Las pérdidas económicas por fenómenos climáticos extremos aumentan, mientras que las pérdidas aseguradas crecen entre el 5 % y el 7 % anual.
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La baja penetración de seguros en América Latina, y en particular en países como Panamá, deja a millones de personas y empresas expuestas ante el aumento de fenómenos climáticos extremos. Así lo advierte el informe “Cambio Climático, Riesgos Extraordinarios y Políticas Públicas”, elaborado por MAPFRE Economics y presentado en el marco de la COP30.
El estudio revela que en América Latina sólo alrededor del 19% de las pérdidas económicas provocadas por desastres naturales están aseguradas. El resto recae directamente sobre familias, empresas y gobiernos, lo que evidencia una limitada cultura de protección financiera frente a inundaciones, olas de calor, tormentas intensas y otros eventos cuyo impacto se ha incrementado en la última década, una realidad de la cual Panamá no escapa.
Las elevadas brechas de aseguramiento por catástrofes naturales (gap CatNat) en muchas regiones se explican, principalmente, por la baja penetración de los seguros en economías emergentes, la creciente concentración de la población en ciudades y áreas de alto riesgo, y la mayor frecuencia y severidad de eventos extremos asociados al cambio climático.
Estas son algunas de las conclusiones del informe “Cambio Climático, Riesgos Extraordinarios y Políticas Públicas”, que analiza el impacto creciente del cambio climático sobre los riesgos extraordinarios que cubre la actividad aseguradora, en un contexto de intensificación de fenómenos extremos y ampliación de la brecha de protección frente a desastres naturales.
Durante la presentación participaron Mónica Zuleta, directora corporativa de Sostenibilidad de MAPFRE, y Ricardo González, director de Análisis, Estudios Sectoriales y Regulación de MAPFRE Economics. González resaltó que “las pérdidas aseguradas derivadas de fenómenos catastróficos han mostrado una tendencia ascendente sostenida a largo plazo, situándose, según el Swiss RE Institute, en un rango de crecimiento anual del 5 % al 7 % desde 1992”.
“Si bien este incremento suele atribuirse al impacto del cambio climático, también influyen otros factores como el crecimiento económico y demográfico, la expansión de zonas vulnerables con sistemas de alerta temprana o planes de evacuación y prevención poco desarrollados, y el alza en los valores inmobiliarios”, añadió.
El informe advierte, además, que las pérdidas económicas asociadas a fenómenos meteorológicos y climáticos extremos están aumentando y se prevé que continúen al alza debido a la mayor frecuencia y gravedad de las catástrofes provocadas, entre otros factores, por el calentamiento global. Según la investigación de MAPFRE, en 2024 este tipo de catástrofes provocaron pérdidas económicas superiores a los US$300.000 millones por noveno año consecutivo, un 14% más, de los cuales cerca de US$145.000 millones estaban asegurados.
Ante este panorama, MAPFRE refuerza su compromiso con la sostenibilidad y se ha fijado como meta ser una empresa neutra en carbono para 2030. Este objetivo incluye acciones concretas en sus operaciones, inversiones y productos de seguros, así como el impulso de soluciones que favorezcan la movilidad eléctrica, la transición energética y la agricultura regenerativa.
¿Qué podemos hacer en Panamá? Reducir la brecha como desafío de política pública
Cerrar la brecha de protección aseguradora para los riesgos catastróficos es un reto que requiere la acción coordinada del sector asegurador y de todos los niveles de gobierno. Sin medidas y mecanismos adecuados de protección y compensación, los riesgos climáticos tienden a convertirse en no asegurables o inasequibles para la población.
El informe destaca la importancia de desarrollar marcos de colaboración entre las administraciones públicas y el sector asegurador para gestionar y compartir riesgos de desastres, tomando como referencia modelos como el Consorcio de Compensación de Seguros en España, que indemnizar siniestros extraordinarios.
Asimismo, subraya la necesidad de:
- Promover incentivos para la prevención y reducción de riesgos frente a fenómenos climáticos adversos, por ejemplo a través de sistemas de alerta temprana que proporcionen datos en tiempo real sobre la intensidad y trayectoria de tormentas, inundaciones, olas de calor o incendios forestales.
- Incrementar las medidas orientadas a ampliar la cobertura aseguradora, mediante soluciones innovadoras como los seguros paramétricos, que ofrecen una respuesta rápida y eficiente ante desastres climáticos al realizar pagos automáticos basados en parámetros medibles y predefinidos, como la velocidad del viento, la cantidad de lluvia o la intensidad de una sequía.
MAPFRE invita a autoridades, empresas y medios panameños a consultar el informe completo, que ofrece un análisis detallado del contexto actual y recomendaciones para avanzar hacia una mayor protección frente a los riesgos climáticos extremos.
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