos -desde la investigación y el desarrollo hasta la experiencia de nuestros colaboradores, así como científicos- para ayudar a fortalecer los sistemas de salud de los países; traer novedosos tratamientos, vacunas -más allá de la del COVID-19- así como, iniciativas en tecnología digital, y mejorar el acceso a los servicios de atención médica de calidad.
En Pfizer, somos más que una vacuna. Por eso, actualmente tenemos 95 proyectos de investigación y desarrollo en proceso, con el fin de llevar medicamentos, primeros en su clase, así como la mejor tecnología en salud al mundo. Tenemos la meta de poner a disposición de los pacientes 25 nuevas terapias, para el 2025, enfocadas en las áreas de medicina interna, oncología, enfermedades raras, inflamación e inmunología y vacunas.
Cabe destacar que la pandemia del COVID-19 nos ha dejado un gran aprendizaje y es que hemos podido visualizar los retos que enfrentan los sistemas de salud de nuestra región que, a su vez, limitan el acceso a las diversas innovaciones. Pfizer Centroamérica y Caribe es consciente de ello y por eso, a futuro, buscamos contribuir y apoyar el fortalecimiento de los sistemas de salud, así como educar y capacitar a los profesionales del área. Es importante que, medida que la industria farmacéutica genera innovación, los sistemas de salud también puedan avanzar y evolucionar, de modo que el acceso a terapias innovadoras sea más equitativo y dé beneficios para los pacientes de todo el mundo.
En el marco de lo anterior, una práctica de gran relevancia son los acuerdos innovadores de acceso. Desde Pfizer continuaremos trabajando de la mano con gobiernos y autoridades para cuidar de la salud de los pacientes y mejorar su acceso a terapias innovadoras, mediante la elaboración de soluciones basadas en evidencia del mundo real, que permitan optimizar la atención y experiencia de la persona, así como robustecer los sistemas sanitarios.
El desarrollo y el uso de la tecnología digital, en beneficio de la salud pública y privada, seguirá en auge y nosotros continuaremos generando ideas en esta línea. Crearemos nuevas plataformas para mejorar las experiencias de los pacientes y apoyar a los profesionales de la salud en la ejecución de sus labores de consulta, así como de educación continua.
Finalmente, seguiremos comprometidos con la generación y el fortalecimiento de las alianzas con actores clave, incluidos los gobiernos y otras empresas de la industria, para a través de la ciencia y tecnología, buscar soluciones innovadoras que contribuyan a mejorar nuestra capacidad de respuesta a futuras amenazas a la salud mundial y nuevos retos que surjan en nuestra región.
Sin duda, durante los próximos años, traeremos soluciones transformadoras y sostenibles en búsqueda de un mundo más saludable para todos.
¿Qué ha significado ser la fabricante de la principal vacuna contra el COVID-19?
En Pfizer nos sentimos sumamente orgullosos de trabajar en conjunto con BioNTech para desarrollar, en tiempo récord, una vacuna que, hasta hoy, ha demostrado una tasa de eficacia del 95%, así como un perfil de seguridad favorable para la prevención de la enfermedad por COVID-19, gracias a su innovadora tecnología ARNm. Al 22 de agosto de 2021, hemos entregado más de 1.000 millones de dosis de la vacuna, a más de 110 países en el mundo; específicamente, en Centroamérica y República Dominicana, han sido 9,8 millones de dosis.
Como empresa y gerente general de Pfizer CAC, resulta reconfortante ver cómo, poco a poco, vamos ganando terreno en la lucha contra esta devastadora enfermedad y aportando una innovadora solución médica como señal de esperanza a millones de personas alrededor del mundo. Hemos invertido miles de horas, experiencia y conocimiento de nuestros científicos, así como diversos recursos, en una vacuna que buscamos nos permita salvar más vidas.
El trabajo conjunto con BioNTech fue posible gracias a un plan de cinco puntos que Pfizer emitió, en marzo de 2020, en el que solicitábamos a la industria biofarmacéutica unirse y comprometerse en una alianza, sin precedentes, en la lucha contra el SARS-Cov-2.
Gracias a ello, también aprendimos sobre el valor que tienen las alianzas entre empresas del sector, a innovar hacia otras áreas como empaque y distribución, y a fortalecer, aún más, las relaciones con otros actores clave (gobiernos, academia, autoridades regulatorias, organismos internacionales y distribuidores), para actuar y responder de una manera más ágil y rápida a las necesidades de la población mundial.
Pfizer espera fabricar hasta 3.000 millones de dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech contra COVID-19 para finales de 2021. También, con el fin de acelerar nuestros esfuerzos para ayudar a salvar más vidas en todo el mundo, nos hemos comprometido a proporcionar 2.000 millones de dosis de nuestra vacuna COVID-19 a los países de ingresos bajos y medios en 2021 y 2022; es decir, 1.000 millones de dosis cada año.
El método para realizar la vacuna es sumamente innovador. ¿Visualizan fabricar más medicamentos con la misma tecnología?
Definitivamente, la tecnología ARNm la podemos seguir aprovechando en beneficio de los diversos pacientes y salud mundial. Previo a la pandemia, ya Pfizer y BioNTech habían establecido una alianza para investigar y desarrollar vacunas basadas en ARNm, en el marco de la prevención de la influenza; esta misma fomentó el trabajo conjunto que, a hoy, nos permite aportar una vacuna para prevenir la enfermedad de COVID-19.
La ventaja de este tipo de tecnología es que, a diferencia de las vacunas convencionales, las vacunas de ARNm pueden desarrollarse más rápidamente usando solo el código genético del patógeno (secuencia genética). Estas trabajan introduciendo la estructura de ARNm en el cuerpo y las células usan dicha información para construir una proteína llamada antígeno, que será específica al virus a combatir, como es el caso del SARS-CoV-2. El sistema inmune reconoce este antígeno y crea inmunidad contra el mismo.
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