26 diciembre, 2025

La trayectoria multidisciplinaria de Eugenia Arguedas

La costarricense que convirtió su experiencia en banca y psicología en rutas de conexión y bienestar.

Por Milagros Sánchez Pinell

Guiar a otros a descubrir su propia luz es la misión que orienta la vida de Eugenia Arguedas, una mujer que avanza con entusiasmo, curiosidad y una sonrisa permanente.

Radicada en Madrid y con un vínculo estrecho con Costa Rica, desarrolla su labor como psicóloga y lidera una agencia de viajes de conexión que integra bienestar, cultura y naturaleza en experiencias transformadoras.

Su evolución profesional reúne una etapa destacada en banca, una práctica clínica que mantiene activa y una propuesta cultural que fortaleció su mirada humana, un recorrido que hoy converge en las experiencias de bienestar que lidera.

Hoy, en lo que ella define como la profesionalización de EA Viajes de Conexión, impulsa la evolución de un proyecto que durante algunos años funcionó de boca a boca entre amigos y referidos, hacia una propuesta sólida, estructurada y respaldada por procesos digitales.

“Vivo un momento lindísimo en el que me despierto cada día con entusiasmo. Cada viaje que me piden y cada ruta que diseño y acompaño se transforma en una experiencia maravillosa”, expresa.

El proyecto nació tras una experiencia profundamente significativa en el Camino de Santiago, un recorrido que abrió en ella un espacio de introspección y despertó un deseo genuino de compartirlo con aquellas personas que buscan claridad y renovación interior.

A partir de entonces empezó a imaginar experiencias que permitieran a otras personas vivir algo similar. Poco a poco fue diseñando rutas por distintos rincones de España, país que ha explorado de frontera a frontera durante la última década.

Durante ese proceso comprendió que este proyecto reunía tres de sus grandes pasiones: viajar, el senderismo y la psicología. Desde entonces, cada ruta se ha convertido en un espacio donde esas tres dimensiones convergen, se integran y cobran vida.

Aclara que su labor va mucho más allá de la de una guía turística tradicional. Su propuesta, explica, es una experiencia integral, donde se entrelazan el conocimiento del territorio, la gastronomía, la cultura y la arquitectura para ofrecer una vivencia completa y con sentido.

Añade que estos espacios propician una atmósfera de confianza y apertura dentro de los grupos; incluso es posible que las personas se acerquen para compartir asuntos personales, lo que da lugar a dinámicas de conexión especialmente valiosas.

“En mis viajes conversamos mucho sobre la condición humana, el disfrute, el bienestar y la capacidad de estar presentes en cada experiencia y en cada lugar. Yo me muevo entre el rol de facilitadora y el de guía”, puntualiza.

Un recorrido lleno de giros y aprendizajes

Desde este presente que define como una etapa de plenitud, en la que también abraza su rol como madre de Julián y Sol, se despliega una trayectoria marcada por búsquedas, virajes profesionales y decisiones valientes que la condujeron a construir una vida en permanente expansión.

Al momento de elegir una carrera, recuerda que se debatía entre la arquitectura, siguiendo los pasos de su padre, y el mundo de las finanzas. Finalmente optó por banca y finanzas, impulsada por su afinidad con las matemáticas.

Durante sus años de formación realizó una práctica en la entidad financiera La Caixa, en Barcelona, una experiencia decisiva que selló un vínculo emocional con España y que, con el tiempo, acabaría convirtiéndose en un destino recurrente.

De regreso en Costa Rica, desarrolló una carrera en el sector bancario que se extendió por 12 años, una etapa que disfrutó intensamente hasta que tomó la decisión de hacer una pausa para dedicarse de lleno a su familia.

Ese giro vital abrió una nueva puerta. Su naturaleza inquieta, optimista y entusiasta la llevó a formarse en psicología, un camino que cobró especial sentido a partir de una experiencia personal vivida en un momento familiar complejo.

Al mirar en retrospectiva, reconoce señales tempranas de lo que hoy identifica como un talento natural.

“Mi oficina siempre estaba abierta. La gente se acercaba para contarme sus cosas y pedirme consejo, atraídos por la confianza que les generaba y la paz que les transmitía mi voz”, cuenta.

Con el tiempo abrió un consultorio en Costa Rica, donde trabajó principalmente con adultos y parejas, y encontró una profunda realización en el acompañamiento uno a uno.

Paralelamente impulsó una propuesta cultural llamada Espacio F (de femenino), que nació como una iniciativa para mujeres y luego se abrió a un público mixto.

Explica que fue una plataforma de diálogo y reflexión que integró política, artes, ciencia, gastronomía, cultura y economía para promover ciudadanía activa y pensamiento crítico, organizando encuentros con figuras relevantes como Federico Herrero, Jacques Sagot, Jorge Jiménez Deredia y candidatas a la vicepresidencia de la República de Costa Rica, entre otras.

Su historia dio otro giro cuando surgió la oportunidad de estudiar una maestría en psicoterapia psicoanalítica en España. Estando en ese país, una firma de banca de inversión costarricense le ofreció representarla en Madrid y volvió al mundo financiero durante cinco años, manteniendo su consulta con un número reducido de pacientes.

Sin embargo, hace dos años retomó la práctica clínica de manera más plena, combinando atención presencial en Madrid y sesiones virtuales con un límite razonable debido al crecimiento de su agencia de viajes.

Cuerpo, mente y voz

El deporte ha sido otra constante en su vida porque creció entre la bicicleta, el baloncesto y el ballet, y de adulta sumó el senderismo, el yoga, el ciclismo de montaña y las carreras.

“El ejercicio me ha dado la sensación de estar invirtiendo en mi bienestar futuro. Quiero vivir mucho, hacer muchas cosas y estar físicamente bien. Me ha permitido desarrollar una conciencia profunda de mi cuerpo y aprender a escucharlo”, afirma.

Su curiosidad la condujo también al terreno de la comunicación digital. Fue durante un viaje en solitario a Cantabria cuando descubrió el deseo de compartir contenidos de psicología en formatos breves a través de las redes sociales.

Desde entonces comparte en Instagram las cápsulas Martes de Crecer, con ideas sencillas y aplicables, porque ha comprobado que los cambios nacen de pasos pequeños practicados con disciplina.

“Muchas personas se sienten desorientadas o desilusionadas. Mi intención es que perciban que siempre hay algo que se puede hacer, que los cambios surgen de la determinación y de acciones pequeñas que nos llevan del pensar al hacer”, explica.

También participa en Lunes de Leer, una iniciativa nacida durante la pandemia de COVID-19 donde distintas personas leen textos en voz alta para fomentar la cultura literaria a través de las plataformas digitales.

En España es socia del Club Matador de Madrid. Allí lidera el Foro de Bienestar, un espacio que reúne a especialistas y artistas en conversaciones sobre crecimiento personal y ha ganado popularidad por su calidez.

Finalmente, y al mirar todo lo que ha construido, reconoce que una frase de su padre sigue marcando su manera de habitar el mundo.

“Independientemente de las circunstancias en las que te encuentres, este mundo sigue siendo un lugar maravilloso para vivir”, un pensamiento que la sostiene, la inspira y explica la luz con la que guía a quienes buscan una experiencia de bienestar.