Seis enólogos y viñateros del Movimiento Movi de Chile, presentaron sus vinos
El pasado jueves 26 de julio se realizó en el restaurante Chateau 1525, la primera Movi Night en Costa Rica, donde seis enólogos y viñateros del Movimiento Movi de Chile, presentaron sus vinos. Fue así como contamos con la visita de Jaime Roselló, con su vino Acróbata; Ed Flaherty, con su vino homónimo a su apellido; Fernando del Toro, con el vino Sello de Raza; Alvin Miranda-Fillos, con los vinos Carae y Malcriado; y David Giacomini, con los vinos Obstinado y Avid.
Historia del Movimiento
La Asociación de Viñateros independientes MOVI nace el año 2009 cuando un grupo de 12 pequeños productores, todos dueños de sus propios emprendimientos, entienden que la unión, la asociatividad y la gestión conjunta es, y sería, el camino para que pequeños productores puedan tomar un lugar en la industria del vino Chileno. La excesiva concentración de la industria vitivinícola en Chile, jamás permitiría que un pequeño productor, por sí solo, pudiera levantar su voz en alto y lograr que el mercado lo incorpore a la oferta.
Gracias a la aparición de novedosos proyectos, desde hace algunos años comenzó a cambiar el panorama vitivinícola chileno, en el que los pequeños productores año a año han ido, no sin dificultades, dándose a conocer entre los amantes del vino. Son pequeñas viñas que con proyectos de producciones limitadas han venido a enriquecer la oferta de vinos chilenos en el mercado nacional, contribuyendo con vinos diversos y distintos estilos.
Ser un pequeño productor de vinos en Chile conlleva una serie de desafíos que acompañan día a día a los viñateros. Las grandes viñas que dominan el mercado, cuentan con sofisticados sistemas de distribución, de ventas, de marketing e implementación de actividades, sumado a grandes presupuestos para desarrollo de marcas y actividades de difusión. Para los pequeños productores, eso es casi imposible. Podemos nombrar las brechas de más impacto, como es la falta de capital y recursos financieros para contratar y/o generar herramientas de apoyo para la gestión de las empresas. Los pequeños productores de vino no cuentan con agencias de marketing, productoras de evento, promotoras en terreno, campañas de difusión; su presupuesto está lejos de poder financiar este tipo de actividades, que sin dudas son necesarias para aumentar la visibilidad de estas viñas.
Las viñas independientes socias de MOVI manejan, en su mayoría, pequeños volúmenes de producción, entre 5.000 y 10.000 cajas anuales. Son productores independientes, muy vinculados con cada etapa de la producción de sus vinos. Algunos poseen viñedos propios, de tamaño pequeño, en promedio 5-10 hectáreas con plantaciones de variedades tradicionales y no tradicionales. Un grupo de ellos trabaja con proveedores de uva, pequeños agricultores de zonas productoras de vino, que en conjunto formulan el trato que se le dará al viñedo para lograr el vino que se busca. Dentro del grupo podemos encontrar viñas que se dedican tanto a la plantación y venta de uva vinífera, siendo activos participantes de la venta de uva a otros productores. El grupo más significativo posee pequeños viñedos propios. Cerca del 15% de las viñas no posee viñedo ni bodegas, y externalizan, con amplia supervisión, sus procesos productivos.
De los 36 socios del movimiento de viñateros independientes, se ha formado un grupo bastante heterogéneo; siendo la pasión de los dueños por la producción de vino a escala humana, lo que los une. Es un grupo que lo une más la filosofía, que las cifras. Así podemos encontrarnos con Viñas con Laura Hartwig con producción de más de 100.000 botellas anuales, y una viña como Starry Night con una producción de 9.000 botellas anuales. Así mismo podemos decir que una gran cantidad de los socios está presente en los mercados internacionales, siendo Estados Unidos y Brasil los principales destinos.
La Asociación de Viñateros independientes MOVI Chile AG es hoy el referente número uno al hablar de los pequeños productores de vino en Chile. El grupo ha logrado con los años, mostrar un lado de la industria que no se alcanzaba a escuchar: los vinos hechos de forma familiar, a escala humana, sin grandes grupos económicos detrás. Con los años ha logrado pasar de 12 socios iniciales, a lo que hoy son 36 viñateros que buscan un mismo horizonte: unir fuerzas para mostrar sus productos, su origen, su diversidad y la pasión detrás de cada proyecto y en conjunto hacer realidad los sueños que en pequeño, sería imposible concretar.
¿Por qué nace MOVI?
El mercado de vinos premiun o de lujo ha crecido en algunos segmentos altos, donde hay consumidores más informados y con mayor poder adquisitivo, que buscan diferentes alternativas y experimentar con productos de más alta gama.
La idea de pagar más por un mejor vino no solo se da en los segmentos de altos ingresos, sino que también en buena parte de la sociedad. El consumidor quiere pasar de un vino básico a otro un poco mejor. Sin duda el auge de la prensa especializada, así como el uso de las redes sociales, ha ayudado a expandir el conocimiento sobre ese producto y volver más sofisticados a los consumidores. Lo que han descubierto las viñas es que los clientes que van a un restaurante o una tienda están dispuestos a pagar más por una botella. Sin embargo, requieren que se les entregue una mayor cantidad y calidad de información por parte de quien les recomienda un vino.
En cuanto al mercado nacional, las viñas socias de MOVI son consideradas viñas “boutique”. Viñas con pequeñas producciones y con canales de distribución segmentados. Los vinos de las viñas se venden principalmente en tiendas especializadas y restaurantes de rango medio-alto. Los viñateros independientes de MOVI poseen portafolios muy específicos, algunos poseen un único vino, y otros producen líneas con variedades de cepas, o mezclas de ellas.
Por el estilo de los vinos, las viñas poseen precios más altos que el vino “de volumen” que se vende usualmente en el mercado nacional e internacional. Los precios de los vinos están la mayoría en un rango entre los 8.000 y los 12.000 pesos chilenos. ($648 CLP finales de julio del 2018).
Los esfuerzos de los viñateros por hacer rentables sus negocios, son más complejos y difícil que para un gran productor. Las viñas son pequeñas, los márgenes de ganancia también, pero los costos de producción son elevados. Los viñateros independientes implementan acciones comerciales un poco más complejas que las utilizadas por las viñas tradicionales.
MOVI Chile, con sus 8 años de funcionamiento, ha logrado lo impensado. Ser la segunda asociación de viñateros más importante de Chile. Y más aún, de pequeños productores, familias detrás de los proyectos, apasionados enólogos y enólogas que creen en un Chile vitivinícola diferente, que buscan un espacio en el mercado.
Los últimos 3 años se han implementado proyectos cofinanciados por Pro Chile, buscando apoyar a los pequeños, en la participación, financiamiento y organización de eventos en el extranjero. Es así como hemos coordinado e implementado exitosas degustaciones en NY- USA, SP- Brasil, entre otras.
Algunos datos de la industria de vinos de Chile
Según lo publicado en el medio de prensa pulso.cl, en Chile existen casi 400 viñas que se dedican a la elaboración de vino, de las más distintas variedades y calidades. Se trata de una industria cada día más sofisticada, y donde obtener ganancias no es nada fácil. Pero el alto número de competidores no es sinónimo de baja concentración. De hecho sólo ocho grupos económicos concentran más del 60% de la producción del vino que es exportado hacia el extranjero, es decir, sin considerar el consumo interno. Según Vinos de Chile, las ventas en el mercado interno totalizaron US$308.536 millones en 2015, un aumento de 8,6%. Usualmente a nivel local los productos más baratos, como el tetra, eran los que potenciaban la demanda. Sin embargo, los últimos años han sido los productos sobre los US$3.500 los que empujan la comercialización, con el 11,7% de aumento en el monto vendido respecto de 2014. Aún más interesante es que si se compara con 2011, el alza es de 42,6%.
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