26 septiembre, 2016

Hombre de familia, valores y negocios, creador de riqueza

Roberto J. Argüello septiembre 2, 2014

Honrando y celebrando la memoria de don Alfredo Pellas Chamorro, a un año de su muerte.

Este 2 de octubre, cumple un año de estar en el cielo don Alfredo Pellas Chamorro. Desde pequeño, supe de la grandeza de don Alfredo, uno de los íconos empresariales de todos los tiempos de Centroamérica, y no se diga de Nicaragua. Don Alfredo era un hombre completo: extraordinario nicaragüense, hijo, esposo, hermano, padre, abuelo, bisabuelo y amigo.

Don Alfredo tuvo cuatro hijos, veinte nietos y siete bisnietos.

Escribir sobre don Alfredo, para mí, es un honor. ¡Qué persona más exquisita y buena! Nació el 3 de mayo de 1918. Se graduó en la Universidad de Stanford, de ingeniero en Minas, con especialización en el grado de doctor y asumió desde muy joven el liderazgo de Nicaragua Sugar Estates Limited, de Compañía Licorera de Nicaragua, fabricante de Flor de Caña, de Casa Pellas y del Banco de América.
Don Alfredo Pellas Chamorro se casó con la señora Carmen Teresa Emilia Chamorro Benard (doña
Nena), de cuyo matrimonio nace la cuarta generación de la familia Pellas, conformada por Carlos Francisco, Francisco Alfredo, Silvio Federico y Lucía de Fátima Pellas Chamorro.

He tenido una linda y larga relación con sus cuatro hijos: a todos ellos les tengo un enorme cariño y agradecimiento. Esto último lo escribo porque, cuando necesité de ellos, estando gravemente enfermo, estuvieron a mi lado, ayudándome.

Alfredo Francisco ha sido mi amigo de toda la vida. Fue mi compañero de clases en el Colegio Centroamérica. Ese cariño me llevó a ser amigo de Silvio, su tercer hijo, chairman de Casa Pellas, nuestro cliente en CEO Advisors. La vida corporativa me llevó a tener una relación con Carlos Francisco, el hijo mayor de don Alfredo y chairman de Grupo Pellas. Mi relación con Lucía es a través de su esposo, Felipe Mantica, una extraordinaria persona también.

Cualquier cosa que escriba sobre don Alfredo jamás haría justicia a su grandeza como persona, su legado como empresario, su patriotismo por Nicaragua y su amor por su familia. Por eso, reproduzco en este capítulo de Creadores de Riqueza en Centroamérica, las palabras que sus tres hijos, Carlos, Alfredo y Silvio, expresaron sobre su padre. Palabras escritas con amor, sentimiento y justicia, de uno de los mejores hijos que ha tenido Nicaragua.