En América Latina y el Caribe entre un 6% y 10% de los casos en general se detectan en etapa avanzada o metastásica.
Actualmente, el cáncer de mama metastásico representa uno de los grandes retos en la investigación y la práctica clínica en oncología.
Por esta razón, es indispensable que las pacientes con historial de cáncer de mama presten mucha atención y cuidado a cualquier síntoma nuevo o signo anormal que puedan experimentar, con el fin de acudir al médico tratante de inmediato.
De acuerdo con la doctora Rebeca Mora, líder médica de oncología de Pfizer Centroamérica y Caribe (CAC), “el cáncer de mama metastásico es aquel que se extiende a otras partes del cuerpo como a los huesos, el cerebro, los pulmones o el hígado, debido a que las células cancerosas se desprendieron del tumor original y se alojaron en dichos órganos mediante el uso del torrente sanguíneo o sistema linfático”.
Los síntomas de las personas dependerán de los órganos hacia los cuáles se diseminó el cáncer, como por ejemplo, dolor de huesos, espalda, cuello o articulaciones, y en el caso de la metástasis ósea, lo que son fracturas. A nivel de cerebro pueden darse convulsiones, mareos, dolores de cabeza, cambios en la visión y pérdida del equilibrio.
“En los pulmones puede ocurrir la falta de aire, tos seca constante, así como dificultad para respirar. En el hígado sobresale el color amarillo de la piel (ictericia), náuseas, la hinchazón del vientre, pérdida del apetito y comezón en la piel“, agrega la experta de Pfizer.
Cifras que impactan
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo, más de dos millones de personas se diagnostican cada año con cáncer de mama. “En América Latina y el Caribe, por ejemplo, este cáncer representó casi una cuarta parte de los nuevos casos globales en el 2020, lo que deja en evidencia una frecuencia bastante elevada. Cabe destacar que aproximadamente entre un 6% y un 10% de los casos en general se detectan en etapa avanzada o metastásica”, detalla Mora.
En cuanto al perfil promedio de la paciente, según datos del estudio epidemiológico El Álamo III, promovido por la Fundación Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), la edad de inicio de las pacientes diagnosticadas con metástasis suele ser alrededor de los 65 años y en su mayoría, son postmenopáusicas. Por otro lado, en el caso de las pacientes cuyo diagnóstico es temprano y tienen una recaída posterior, por lo general son más jóvenes y rondan cerca de los 56 años de edad; también posmenopáusicas.
Innovaciones terapeúticas
Durante los últimos años, en Pfizer adoptaron nuevos enfoques para hacer que su investigación se traduzca en cumplir su propósito de llevar innovaciones que cambian la vida de los pacientes.
“Impulsamos acciones para medir el impacto del cáncer de mamá avanzado y así comprender las necesidades y programas de cada país en esta materia, organizar debates informados con los involucrados y mejorar así las condiciones de diagnóstico y acceso de muchas mujeres que están en la plenitud de su vida y a las cuales no debemos, por ningún motivo, dejar atrás”, afirma la líder médica.
Por ejemplo, en 2015 Pfizer implementó la campaña regional “Cada Minuto Cuenta”, la cual tenía por objetivo alertar sobre el sentido de urgencia alrededor de este tema y cerrar las brechas de detección y tratamiento oportunos. También, ofrece a las pacientes con cáncer de Costa Rica y República Dominicana la opción de acceder a la aplicación gratuita LivingWith, para ayudarles a llevar un control más integral de su enfermedad y a crear su propia red de apoyo con sus seres queridos.
En este punto, la doctora Mora agrega: “en cuanto a la medicina de precisión, en Pfizer buscamos personalizar la atención médica con tratamientos adaptados a diferentes subtipos de cáncer y a las características de cada paciente, así como el uso de herramientas digitales que empoderan a las pacientes, a sus cuidadores y médicos para tomar las mejores decisiones con respecto a su salud”.
El trabajo es arduo, la labor continúa y es importante seguir fortaleciendo la colaboración entre los diversos
actores del sector, con el fin de garantizar la atención integral con equidad en todas sus etapas, actualizar
las guías clínicas de tratamiento, incorporar a las pacientes al proceso de evaluación de tecnologías sanitarias y brindar mayor acceso a terapias innovadoras que retardan el progreso de la enfermedad y evitan que la mujer deje de lado su vida productiva.
“En Pfizer, estamos comprometidos con desarrollar y llevarle a las pacientes innovaciones que cambien sus vidas desde el punto de vista de medicamentos y también con soluciones en salud. Por ello, trabajamos incesantemente con todos los actores del sistema -como gobiernos, asociaciones, comunidades y profesionales en el área- para buscar conjuntamente soluciones a sus necesidades y garantizar diagnósticos a tiempo, tratamientos adecuados y un acceso oportuno; las tres claves de la atención del cáncer de mama metastásico”, concluye la especialista.
Principales pruebas diagnósticas del cáncer de mama metastásico
Las radiografías, gamma óseo, la tomografía computarizada (TC) o tomografía axial computarizada (TAC), resonancia magnética (RM), el perfil bioquímico, las pruebas de marcadores tumorales y la biopsia, entre otros.
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