• 24 mayo, 2024

Grupo Bancolombia, Inclusión financiera en América Latina: retos y oportunidades

Grupo Bancolombia, Inclusión financiera en América Latina: retos y oportunidades

Expertos financieros consideran que, aunque se ha trabajado para incrementar el alcance de los servicios financieros entre la población, hay oportunidades de crecimiento.

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El reto de la inclusión financiera es un asunto que le compete tanto a los bancos y a las instituciones financieras como al sector público, por lo tanto requiere del diseño y la implementación de una política pública de inclusión financiera.

Así lo aseguraron representantes del Grupo Bancolombia, quienes afirmaron que existe amplia evidencia que demuestra que los aumentos en inclusión financiera tienen efectos en la reducción de la pobreza, el aumento de la equidad y la reducción de brechas de género.

Bryan Hurtado, gerente de Investigaciones Económicas de Banistmo, explicó que la región cuenta con amplias brechas en materia de acceso a servicios financieros, en comparación con países de ingresos medios y altos, como los que componen la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD) y señaló que hay retos importantes como el acceso mismo al sistema financiero, la brecha entre zonas rurales y urbanas -ya que la inclusión financiera se concentra en áreas urbanas- y la diferencia clave entre hombres y mujeres en torno a la inclusión financiera.

Por otra parte, las mejoras en inclusión financiera requieren de esfuerzos a través de varios sectores como la educación, infraestructura tecnológica, digitalización, mercado laboral, entre otros, por lo cual, la atención de este reto requiere una mirada transversal e integral de la economía.

Los expertos afirmaron que esta mirada integral de la inclusión financiera es fundamental, pues un esfuerzo desequilibrado y únicamente en una dirección puede terminar generando mayor exclusión financiera.

“Pensemos en mejoras consistentes en materia de digitalización de los servicios financieros, carentes de progresos en infraestructura de redes de Internet o acceso a celulares inteligentes, esto ampliaría aún más las brechas entre zonas urbanas y rurales. Entonces, por esto, el desarrollo integral y equilibrado es tan importante”, explicó.

Factores que más contribuyen a la desigualdad

Los expertos afirmaron que la desigualdad en Latinoamérica puede analizarse con las cinco dimensiones propuestas por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL): ingreso, empleo, educación, vivienda y acceso a servicios básicos y otras, que incluyen variables como “la población con seguro médico, la participación política de las mujeres y la percepción del ingreso”. Esta desigualdad se manifiesta a través de diferentes ejes, como grupo de edad, sexo, área de residencia, estrato socioeconómico y grupo étnico.

En varios de los indicadores presentados por la CEPAL, se observan diferencias entre los grupos de personas de zonas rurales y urbanas, así como entre hombres y mujeres. Los indicadores resultan más favorables para las personas de zonas urbanas, así como para los hombres.

Uno de los resultados en contra tendencia a lo esperado para los grupos de hombres y mujeres, es el indicador de “Personas que Concluyeron la Educación Secundaria”. En promedio, el 76,6% de las mujeres de zonas urbanas completaron este nivel académico, mientras que solo el 69,9% de los hombres lo hicieron, una brecha de 6,7 puntos porcentuales. En la zona rural, los resultados siguen siendo favorables para el grupo de mujeres con un indicador de 56,3% frente a un 52,6%, para los hombres. Si observamos los datos por zona geográfica este indicador se comparte según lo esperado, donde las zonas rurales obtienen niveles menores.

Es importante reconocer que interpretar estos indicadores únicamente desde la perspectiva de grupos, ya sea rural versus urbano, o mujeres versus hombres, puede llevar a conclusiones simplistas y, por lo tanto, a plantear soluciones poco eficientes. La desigualdad tiene raíces más profundas, que pueden estar relacionadas con diferencias en los métodos educativos, la calidad y capacidad de los maestros, así como la falta de igualdad en las oportunidades de innovar y hacer las cosas de manera diferente.

Para abordar estas causas subyacentes de la desigualdad, es necesario implementar políticas y acciones integrales, por ejemplo, mejorar la calidad de la educación en áreas rurales, o promover la inclusión y diversidad en el ámbito educativo y laboral. Finalmente, es fundamental adoptar un enfoque transversal y sistémico que reconozca la complejidad de la desigualdad y busque soluciones que abarquen aspectos económicos, sociales y culturales.

Alineados con el propósito de promover el desarrollo sostenible para lograr el bienestar de todos, en el Grupo Bancolombia estamos trabajando para llevar los servicios financieros a más personas para estar presentes en su día a día y ayudarles a resolver sus necesidades. Nuestra oferta de servicios digitales, apalancada en nuevas tecnologías, nos ha permitido innovar y contribuir a generar y mejorar la inclusión financiera en los países en donde el Grupo opera. A través de lo digital, se desdibujan las barreras identificadas en las dimensiones de la desigualdad: Ingresos, empleo, educación, lugar de la vivienda, etc. y cualquiera de los ejes de esta: grupo étnico, género, estrato socioeconómico, entre otros.

El Salvador

Según explicó Alexander Pinilla vicepresidente financiero del Banco Agrícola en El Salvador, el Global Findex Survey and Data de 2021, publicado por el Banco Mundial, afirmó que el índice de bancarización para El Salvador tiene un valor del 35,85%, nivel que refleja un crecimiento de 5,51 puntos porcentuales con respecto a la medición del 2017, que mostró un valor de 30,35%. El cambio en el indicador representa un crecimiento de 55.1 miles de personas bancarizadas por cada millón de personas del grupo poblacional observado.

Según la publicación del Banco Mundial, el servicio financiero de mayor uso es la cuenta de ahorros explicando así los resultados del índice. En el estudio se considera a las personas mayores de 15 años que tienen al menos un producto financiero.

La encuesta muestra datos de bancarización por grupos poblacionales, hombres y mujeres, para quienes se observa un indicador con niveles de 44,8% y 29,2% respectivamente.

Guatemala

La inclusión financiera en Guatemala ha mejorado en los últimos años, pero aún enfrenta desafíos significativos. Según el Global Findex del Banco Mundial, cuyos datos más recientes está al 2022, el 37% de la población guatemalteca tiene una cuenta bancaria, lo cual representa una oportunidad para continuar avanzando en la expansión de servicios financieros.

Uno de los principales retos se encuentra en la bancarización de las áreas rurales, la educación financiera y la inclusión de la economía informal. Según la última información de la Superintendencia de Bancos el 47% de cuentas de ahorro se concentran en el departamento de Guatemala.

Actualmente se están implementando iniciativas para abordar estos desafíos con acciones como mesas de inclusión financiera, que se vienen trabajando en conjunto con el Banco de Guatemala, instituciones financieras y demás interesados; la promoción de tecnologías financieras (Fintech), la mejora de la infraestructura de pagos digitales y la expansión de la educación financiera.

Panamá

De acuerdo con los expertos de Grupo Bancolombia, ese país representa un caso interesante, porque tiene uno de los hubs financieros más competitivos de la región y uno de los ingresos por habitante más altos de América Latina, sin embargo, cuenta con brechas de inclusión financiera, en algunos casos, más profundas que el promedio de la región.

Uno de los principales retos de inclusión financiera que tiene Panamá es el acceso al crédito de las personas. Según datos del Global Index del Banco Mundial, en Panamá sólo el 8,3% de los adultos tiene un préstamo con una institución financiera, mientras que el promedio de América Latina es del 12,4% y en la OCDE es del 15%, es decir, casi el doble.

En la dimensión en la que Panamá sí le saca ventaja a la región y se acerca mucho a los países de altos ingresos es en disponibilidad. Indicadores como oficinas bancarias o cajeros automáticos por cada 100 000 adultos son superiores a la región.

Dentro de las brechas por poblaciones vulnerables, el principal reto de Panamá está en reducir las brechas de inclusión entre zonas rurales y urbanas, pues la inclusión financiera está centrada en la capital. También cuenta con brechas importantes frente a los países de la OCDE en términos de brechas de género y de ingresos medios/altos frente a ingresos medios/ bajos.

Arturo Castro
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Etiquetas: Bancos / Grupo Bancolombia / inclusión financiera / instituciones financieras

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