Es catedrático universitario desde hace 25 años y trabaja con 120 agencias de la policía a nivel nacional.
Por Milagros Sánchez Pinell
Su historia es de éxito, pero de un éxito basado en la fe en Dios, el sacrificio y la disciplina. Fue así que aquel niño inmigrante de 14 años, que solía limpiar las mesas de un centro comercial en Miami se convirtió, 35 años después, en el primer hispano graduado en los Estados Unidos como doctor en criminología.
Su nombre es Alejandro del Carmen y se le considera una voz autorizada en el tema de la raza y la delincuencia, con especial énfasis en la elaboración de perfiles raciales en la aplicación de la ley.
“A diario me levanto con el deseo de poder ayudar, de poder enseñar y de poder usar mi trayectoria como criminólogo para poder tener una sociedad más segura en Estados Unidos”, indicó el experto, nacido en Nicaragua.
Obtuvo su doctorado en Criminología en Florida State University en Tallahassee en el año 1997. Un hecho que cobra relevancia porque es el programa pionero en los Estados Unidos.
Actualmente, es catedrático del programa de doctorado en Criminología y decano adjunto de la Facultad de Bellas Artes y Liberales y de la Facultad de Criminología, Justicia Penal y Estudios Estratégicos de Tarleton State University en Fort Worth, Texas.
“Definí que quería ser catedrático una vez que terminé formalmente diez años de estudios universitarios. Para entonces ya había dado charlas en la universidad y había asistido a profesores en diferentes clases. Me gustó mucho y me di cuenta que quería tener un vínculo con el mundo universitario”, expresó.
Más de dos décadas en la docencia
Su vocación por la docencia lo llevó a Texas, donde trabajó por 16 años en The University of Texas at Arlington. Posteriormente, entró a trabajar a Tarleton State University, motivado por el deseo de liderar el proyecto que tenía esa casa de estudios en ofrecer ahí el primer doctorado en criminología.
“Cuando llegué a Tarleton, hace 7 años, empecé a batallar porque es muy difícil recibir un permiso especial para impartir un doctorado en Estados Unidos. Después de varios intentos pudimos crear este programa que hoy está en pie y es casi exclusivamente para aquellos que están en el campo como policías y agentes federales. Yo fui el líder de este esfuerzo y para mí fue un gran orgullo. Doy clases casi exclusivamente para este programa desde que empezó hace cuatro años”, dijo.
En consecuencia, también trajo consigo otro gran logro en su vida que empezó con un simple gesto, tocar a la puerta de la oficina del jefe de la policía, presentarse y ofrecer su ayuda.
- Mire soy catedrático y ¿cómo puedo ayudarle? – dijo el doctor
del Carmen a un gratamente sorprendido jefe policial. Esa frase bastó para entablar una relación de trabajo que ha marcado su carrera profesional y lo convierte en un criminólogo único en su ramo.
Hoy en día, trabaja con 120 agencias de la policía a nivel nacional e imparte charlas en la academia de el Buró Federal de Investigaciones (FBI) en Quantico, Virginia. Ha capacitado a miles de oficiales, incluidos todos los jefes de la policía de Texas desde el año 2001.
Además, es responsable de crear la plantilla estadística de perfiles raciales de Texas, ampliamente utilizada por las agencias de aplicación de la ley en todo el estado.
También se desempeñó como monitor federal en Nuevo Orleans y Puerto Rico, dos de los casos de reforma policial más importantes en los Estados Unidos.
Al extenso legado del experto criminólogo, quién frecuentemente es invitado en Fox, CNN, Fox News Radio, Telemundo, Univisión, NBC entre otros medio de comunicación, se suman 50 publicaciones académicas en revistas, nueve libros y un décimo en ciernes que publicará el próximo año donde abordará el tema del perfil racial.
“Al inicio de mi carrera, más que todo mis artículos se enfocaron en diferentes temas en criminología. Después de 3 o 4 años como criminólogo empecé a escribir sobre racismo. En ese entonces se hablaba poco sobre eso, pero como yo lo traté tan temprano en mi carrera y hace tantos años atrás, hoy me consideran un experto en ese tema a nivel nacional”, explicó.
Su motivación por dejar una memoria escrita de su conocimiento e investigaciones radica en tener la libertad de decir la verdad, sobre todo en temas tan sensibles como el racismo y denunciar las injusticias.
“Es poder decir las cosas que son difíciles de decir, especialmente en este país. Aunque suena lindo en la poesía que te digan que hay que decir la verdad, es difícil. Sobre todo a personas que solo esperan buenas noticias, pero ser un inmigrante nica me formó el carácter y la disciplina para hacer eso”, dijo.
Múltiples reconocimientos
Gracias a su excelente currículum, el Departamento de Estado lo seleccionó para el programa Fulbright de Especialista. En consecuencia, se le asignó viajar a Praga, capital de la República Checa, para llevar sus conocimientos como académico en el área de la criminología a universidades y entrenar a agentes de la policía.
“Es una gran experiencia y un gran honor porque este reconocimiento es como ganarse un Oscar para un actor. Esta distinción es la aceptación a nivel del gobierno de Estados Unidos y de las entidades mundiales que soy un profesional especializado”, indicó.
Actualmente se desempeña como Magistrado Especial del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico, en el caso de reforma de la Policía de la isla.
“Siento que estoy haciendo, de alguna forma, un aporte a Latinoamérica en un tema que conozco bien. Soy el único que se ha designado como Magistrado Especial a nivel nacional en un caso de la reforma de la policía en Puerto Rico”, señaló.
En el año 2021 el Instituto para la Administración del Cumplimiento de la Ley en Texas le otorgó el premio Gary W. Sykes. Este galardón se entrega una vez al año a personas consideradas modelos a seguir para los agentes del orden, profesionales de la justicia penal y ciudadanos.
Y como es bien sabido que el triunfo es acompañado por el sacrificio, el doctor del Carmen reconoce que para llegar a donde está ha tenido que robarle tiempo a la familia.
“El tiempo es lo que más he sacrificado. Cuando mis hijos eran chiquitos pasaba tiempo con ellos, pero también hubo muchas cosas que me perdí por estar atendiendo temas que tienen que ver con el trabajo. También tenía que trabajar para mantenerlos”, dijo.
Pese a ello, ha formado una bonita familia con su esposa la exjueza Sara del Carmen y sus dos hijos, Gabriel y Gemma, quienes estudian medicina y abogacía respectivamente.
“Gabriel es un gran ser humano, es inteligente y caritativo. Estoy muy orgulloso de él. Gemma, tiene mi carácter, mi disposición a trabajar, y mucha disciplina”, fue como los describió con clara demostración de orgullo y satisfacción.
Por otro lado, aunque tiene días de reuniones interminables que empiezan desde las 8:00 a.m. hasta las 8:00 p.m., aprovecha algún tiempito libre para salir a pescar en un pequeño bote en el lago cerca de su casa, ver películas religiosas, escuchar música o ir al cine.
Es así como el doctor del Carmen, cooperador Salesiano, fiel devoto de Don Bosco y María Auxiliadora, hijo de don Alejandro del Carmen y doña María Cristina del Carmen, es un ejemplo de lucha y perseverancia de un inmigrante que llegó a los Estados Unidos lleno de miedo, pero con mucha determinación para triunfar en la vida.
“El que quiere lo puede hacer, sobre todo en este país. Se requiere mucha disciplina, adaptarse al sistema americano y adoptar la ética de trabajo de ellos sin olvidarnos de dónde venimos y de la trayectoria que tuvimos”, concluyó.
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