Después de un 2025 marcado por la sobreproducción digital, 2026 redefine las reglas del juego.
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En 2026, el marketing global entra en una nueva etapa. Después de años dominados por la velocidad, los microtrends y la automatización, llega un punto de quiebre. La industria empieza a depurarse, lo que algunos estrategas ya llaman la era de la unshittification.
Estamos cansados de lo falso, de lo generado por máquinas sin alma, de algoritmos que repiten fórmulas. Las audiencias buscan algo distinto: contenido con intención, propósito y conexión real.
De acuerdo con el Digital 2025 Global Overview Report, YouTube es la plataforma social más utilizada del planeta, con más de 2.5 00 millones de usuarios activos y el mayor tiempo promedio de permanencia entre las redes sociales. Este comportamiento refleja una tendencia más amplia: las audiencias dedican más tiempo a contenidos largos, con valor y profundidad, en lugar de consumir microformatos efímeros o superficiales.
“Las personas dejaron de sentirse atraídas por la cantidad, ahora es por la intención. El verdadero valor está en la emoción y el sentido que hay detrás de cada historia. Las marcas que comprendan esto construirán relevancia”, resalta Karina Barcellos, Chief Strategy Officer LATAM en another, agencia de comunicación estratégica con importante presencia en la región.
Después de un 2025 marcado por la sobreproducción digital, 2026 redefine las reglas del juego. Estas son las tendencias que marcarán el año y que ninguna marca con visión puede ignorar:
1. La IA se vuelve invisible (pero esencial)
En 2026 la inteligencia artificial ya no se anuncia, actúa. En las áreas de marketing, estrategia y creatividad, opera como una corriente silenciosa que impulsa todo lo que hacemos sin que siempre la veamos. The State of AI: How Organizations Are Rewiring to Capture Value de Mckinsey confirma esta realidad: el 78 % de las empresas ya utiliza IA en al menos una función del negocio, una señal de que dejó de ser tendencia para convertirse en la base de los procesos. El reto está en darle sentido: usar la tecnología con criterio y recordar que la IA multiplica formatos, pero solo las personas multiplican el valor.
2. De SEO a GEO: diseñar para ser citados por la IA
El SEO evoluciona hacia el GEO (Generative Engine Optimization), una nueva disciplina que busca optimizar los contenidos para que los motores de inteligencia artificial los reconozcan y citen como fuentes confiables. Con la adopción masiva de IA generativa —ya implementada por el 71% de las compañías a nivel global—, la búsqueda se transforma: deja de depender solo de palabras clave para centrarse en la conversación, el contexto y la credibilidad.
En este nuevo escenario, los principios de confianza y autoría cobran más relevancia. Siguiendo el estándar de calidad que Google define con E-E-A-T (Experience, Expertise, Authoritativeness, Trustworthiness), las marcas con investigación propia, autores visibles y coherencia en su discurso serán las que los sistemas de IA citen… y las personas recuerden.
3. Cross-platform marketing será la norma
Los consumidores dejaron de vivir en una sola plataforma: saltan entre redes, pantallas y formatos sin distinguir fronteras. Para 2026, el marketing efectivo será transversal, con narrativas que se adapten al contexto sin perder consistencia. La clave estará en crear historias que respiren el mismo propósito, desde un reel hasta un pódcast o un evento en vivo. Las marcas que logren interpretarlo dejarán de “publicar contenido” y empezarán a construir experiencias conectadas, donde cada canal amplifique una misma idea.
4. De bases de datos a comunidades vivas
El próximo año marcará el regreso de lo pequeño: las comunidades reemplazarán a las audiencias. En un entorno saturado de mensajes y métricas, los usuarios quieren sentirse parte de algo que los conecte. Las marcas que comprendan esto dejarán de hablarle a miles para escuchar a cientos. Una comunidad de 200 personas activas puede tener más valor que una base de 50 000 nombres olvidados. La fatiga digital abre espacio a grupos íntimos, colaborativos y con propósito, donde la confianza se construye conversando.
5. Owned media vuelve a ser el centro
La caída del alcance orgánico y la volatilidad de las plataformas devolvieron a las marcas a su territorio más seguro: sus propios medios. Los canales propios –newsletters, podcasts, blogs o micrositios- se consolidan como activos estratégicos de confianza y retención. En 2026, la regla es clara: alquile audiencias en redes, pero construya su casa en sus propios medios. Las marcas que fortalezcan su ecosistema editorial garantizarán consistencia narrativa y relevancia sostenida, sin depender de algoritmos cambiantes.
“La IA multiplica formatos; el criterio humano multiplica el valor. La diferencia no la marca quién produce más, sino quién piensa mejor: marcas que diseñan para ser citadas por la IA, pero recordadas por las personas. La regla para 2026 es simple: automatiza lo repetible y proteja lo irrepetible, su punto de vista, sus códigos de marca y su ética”, finaliza Karina Barcellos.
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