Es una empresa hidroeléctrica que ha desarrollado innumerables proyectos sociales a favor de las comunidades y el medio ambiente de Nahuizalco, en El Salvador.
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Las manos de María de Jesús Ramos se mueven a gran velocidad. Entre sus dedos enrolla un cordón plástico de color vibrante. “Gracias a Dios que aprendí bien”, reflexiona mientras suelta una risa contagiosa. A su alrededor, varias carteras artesanales que ella misma tejió están regadas sobre el suelo.
Su vivienda, situada en el cantón Tajcuilujan en Nahuizalco, en El Salvador, fue seleccionada por la empresa hidroeléctrica Sensunapán como el lugar para desarrollar un taller de tejido de fibra plástica. Aquí, ella y otras mujeres de su comunidad aprendieron a fabricar carteras.
Esta mujer recuerda que la empresa le regaló dos rollos de material a cada participante del taller. Con eso tejió las primeras carteras que vendió. Del dinero que obtuvo, compró cuatro rollos más y así fue creciendo su emprendimiento.
María emplea a siete vecinos y exporta a Guatemala más de 150 carteras cada mes, las cuales transporta en un pequeño camión que compró con las ganancias.
Su emprendimiento es el fruto de uno de los muchos proyectos de formación que la hidroeléctrica ha impulsado en Nahuizalco, enfocados principalmente en mujeres de escasos recursos.
El trabajo de la hidroeléctrica es ampliamente reconocido entre los habitantes de Nahuizalco, por generar energía limpia y por su extensa labor social a favor de la comunidad y el medioambiente.
Energías renovables y desarrollo
Desde 1992, la empresa Sensunapán se ha dedicado a producir energía limpia a través de mecanismos amigables con el medio ambiente. Seis años después puso a operar el proyecto denominado:
“Pequeña Central Hidroeléctrica Nahuizalco” en la zona del mismo nombre, desde el cual se generan 2,8 megavatios (MW) y tiene en proyecto la construcción de una segunda fase con similar potencial.
Hasta el momento, esta empresa ingenieril ha utilizado ciencia pura en el cauce del Río Sensunapán para producir 400 millones de kilovatio-hora (KWh) de energía sin utilizar sustancias contaminantes y sin consumir ni un solo litro de agua del río, evitando así la generación de 289 000 toneladas de dióxido de carbono (CO2).
Reorienta una parte del río a través de una canaleta, lo eleva sobre el nivel original y luego lo hace caer con mayor velocidad y fuerza. Esta sinergia es capaz de mover las turbinas y generar energía eléctrica. Posterior a este proceso, el agua es devuelta en su totalidad al cauce natural y con una mejor calidad debido a los procesos de oxigenación que recibe el agua en todo su recorrido.
Sensunapán se ha caracterizado por investigar e innovar en las formas de aprovechar las energías renovables y ahora está centrada en la expansión de su línea de negocios, enfocándose en proyectos de la energía fotovoltaica, pequeños aerogeneradores y otras tecnologías. Esto le permitirá ofrecer asesoramiento especializado a otras empresas e implementar equipos que ayuden a reducir el costo de la energía que consumen.
El cuidado del medioambiente es un aspecto fundamental en el mecanismo de producción de energías. Con este propósito, la empresa ha dedicado esfuerzos significativos a la reforestación de la cuenca del río en el área del proyecto hídrico.
Empresa con propósito
Sensunapán va más allá de la generación de beneficios económicos al agregar valor social y ambiental.
Desde que inició operaciones, esta compañía ha destinado una cantidad significativa de fondos para mejorar la economía familiar de sus habitantes mediante la implementación de diversos talleres que incluyen cosmetología y barbería, masaje terapia, teñido y producción de añil, manejo de huertos caseros, artesanías, cultivos de tule, medicina alternativa, panadería, comida rápida y cursos de electricidad.
Gracias a la generación de energías renovables, se ha hecho posible financiar programas importantes, como el convenio firmado con la Fundación Actuar es Vivir. Esto permite que cada mes, más de 30 mujeres de Nahuizalco puedan acceder de forma gratuita a chequeos preventivos de cáncer de mama o citologías.
Hasta la fecha, decenas de jóvenes de escasos recursos han podido cumplir su sueño de obtener una carrera gracias al programa de Becas Universitarias, que cubre el 100% de sus estudios.
Su visión empresarial con propósito también se ha manifestado en obras de infraestructura, como la construcción de una pasarela frente al Centro Escolar de Sisimitepec, construcción de cocinas ecológicas en escuelas de la comunidad, la instalación de lámparas solares, construcción de calles y diferentes infraestructuras comunitarias.
Esta evolución en la generación de energía renovable abre aún más posibilidades de apoyo. “Como grupo empresarial sostenemos que una empresa prospera al mismo tiempo que prospera su entorno, mantenemos una política de buen vecino y a la par de nuestras inversiones ampliamos nuestros programas de RSE en las zonas de influencia de estos proyectos”, reflexiona Mauricio Arévalo, gerente general de la empresa.
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