• 6 junio, 2025

Las fuerzas de no mercado y estrategias de lobbying para enfrentarlas

Las fuerzas de no mercado y estrategias de lobbying para enfrentarlas

Lobbying es una herramienta clave para influir en decisiones políticas y regulatorias que afectan el entorno empresarial.

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Por Roberto Chavarría

Las fuerzas de no mercado son factores externos al mercado tradicional de oferta y demanda que pueden afectar el funcionamiento, los precios y la competencia en una industria. Ejemplos incluyen:

  • Medidas proteccionistas, como los aranceles (tariffs) en los Estados Unidos.
  • Regulaciones y políticas gubernamentales (como controles de precios o barreras legales).
  • Poder de negociación de proveedores o clientes.
  • Intervención estatal o subsidios.
  • Corrupción en el sector público.
  • Externalidades (impactos ambientales, sociales).
  • Acciones de grupos de interés o sindicatos.

Las fuerzas de no mercado no se pueden planificar, pero hay que prepararse a enfrentarlas. En países de Latino América hay experiencia, pero en EE.UU. no.

Existen estrategias de lobbying para enfrentar las fuerzas de no mercado.

Lobbying es una herramienta clave para influir en decisiones políticas y regulatorias que afectan el entorno empresarial.

Para enfrentar fuerzas de no mercado como la intervención gubernamental, se pueden aplicar las siguientes estrategias:

Lobbying directo: Interactuar personalmente con legisladores y tomadores de decisiones a través de reuniones, cartas, llamadas y participación en audiencias para presentar los argumentos y necesidades.

Lobbying indirecto: Movilizar la opinión pública y utilizar los medios de comunicación para generar apoyo social y presión sobre los responsables políticos.

Construcción de redes y alianzas: Unirse a asociaciones gremiales, coaliciones y grupos de interés afines para amplificar la voz y compartir recursos, aumentando el impacto de las acciones.

Participación en eventos y networking: Asistir a eventos donde estén presentes los decisores clave para establecer relaciones personales y ganar influencia.

Creación de mensajes efectivos: Preparar argumentos sólidos y claros, respaldados por datos y evidencia, adaptados a los intereses y preocupaciones de los decisores.

Monitoreo y análisis: Identificar a los actores clave, analizar el contexto político y anticipar obstáculos para planificar acciones de influencia más efectivas.

Combinando lobbying directo e indirecto, fortaleciendo alianzas y comunicando de forma estratégica, se puede aumentar la capacidad de influir en el entorno regulatorio y enfrentar con éxito las fuerzas de no mercado.

Etiquetas: fuerzas de no mercado / lobbying / Roberto H. Chavarría

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