Lidera con ética la gerencia comercial en Florida Trade Consolidators Inc. para mantener satisfechos a sus clientes.
Por Milagros Sánchez Pinell.
El nicaragüense Rommel Briceño sin tener conocimiento y experiencia alguna sobre logística, pero sí muchos deseos de superación en su vida, aceptó el reto de coordinar embarques de Estados Unidos a Ecuador y Perú. Fue ahí donde empezó su carrera en la industria de la logística internacional, enfocada principalmente en carga proyecto y extra dimensional.
Veinte años después de ese paso audaz y de una exitosa trayectoria, ocupando diversas posiciones en diferentes compañías, hoy es el gerente comercial de Florida Trade Consolidators, una empresa americana con más de un cuarto de siglo de experiencia en el mercado de la logística mundial.
“Trabajar para Florida Trade Consolidators significa entender que soy parte de un equipo de personas que trabajan con ética y profesionalismo para conseguir los objetivos estratégicos de la empresa, que están cimentados en el éxito que logramos para las operaciones de nuestros clientes. Ser parte de esta empresa es una bendición porque me ha permitido desarrollar mis habilidades en la logística, la cual ha sido, además de gratificante, sumamente enriquecedor”, dijo Briceño.
Su misión como gerente comercial es desarrollar nuevos mercados en lugares en donde tienen gran incidencia, captar y mantener cuentas, generando nuevas oportunidades de negocios con clientes y agentes a nivel mundial.
También, tiene a su cargo el desarrollo de nuevos proveedores, llevando a cabo negociaciones directas con las líneas marítimas, aéreas y compañías de transporte terrestre. Así mismo, apoya el área operativa, fijación de precios y almacenamiento de la compañía, gracias a los conocimientos que ha adquirido a lo largo de los años en la industria.
Briceño se considera como un profesional perfeccionista que le imprime el mismo entusiasmo y cuidado a cualquier trabajo, sin importar que tan grande o pequeño sea.
Además, es una persona con mucho sentido de pertenencia en las empresas para las que ha trabajado y le gusta tener a su cargo un personal motivado que se sienta apreciado y valorado.
“Todos somos importantes y parte clave dentro de la organización. Sabemos que una empresa es una marca que está formada por un grupo de personas, quienes merecen ser motivadas y apreciadas. El resultado de eso es poder llegar a tener un cliente satisfecho y exitoso”, expresó.
Es por ello que le gusta ejercer un liderazgo participativo. “Esta dinámica le permite a mi equipo de trabajo opinar y ayudar en el cumplimiento de la misión y visión de la compañía. De tal manera que alcancemos las metas corporativas al mismo tiempo que influimos directamente en el éxito y beneficio de nuestros clientes”.
“Me estimula positivamente ver que nuestros clientes manifiestan su complacencia con nuestro nivel de servicio y expresan su deseo de seguir siendo clientes de nuestra compañía”, añadió.
De la construcción a la industria de la logística mundial
Briceño, nacido en Managua, Nicaragua, un 21 de julio de 1979, llegó a los Estados Unidos en 1998, con tan solo 18 años y sin hablar inglés. Su primer trabajo fue ayudante de carpintero en Miami Beach.
Tras tres años en la construcción aplicó para un trabajo en una compañía de logística, sin conocer sobre el tema, donde estuvo por dos años.
“Fue un reto, pero quería dejar el trabajo de construcción y progresar teniendo mejores oportunidades. Esta compañía fue mi escuela en exportación e importación. Ahí aprendí los procedimientos, regulaciones y requisitos en aduana”, explicó.
Posteriormente fue gerente de operaciones en Freight Forwarder, cuya función era supervisar el trabajo de quienes formaban parte del grupo operativo. Durante los seis años que trabajó ahí aprendió sobre la exportación de vehículos y maquinaria pesada y carga en general que iban hacia África, Centro y Sur América y el Caribe.
Luego se le presentó una oportunidad para hacer “trading” (compra y venta) para una compañía, cuyo mercado principal era Luanda en Angola.
“Aquí me desarrollé en negociaciones con fabricantes y distribuidores de partes de automóviles, motocicletas, botes, jets sky, línea blanca, entre otros. Esto me permitió crecer a un alto nivel de negociación, generando mayor rentabilidad para la empresa. Aquí usé todo el conocimiento y experiencia en logística que obtuve en las empresas anteriores”, indicó.
A finales del 2011, el señor Samir Asaad, presidente de Florida Trade Consolidators, le abrió las puertas de su compañía, donde comenzó a trabajar en el área de logística, un mundo que actualmente le apasiona.
Antes de ocupar el cargo de gerente comercial fue supervisor del área de operaciones y luego gerente de ventas. “Para mí fue un reto, ya que el conocimiento que había adquirido en el área de operaciones fue la mejor herramienta que tenía para ser un buen vendedor. Conozco a fondo el servicio que ofrecemos”.
Hoy en día, y tras un largo y exitoso recorrido laboral, Briceño está convencido de que toda persona puede triunfar y alcanzar sus metas con esfuerzo y trabajo arduo.
“Siempre podemos ser mejor de lo que fuimos, porque siempre hay algo nuevo que aprender, nuevas metas y nuevos sueños para alcanzar. Sobre todo, debemos de estar claro de que el recurso humano es la piedra fundamental para la subsistencia de nuestra empresa en un medio con tanta competencia”, señaló.
A nivel personal, desde hace 16 años está casado con Alma Briceño, a quien conoció en una iglesia bautista. Son los orgullosos padres de Rommel de 13 años y David de 9.
“Juntos empezamos de cero y hemos progresado con la ayuda de Dios. Como ella también trabaja, acostumbramos compartir las labores de la casa. ¡Somos un gran equipo! También, soy un padre presente en todo el sentido de la palabra. Mis hijos son la bendición más grande que Dios me ha dado. Ellos son el motor que me hacen luchar por ser mejor en todo sentido, todos los días”, dijo.
Briceño disfruta al máximo las prácticas y los juegos de basket de sus hijos, las vacaciones familiares y llevarlos al colegio, un tiempo importante porque aprovecha para hacer una oración a Dios.
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