Estrés positivo: así puede aprovecharlo y evitar que sea tóxico

La psiquiatra Marian Rojas Estapé indica que este depende de la manera como se afronten diversas situaciones.

En la vida moderna es común escuchar a las personas decir que padecen de estrés por diferentes motivos, que pueden incluir, por ejemplo, situaciones de trabajo, problemas familiares o sentimentales, económicos, laborales, entre muchos otros.

Algunos de sus síntomas, tanto físicos como mentales, de acuerdo con Medline Plus, incluyen diarrea o estreñimiento, mala memoria, dolores y achaques frecuentes, dolores de cabeza, falta de energía o concentración, problemas sexuales, cuello o mandíbula rígidos, cansancio, entre otros.

De igual manera, según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el estrés es «un estado de preocupación o tensión mental generado por una situación difícil. Todas las personas tenemos un cierto grado de estrés, ya que se trata de una respuesta natural a las amenazas y a otros estímulos«.

De acuerdo con la psiquiatra y autora de varios best sellers, Marian Rojas Estapé, e “el estrés forma parte de nuestra vida diaria, tenemos que tener claro que no todos los tipos de estrés son iguales”.

Sin embargo, la escritora sostiene que existe un estrés positivo, que “es ese estrés que lo motiva y lo empuja a dar lo mejor de usted. Lo ayuda a concentrarte antes de una presentación importante o a rendir ente cualquier un desafío. El estrés positivo nos ayuda a crecer«.

De acuerdo con la experta, el estrés negativo puede llegar a afectar y «dañar profundamente nuestra salud física y emocional”. Además, señala que también hay un tipo de “estrés que es tolerable”, que podría tener diferentes efectos dependiendo de cómo se afronte, y aparece cuando se viven circunstancias complejas en la vida, sobre las que no se tiene ningún control.

Asimismo, hay otra clase de estrés que hace parte del diario vivir, sobre lo cual, indica que “si cuentas con las herramientas necesarias, este estrés puede ser manejable y no dejar huella, incluso puede ayudarnos a evolucionar en ciertos aspectos de la vida”, pero si no se logra llevar a buen término, podría convertirse en “estés tóxico”.

La psiquiatra manifestó que hay peligro “cuando el estrés tolerable pasa a ser un estrés crónico o extremo, cuando vivimos de manera constante en ese modo alerta, porque las consecuencias pueden ser nefastas para nuestro cuerpo: puede generar ansiedad, insomnio y para nuestra mente: que puede jugarnos malas pasadas afectando a nuestra su capacidad para tomar decisiones, a cómo afronta las batallas del día a día«.

Fuente: Portafolio