4 marzo, 2014

Finanzas inteligentes

Por Sofía Macías
Consultora Financiera del Programa Consumo Inteligente de MasterCard

Hacer compras de manera planificada e inteligente trae grandes beneficios a nuestro bolsillo y nos permite hacer más con nuestro dinero. Al “pensar” bien sus compras podrá ahorrar, aprovechar promociones y ventajas para lo que estaba buscando, lo que puede convertirlo en un ejercicio aún más placentero.
De otra forma, cuando compramos por impulso, casi siempre ponemos en riesgo nuestro futuro financiero. Muchos, para no desperdiciar la oportunidad de una oferta –por ejemplo-, financian la compra y la dividen en “pequeños” plazos. La emoción de la compra es rápidamente sustituida por el arrepentimiento y la culpa de comprometer los ingresos familiares con cuotas significativas.
Aunque en algunas ocasiones los pagos a plazos pueden ser una herramienta de planeación, debemos ser selectivos y analizar, pues si nos excedemos o la usamos por arriba de nuestras posibilidades, se pueden convertir en una carga.

La organización es fundamental

En algunos casos, dividir gastos puede ser una buena opción, por ejemplo para ganar tiempo para pagar y, en ese tiempo, hacer trabajar el dinero. También lo es para evitar descapitalizarnos cuando la compra es grande y nos implicaría un desequilibrio en las finanzas del mes si la hiciéramos de contado. Eso parece una actitud inteligente. Pero para poder operar de esta manera es fundamental que exista un mínimo de orden.

Muchos comenten un error fundamental al trabajar con lo que se conoce como “contabilidad mental”, que no es otra cosa que confiar demasiado en la capacidad de sus cabezas para almacenar datos. En consecuencia, terminan cometiendo graves errores. Cuando se trata del dinero diario, la memoria nos traiciona con frecuencia.Incluso hay algunos que no llegan siquiera a hacer estas cuentas y compran sin preguntarse si realmente entra en su presupuesto.

Pequeños valores, grandes problemas

Tampoco caiga en la trampa de hacer por impulso varias pequeñas adquisiciones, en cuotas. Es común considerar siempre el valor de la cuota e imaginar que cabe en un bolsillo, pero, si juntamos varias pequeñas cuotas, notaremos que la suma final puede llegar a ser bastante alta.

Antes de hacer cualquier tipo de compra, busque el mejor precio e investigue las condiciones de pago. Trate siempre de regatear y conseguir descuentos por pago al contado. Si no los hubiera y durante la negociación nota que las cuotas son la mejor opción, escoja siempre las financiaciones más cortas. Evite también gastar dinero que estaba reservado a otro objetivo.

Cambie su postura y controle las finanzas

Reserve algún tiempo para controlar sus finanzas. Una planilla de Excel o un administrador financiero pueden ayudarle en la tarea de organizar su vida económica. Lea con atención el resumen de su tarjeta de crédito, ahí tendrá información valiosa sobre sus compras y la mejor forma de usar esta herramienta.

Como puede ver, no es tan difícil asumir el control de sus finanzas. El primer paso es tener una postura más activa en relación al dinero y entonces, comenzar a usarlo de forma consciente y organizada.

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