La inteligencia artificial en 2025 estará más integrada que nunca en la vida diaria.
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Por Lic. Mauricio Curley
Este año marcará un punto de inflexión en la evolución de la inteligencia artificial (IA), consolidándose como una tecnología esencial en diversas áreas de la vida cotidiana y empresarial. Su aplicación no solo transformará sectores clave, sino que también traerá desafíos éticos y técnicos que deberán abordarse con responsabilidad.
La inteligencia artificial en 2025 estará más integrada que nunca en la vida diaria. El Ing. Ronald López, Director Académico de la Ingeniería de Sistemas, Informática y Ciencias de la Computación, de Universidad Galileo, indica que este año veremos un aumento en el número de personas y empresas que usarán herramientas de IA para realizar tareas cotidianas, como la obtención de información, generación de texto o contenido y atención a clientes por medio de chatbots.
“Sin embargo, el impacto más significativo vendrá de aplicaciones especializadas en áreas como la agricultura, medicina, educación y finanzas desarrolladas gracias a la investigación de universidades y entidades privadas y públicas”, explica el académico.
Desafíos éticos y técnicos
El rápido avance de la IA también genera inquietudes sobre su uso ético y técnico. “Es crucial establecer normas que regulen su implementación y uso responsable para asegurar que los usuarios comprendan sus límites y posibilidades. Un ejemplo claro es la necesidad de normas en la citación de información generada por IA, como lo ha hecho la APA recientemente con los chatbots”, comenta el Ing. López, refiriéndose a la normativa de la American Psychological Association, que es la más utilizada en el ámbito académico.
Desde el punto de vista técnico, los sistemas de IA deben mejorar en transparencia, equidad y explicabilidad. La interpretación de los modelos de IA sigue siendo un reto, ya que las decisiones tomadas por estos sistemas pueden ser difíciles de comprender incluso para los expertos. Además, la ciberseguridad juega un papel fundamental para evitar el uso indebido de la IA y la manipulación de datos sensibles.
Impacto en el mercado laboral
El avance de la IA ha despertado preocupaciones sobre su impacto en el empleo. Si bien algunas tareas serán automatizadas, también surgirán nuevas oportunidades laborales. La adaptación será clave para los profesionales, quienes deberán capacitarse en el manejo de herramientas de IA y en la creación de soluciones innovadoras.
El Ing. López señala que se necesita de un periodo de adaptación, en el cual también surgirán nuevos puestos de trabajo. “No es que las personas quedarán desempleadas, sino que serán desplazadas a nuevas oportunidades, pero esto exige adaptarse y capacitarse ante las nuevas tendencias”, agrega.
La IA tiene un papel crucial en la solución de problemas globales como el cambio climático, la salud y la educación. Mediante el análisis de grandes volúmenes de datos, se pueden generar modelos predictivos que permitan comprender fenómenos climáticos y desarrollar estrategias de mitigación.
En el ámbito de la salud, la IA ya está contribuyendo a la detección de enfermedades y al diseño de tratamientos personalizados. No obstante, el académico de Universidad Galileo comenta “Nunca llegaremos a depender únicamente de las máquinas; la educación seguirá siendo la transmisión de conocimiento, habilidades y valores de una generación a otra; es la única que hace que, por ejemplo, las personas sepan que no hay que contaminar y que deben mantener buenos hábitos de vida”.

El Ing. Ronald López resalta que a lo largo de su trayectoria ha escuchado mucho la frase “la inteligencia artificial llegó para quedarse”, por lo que no se puede dejar pasar la oportunidad. Es fundamental promover su uso responsable mediante dos estrategias clave: la educación y la regulación. “La incorporación de programas académicos centrados en la IA permitirá que las nuevas generaciones comprendan su funcionamiento y potencial. Al mismo tiempo, la formulación de normativas garantizará un desarrollo ético y seguro de esta tecnología”, enfatiza el representante de Universidad Galileo.
La inteligencia artificial en 2025 representará tanto desafíos como oportunidades. Su implementación en diversos sectores transformará la sociedad, pero también exigirá una mayor responsabilidad en su uso. Con una regulación adecuada y un enfoque en la educación, la IA podrá convertirse en una herramienta clave para el progreso humano.
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