El empresario y economista don Alonso Moreno de la Cova y Silva lleva décadas restaurando sitios históricos en España.
Por Milagros Sánchez Pinell
En el centro de Palma del Río, ciudad y municipio de la Provincia de Córdoba, Andalucía, España, se encuentra el Hotel Monasterio San Francisco, uno de los alojamientos con más historia de la zona.
El monasterio, donde hoy en día funciona este bello hotel con 35 habitaciones, comenzó a edificarse en 1492 por orden del VII Señor de Palma del Río y es una de las obras más queridas del señor Alonso Moreno de la Cova y Silva, quién desde que tenía 30 años empezó a trabajar en su restauración.
De modo que lleva casi cinco décadas ininterrumpidas de bregar en su mejoramiento. Hoy es parte de uno de sus grandes orgullos.
La labor de don Alonso por el rescate de joyas arquitectónicas en su natal España se debe a que su familia era propietaria de edificios históricos importantes que con el tiempo iban cayendo en la ruina.
En consecuencia, la familia Moreno de la Cova se ha dado a la tarea de restaurar históricas construcciones como el Palacio del Marqués de Melgarejo, Casas de la Judería, el Palacio de los Leones, el Palacio de Portocarrero y el Monasterio de San Francisco. Esta última considerada la casa familiar y donde crecieron sus hijas, Beatriz y Catalina, quienes actualmente llevan los negocios de hostelería.
Don Alonso Moreno de la Cova y Silva nació en Madrid en 1947. Estudió Ciencias Económicas en la Universidad de Madrid.
Casi toda su vida ha trabajado en España, aunque impartió clases de Economía General en la Universidad de Toulouse en Francia y trabajó en un pequeño banco de inversiones en Inglaterra.
Sobre su trayectoria en la docencia, también, podemos mencionar que fue profesor de Hacienda Pública en la Universidad de Málaga.
Actualmente se dedica a los negocios familiares de agricultura intensiva. Es decir, producción y venta de naranjas, aceite de oliva, algodón, girasol, maíz y aceituna de mesa.
Sus hijas, Beatriz, quien es estilista de moda, y Catalina, ejecutiva de una multinacional tecnológica, comparten con su padre la pasión por restaurar edificios históricos desde que tienen uso de razón.
Don Alonso explicó que empezó su labor de rescate de edificios históricos con el Monasterio de San Francisco, una construcción que se encontraba en ruinas y que heredó en los años 70. Pertenece a su familia desde 1870.
Según cuenta la historia, este edificio fue un antiguo monasterio franciscano del siglo 15. Por el pasaron grandes personajes de la historia como: Cristóbal Colón, Miguel de Cervantes Saavedra, el Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba y Fray Junípero de Serra.
También, de aquí partieron los evangelizadores que fundaron las misiones de San Francisco, Los Ángeles, San Luis, San Diego y Santa Bárbara en California, Estados Unidos. Hoy en día es considerado monumento de interés histórico artístico.
El segundo edificio en el que intervino don Alonso fue un palacio en la ciudad de Córdoba conocido como Las Casas de las Pavas, donde, hoy en día, también funciona un hotel de sesenta habitaciones.
“Es importante decir que aquí fue preciso restaurar las cinco casas colindantes, además del edificio principal”, detalló.
Otra de sus maravillosas restauraciones es el Palacio de los Leones situado en Lora del Río, en la provincia de Sevilla, el cual adquirió en el 2003 y que también se encontraba en ruinas. Cabe destacar que la construcción data del siglo 17 y ha tomado veinte años su rehabilitación.
30.000 metros cuadrados restaurados
A don Alonso esta experiencia le ha permitido desarrollar un especial conocimiento en rescatar muros, restaurar frescos y columnas buscando las tejas, rejas y acabados que ayuden a mantener la fidelidad a la esencia e historia de un lugar.
“La restauración normalmente es más cara que la obra nueva porque es un proceso de seguimiento continuo y de preocupación constante puesto que cualquier error puede tener consecuencias importantes para el resto de la construcción”, explica.
A ello añade que muchas veces el mayor problema para la restauración de edificios es encontrar los objetos requeridos, más que el dinero mismo, ya que si la construcción es del siglo 16 nunca puede tener una ventana o una reja del siglo 18. De modo que la labor de don Alonso, quien es un gran lector e historiador, debe considerarse invaluable y admirable.
Para concluir, el empresario y economista relató a la revista Vida y Éxito que el mantenimiento de los edificios restaurados es un proceso continuo y que por ahora le impide tener nuevos proyectos de restauración.
Sin duda, su pasión por lo que hace se ve reflejado en los 30.000 metros cuadrados que ha restaurado hasta hoy, en donde se incluyen casas que van desde el siglo 15 hasta el siglo 19.
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