3 noviembre, 2025

Alessandra Arana Hurtado, una voz por el bienestar emocional

Actualmente cursa su último año de secundaria en el Colegio Lincoln de Nicaragua, donde se distingue por su rendimiento académico y su compromiso con la comunidad.

Por Milagros Sánchez Pinell

Estudiante destacada, cantante, mentora y futura neurocientífica, Alessandra Arana Hurtado construye un camino inspirador que une el arte, la ciencia y el bienestar emocional.

La pérdida de su padre durante la infancia sembró en ella una empatía genuina hacia quienes enfrentan el duelo e inspiró su deseo de transformar esa experiencia en un proyecto de impacto colectivo.

“Perdí a mi papá a los 4 años, y creo que eso hizo que muchas personas pensaran que el duelo sería algo que me marcaría para siempre. Yo pienso que el duelo jamás se supera, pero que sí se puede utilizar para impulsar algo más grande que uno mismo”, manifiesta.

De ese deseo de transformar el dolor en propósito nació Bloom, una plataforma digital, cuyo sitio web es bloomnicaragua.com, creada junto a su amiga Valeria Matto, con quien compartía el mismo sentimiento de duelo, dedicada al bienestar mental y emocional.

“De pequeñas vivimos una gran pérdida dentro de nuestras familias y desde ese entonces hemos querido dedicarnos a la psicología, agradecidas por el apoyo psicológico y social que tuvimos”, relata.

Durante ese proceso comprendieron que el acceso a la salud mental es limitado y decidieron compartir información y recursos.

Veraz, accesible y sencilla de navegar

Bloom es una plataforma gratuita desarrollada junto a psicólogos certificados en Nicaragua, lo que garantiza contenidos verificados, claros y cercanos.

Busca acompañar a quienes atraviesan procesos de duelo y promover el bienestar emocional con información clara y confiable.

“Para mí, Bloom es tu mejor amigo digital. Todos sabemos que nuestros amigos suelen ser uno de los mayores apoyos en nuestras vidas, y tener un recurso que brinde información verdadera y comprensible es de gran valor”, expresa.

Entre sus secciones se encuentran El Bloom Cycle, que explica las cinco fases del duelo y sus emociones; el Neurodiversity Hub, dedicado a la comunidad neurodivergente y The Haven, un espacio con artículos semanales sobre bienestar y salud mental.

“Lo creamos con la idea de hacer un recurso que fuera verdaderamente accesible para todos, y es por eso por lo que es bastante fácil de navegar y utilizar”, asegura.

Por otro lado, el rol de Alessandra es compartido con Valeria, ya que desde el inicio ambas investigaron, desarrollaron y dieron vida a la página, además de contactar a los profesionales que conforman la red de apoyo.

Sin embargo, ella se encarga especialmente de la parte visual de la plataforma, el manejo de redes sociales y la creación de portadas y paletas de colores.

“Aunque desconozco mucho del marketing digital, sé que algo que atrae al público es la manera en que te presentas, y por eso utilizamos colores como el amarillo y el azul, los cuales transmiten felicidad y tranquilidad”, explica.

Entre el arte, la ciencia y el servicio

Más allá de Bloom, combina el arte, la excelencia académica y el servicio comunitario con admirable equilibrio.

Desde los siete años entrena en canto y desarrollo vocal. Ha participado en producciones musicales como Mamma Mia!, Les Misérables, Wicked y adaptaciones de obras de Disney presentadas en el Teatro Nacional Rubén Darío.

Su pasión por la música la llevó a crear, junto a una amiga, un proyecto educativo en la Escuela Rubén Darío, donde enseñan música a dieciocho niños cada semana.

Lidera el club SHEducation, que brinda tutorías en matemáticas y lenguaje a niñas, y dirige el club de canto (Glee Club) de su colegio.

En su día a día, disfruta pasar tiempo con su familia y amigos, quienes la llaman con cariño Ale y la motivan a seguir dedicándose a su comunidad.

Considera que cada persona tiene el derecho de perseguir sus sueños y descubrir sus pasiones e intereses. Además, es fanática de las películas y los medios de comunicación, a los que ve como una de las mejores formas de transmitir un mensaje social.

Sin duda, su entorno familiar, especialmente la influencia de su madre, fortaleció en ella valores que hoy guían cada paso y la convicción de participar en actividades de voluntariado y proyectos sin fines de lucro.

“Mi mamá siempre me demostró que cada oportunidad debe utilizarse al servicio de otros”, admite.

En tanto, equilibrar sus estudios con sus múltiples responsabilidades ha sido uno de sus mayores desafíos, ya que entre clases avanzadas, ensayos, voluntariado y proyectos aprendió a valorar el esfuerzo y la paciencia como motores de crecimiento.

“Tengo tendencia a ser perfeccionista, pero aprendí que lo más importante es sentirme satisfecha con el trabajo que hago en vez de enfocarme en lo que otros piensen de ello”, explica.

Su compromiso académico la distingue como la mejor alumna de su promoción, evidencia de una disciplina que inspira y de un amor genuino por aprender.

“Ser la mejor alumna de mi promoción me recuerda que todo esfuerzo tiene su mérito. Aunque me toque desvelarme para ciertas clases o dedicar más tiempo a entender materiales complejos para mis clases AP, me siento satisfecha al ver cómo mi conocimiento me ha ayudado a apoyar a mi comunidad y a aquellos que quiero”, dice.

Ese amor por el aprendizaje la llevó a participar durante el reciente verano en el Leadership Seminar de la Universidad de Notre Dame, un programa que reúne a 100 estudiantes sobresalientes de todo el mundo.

A ese logro se suma su reciente selección para una de las becas más prestigiosas de Estados Unidos, que cubre todos los costos académicos y personales en una de las mejores 50 universidades del país.

Allí planea iniciar su carrera en Neurociencia, combinando su interés por la ciencia y el servicio para comprender cómo el cerebro influye en el comportamiento y mejorar la salud mental y la comprensión de la neurodivergencia en América Latina.

Durante su etapa universitaria espera seguir alimentando su amor por el aprendizaje utilizando un ambiente interdisciplinario para desarrollar conocimientos en psicología, terapia musical y neurodiversidad.

“Quiero colaborar con personas que compartan la misma pasión por aprender y contribuir a proyectos como Bloom, además de vincular a profesores y profesionales que validen nuestro contenido y nos ayuden a expandir nuestro alcance”, comenta.

Imagina el futuro de su proyecto como una red en expansión que crecerá junto con sus experiencias, conectando con psicólogos y profesionales que aporten a sus artículos. También desea realizar talleres y charlas que ayuden a otros a manejar sus emociones y descubrir sus intereses.

“Bloom representa lo que he aprendido del amor, del duelo y del servicio. Es mi manera de retribuir lo que la vida me dio”, concluye con la firmeza de una joven cuya vida es testimonio de resiliencia y propósito.