Carolina Baena conjuga en su marca de accesorios Jetlagmode su creatividad y el talento artesanal.
Por Milagros Sánchez Pinell
Más que accesorios, son piezas de arte elaboradas a mano con mucha vibra tropical bajo la marca Jetlagmode, de la diseñadora colombiana, Carolina Baena, que rescata el arte local de diferentes culturas, combinando técnicas artesanales de forma exquisita y moderna.
Su habilidad nata para crear, aunado al talento de artesanas colombianas, quienes elaboran las piezas, es la combinación perfecta de una marca amigable con el medio ambiente que utiliza, mayormente, material reciclado y fibras naturales.
Este concepto permite extender la vida del producto, pero también hace que se degrade cuando ya no se quiere hacer uso de ellos como parte de la importancia del respeto a la madre tierra.
Toda esta explosión de talento, que le atina muy bien a la creatividad y funcionalidad, son el resultado de los años de experiencia de Carolina, quien estudió Diseño Industrial, Diseño de Modas y Joyería y radica en Miami, Estados Unidos, desde hace once años.
Pilares de la marca
Según su fundadora, Jetlagmode se fundamenta en pilares importantes que dan vida y razón a este maravilloso emprendimiento. El número uno es “responsabilidad social” con las artesanas colombianas, cabezas de familias, a quienes Carolina las define como su “motor más importante o mi razón de existir”.
Hoy en día, reconoce que las piezas son una co – creación con las artesanas, sustento de su hogar, quienes son las que mejor manejan la técnica de fabricación.
“Aunque el diseño original sea mío, siempre hay una intervención por parte del equipo. Nosotros llevamos una conexión tan linda y de mucho tiempo que me gusta oír sus opiniones porque son ellas las que mejor saben cómo se hacen las piezas de manera más eficiente y sobre todo de mejor calidad”, dijo.
El otro pilar es la “sostenibilidad” que la compromete a una búsqueda constante de materiales eco amigables pero que impriman belleza y calidad. Un detalle importante a destacar es la versatilidad del uso que se le puede dar a un solo par de aretes ya que sus piezas son removibles y puede ofrecerle al cliente 3 formas de uso.
“A pesar de ser bisuterías, por así decirlo, son piezas que duran mucho. Estamos ofreciendo muy buena calidad por un precio que es asequible para el consumidor”.
Y un tercer pilar es “su dar a cambio”. Para ello han creado un hermoso proyecto denominado “Jetlag love”, a través del cual se unen a diferentes causas para apoyar niños con necesidades alrededor de diferentes países de Latinoamérica.
“Hemos impactado en diferentes comunidades, una de ellas fue con los niños de La Guajira (Colombia) donde fuimos parte de un proyecto para que la comunidad tuviera agua potable. También hemos apoyado niños de Guatemala”, explicó.
Nueva colección de carteras
La fundadora de Jetlagmode, explicó que en un inicio para establecer la marca se enfocó cien por ciento en la creación de aretes y todavía sigue siendo su centro, aunque, en menor medida incursionan en la fabricación de otros accesorios como pulseras y collares.
Su más reciente desafío es su primera colección de carteras de colores fabulosos como el rojo, amarillo azul, verde y fucsia, elaboradas a base de fibra natural, madera reciclada, cuentas checas y algodón, hechas cien por ciento a mano.
Además, celebra con entusiasmo la apertura del primer punto físico de la marca en “Showfields” ubicado en Lincoln Road en Miami donde ha tenido una respuesta maravillosa por parte de sus clientes.
“La tienda abrió hace seis meses, la experiencia es maravillosa. Estoy super feliz porque estamos en un lugar muy turístico, donde la gente que llega ahí quiere algo que les recuerde a Miami, esa vibra tropical que tienen nuestros productos y que se han vendido muy bien” expresó.
Antes de la pandemia del COVID – 19, las piezas eran vendidas en un 80% a boutiques de diferentes partes del mundo como: Estados Unidos, Colombia, Suiza, Francia, Bahamas y Costa Rica y un 20%, directo al consumidor. Luego, con el cierre de muchos negocios, les tocó reinventarse e invertir esos porcentajes.
“Con la pandemia las tiendas dejaron de comprarnos, tuvimos que reinventarnos y mayormente las ventas se han estado haciendo a través de nuestra página web”, explicó Carolina.
Raw Residency Conectando a Jetlagmode
Otra forma excelente que encontró para comercializar su producto es por medio de la comunidad “RAW Residency”, cuya CEO es Cristina Sosa, que le permitió conectarse como marca a muchas clientas y tener acceso a eventos donde podía promover su producto.
Cabe destacar que “RAW Residency” es una comunidad que promueve paneles íntimos, talleres, activaciones, discusiones entre sus propios miembros que son líderes, emprendedores y mentes maestras de renombre mundial.
“Amo esta comunidad. Como marca consciente valoro mucho recibir todo lo que me aporta en el desarrollo de crecimiento personal. Cristina es una persona que está super bien conectada en Miami y es una ventaja enorme para ir creciendo como persona y negocio”, explicó Carolina.
A corto plazo, la creadora de Jetlagmode espera retomar las alianzas con las boutiques que vendían sus productos en diferentes partes del mundo y comenzar a abrirse al consumidor americano, sin olvidarse de la comunidad latina.
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